Se cumplieron los augurios y España quedó penúltima con solo ocho votos

Ni para los eurofans más positivos la canción de España tenía la más mínima posibilidad esta noche. Seguramente le echaremos la culpa a la ausencia de nuestros potenciales seguidores (Andorra y Portugal) o los amiguismo entre naciones pero lo cierto es que España no se toma en serio Eurovisión.

El grupo invitado en esta ocasión, El Sueño de Morfeo, no tiene perfil eurovisivo y aunque lo han intentado en la ciudad sueca, no han despertado el más mínimo interés. La canción, con toques celtas como la ganadora no ha cuajado nunca ni en España ni el resto de Europa. Un ritmo facilón, una puesta en escena muy simple y una interpretación que dejó que desear. La cantante empezó su número muy nerviosa y se notó falta de seguridad.

Como he dicho le echaremos la culpa a todos pero la culpa la tenemos nosotros, solo nosotros. En los despachos de Televisión Española respiran de felicidad al ver el resultado. No habría peor disgusto que España tuviera que organizar un festival cuyo coste ronda los 100 millones de euros. Para la economía de RTVE y sin la posibilidad de meter publicidad sería un agujero negro que haría inviable el festival en España. Por eso RTVE ni lo intenta. Cuando el público elegía la canción ésta despertaba interés al menos en el propio país y en las encuestas siempre nos habíamos movido en el top quince. Pero con "El Sueño de Morfeo" nunca hemos pasado del 22, había acuerdo en afirmar que la canción española era de las peores presentadas. Y las encuestas no han fallado.

El Gobierno ya tiene la excusa perfecta para solicitar la salida, al igual que hizo Italia por una temporada de Eurovisión. Éste es un festival complicado que hay que trabajar. Los cantantes hacen giras por los países participantes para ganarse los votos, es una gigantesca campaña electoral. Algunos países, como los ex-soviéticos ponen a funcionar la maquinaria para que su tema se conozca en toda Europa y que la noche del Festival solo tengan que recoger los resultados en forma de votos. Lo cierto es que las canciones hay que currárselas, no se puede presentar una canción que nunca habría triunfado en las listas españolas, hay que hacer letras y músicas a la medida del Festival.

El grupo de este año lo vio enseguida y se tomaron su actuación como una gigantesca promoción para su carrera. Lo consideran un regalo porque media Europa ha escuchado uno de sus temas, unos fines totalmente espurios que hace que el Festival vaya perdiendo prestigio año tras año.

La canción ganadora combina toques celtas con una puesta en escena armónica y tranquila. Ritmos variados y una preciosa interpretación de una flauta que se han metido en el bolsillo a los eurofans europeos. Aunque no hubo el acuerdo de canciones como "Fairytale" o la última ganadora Loreen con "Euphoria", la danesa enseguida empezó a distanciarse de sus competidoras. Tan solo la canción de Azerbayán (con una de las puestas más originales) pudo acercarse al dominio danés.

El año que viene todo a punta a que tendremos que viajar a Cophenague pero no está claro si tendremos o no candidato español. La polémica vuelve como después de cada resultado pésimo de nuestro país, se pondrá sobre la mesa si es o no rentable y algún grupo político preguntará cuánto nos ha costado el penúltimo puesto en Eurovisión. Luego el tema pasará y volveremos a presentar otro bodrio que nos dé el disgusto por enésima vez.

1 Dinamarca 281

2 Azerbaijan 234

3 Ucrania 214

4 Noruega 191

5 Rusia 174

6 Grecia 152

7 Italia 126

8 Malta 120

9 Holanda 114

10 Hungría 84

25 España 8