La ex concursante de Gran Hermano puede ser el nuevo filón de la cadena durante el verano

Desi demuestra que sigue siendo el más difícil todavía. Después de que el lunes comenzase a vislumbrarse el oscuro pasado de la única concursante de Gran Hermano 14 que sigue saliendo en la tele una semana después de la final, en el Deluxe todo estallaba por los aires, dejando tramas para rellenar el verano completo del Diario y el Deluxe. Y es que la de Sevilla ha conseguido algo que hacía mucho tiempo que no le sucedía a Sálvame: volver a superar el 16% de share, tras moverse los últimos meses en el entorno del 14%.

Lo cierto es que no es para menos: al igual que en las grandes telenovelas latinoamericanas, cada frase que dice alguno de los protagonistas sigue para embrollar más la trama sin llegar a ninguna solución satisfactoria para nadie, pero que engancha de una forma brutal. Acusaciones de malos tratos, delitos contra la propiedad privada, destrucción de mobiliario público, infidelidades varias, alcohol, y hasta una hija secreta.

No tengo ni idea de si todo esto es cierto, o no es más que un espectacular guión creado por todos los participantes de la trama, pero, de momento, me da igual porque consigue lo que debe buscar un programa de televisión: que el público ni pestañee ante lo que está viendo, una sensación que sólo pueden conseguir los más grandes, y que, desde la desaparición de Belén Esteban, nadie había conseguido reproducir.

La historia de Desi tiene mucho en común con la de la “princesa del pueblo”: un terrible pasado del que la heroína escapa para refugiarse en un mundo de fantasía televisivo en el que vender sus miserias por capítulos; y unos antagonistas capaces de poner de los nervios a la protagonista con su sola presencia. Sin embargo, Belén supo dosificar mucho mejor sus episodios en Ambiciones, mientras que, espero, Desi ya lo ha contado casi todo.

La de Paracuellos era capaz de crear misterio sobre lo ocurrido o no ocurrido en una habitación de la casa de Jesulín mientras que la de Umbrete suelta, sin el menor rebozo, todo tipo de barbaridades con absoluta normalidad (por cierto, en cualquier otro país del mundo, algunas de las cosas que se dijeron en el programa servirían para iniciar una investigación por parte del Fiscal de guardia, pero ésto, una vez más, es España).

La noche comenzaba con Desi a la edad de nueve años, y explicando, de aquella manera, las razones de su internamiento. Según contaban la protagonista y su padre, perdieron la patria potestad del niño tras un episodio de quema de contenedores en la vía pública, por lo que la Guardia Civil decidió intervenir.

Desi también afirmó que había visto a su padre perseguir a su madre con un hacha, y explicó que Modesto pasó días en el calabozo por unas marcas de correa en la espalda de su hermana. La susodicha llamaba para, hecha una furia, llamar “mala” y “bicho” a una Desi que simplemente se reía.

Las tramas fueron in crescendo y pasaron a hablar de cuernos: según Modesto, su mujer abandonó la casa familiar para marcharse con un hombre que había conocido a través de Internet, mientras que Desi afirmaba que el padre utilizaba a sus dos hijos como carabina para estar con sus amantes. Es más: la de Sevilla llegó a afirmar que Modesto tiene una hija secreta, de nombre Milagros, a la que Jorge Javier proponía acudir a Hay una cosa que te quiero decir.

La entrevista terminaba con otros dos episodios oscuros: Modesto reconocía haber pasado otra noche en el calabozo por un robo en una máquina tragaperras con el que negó tener ninguna relación; y Desi contaba un episodio que comenzó con una bronca por el aire acondicionado que terminaba con una camisa rota.

Así las cosas, el culebrón parece propio de una película de Almódovar, y, seguro, seguirá dando grandes momentos. Desde aquí propongo a Sálvame que creen una sección de Memorias en que Desi relate toda su vida de forma ordenada para que los espectadores entendamos los capítulos de la historia, porque lo del Deluxe parecía un avance de temporada de una serie de máxima audiencia.

De momento, la historia de Desi conseguía algo que no se producía desde la llegada de El Número 1: el programa consiguió plantar cara en share social al programa de Antena 3, con un 40% de share social cada uno, si bien el apagón en el programa musical disparó los porcentajes de los cantantes. Y es que, a pesar de que en audiencia El Número 1 esté siendo un absoluto desastre, su comportamiento en share social era admirable hasta anoche: siempre liderando con rotundidad colocando varios topics entre los mas tuiteados de la noche.