11
Ene
2022
El torrejonero Javier Rego expuso sus obras en el Jardín Botánico Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Foto cedida por Jardín Botánico MadridLlevó hasta Madrid la exposición de fotos creada durante el confinamiento

El confinamiento total que vivió España entre marzo y mayo de 2020 como medida sanitaria preventiva para evitar la propagación de la pandemia de la Covid-19 provocó muchos efectos emocionales. El aislamiento social conllevó problemas psicológicos y de salud fruto de la angustia, la depresión, una alimentación desequilibrada y la ausencia de la práctica deportiva. Sin embargo, en la parte positiva, esa obligada cuarentena también activó nuestras neuronas y a muchos les empujó, removiendo su imaginación, a la creación artística.

Ese fue el caso del artista torrejonero Javier Rego que presentó este verano en el Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid, su último trabajo, El ladrón de flores, un proyecto fotográfico que nació en 2020 coincidiendo con el final del primer confinamiento general por la pandemia de la Covid-19.

"La idea surgió durante los primeros paseos que en horarios controlados nos permitían dar. En mi caso salía acompañado de mi cámara fotográfica y mi primer interés se centró en fotografiar cómo dejábamos maltrecho el campo, los parques, los jardines, la naturaleza llena de mascarillas y guantes. Me daba la impresión que, en general, no habíamos aprendido nada o muy poco de esta pandemia en lo que a la conservación del medio natural se refiere", señala Javier Rego.

"Así pues, cansando de volver a casa cada día con decenas de fotografías que confirmaban la irresponsabilidad de abandonar por el suelo bienes que nos protegían de contraer el coronavirus, pero que convertían nuestro medio natural en un estercolero generando un nuevo tipo de basuraleza y provocando un grave impacto ambiental, fue cuando decidí ir sustrayendo algunos ejemplares de flores de parques, del campo, de jardineras..., para luego fotografiarlos en casa con luz natural", añade el artista.

Y de este modo surgió el proyecto fotográfico El ladrón de flores, convertido ahora en una exposición que se pudo visitar hasta finales de agosto. "El espectador que visite la muestra podrá comprobar que los ejemplares de flores fotografiadas se pueden encontrar en cualquier sitio, desde el campo hasta en una maceta de nuestras terrazas porque no son especies raras ni en peligro de extinción. Pero si seguimos tratando así la naturaleza, en un futuro no muy lejano sí que pueden llegar a desaparecer", señala.

Las obras que se exponen, una selección de las 300 realizadas por Javier Rego, están impresas en papel de acuarela con el propósito de ofrecer al espectador una apariencia pictórica. Los colores rojos, amarillos, blancos, morados o azules de las distintas flores que en la exposición se muestran, proporcionan ese aspecto multicolor que nos brinda la naturaleza y que el fotógrafo ha captado con su cámara utilizando la luz natural.

En definitiva, El ladrón de flores, que también se ha convertido en un relato literario escrito por el propio Javier Rego, es "una llamada de atención para que aprendamos a conservar y preservar nuestra naturaleza. De hecho, para poner el acento en la fragilidad del medio ambiente, las flores cortadas se han fotografiado en diferentes recipientes de cristal simbolizando con ello lo quebradizo que puede llegar a ser el medio natural si no lo cuidamos de la manera adecuada", concluye el artista.