El programa intenta sacar juego a sus concursantes grandefratellizando del todo el formato, pero no lo consigue

Señores, que paren esto que me bajo. No es posible que se organice una repesca a un mes de la final porque los de dentro no dan juego y meter entre ellos a Juan Carlos y Edoardo. Yo ya no se si el poder susargista está empeñado en boicotear del todo el programa y hacerlo hundirse en audiencias, o si los que votan son directivos de Antena 3, pero lo cierto es que no podía haber salido peor la repesca. Entre cinco concursantes dos muebles y una presunta no es de recibo, y menos dejando en la calle a bombas de relojería como Lorena, Leti, Anabel o Noelia.

Al menos, y visto el percal, el programa decidió salvar a Saray para ver si, lejos de Iván, se suelta un poco más en el jacuzzi. Eso sí, tendrá que hacerlo rápido, pues Carlos dejará la casa el próximo jueves (tengo que felicitar, dentro de lo que cabe, al programa por como han hecho esto: el martes Antonio del Castillo pedía la expulsión disciplinaria por unos comentarios que mucha gente vio, pero que el programa no grabó; al día siguiente, la cadena informaba de exactamente eso, y ayer, después de repetir en varias ocasiones que “las palabras tienen consecuencias”, el programa modifica las nominaciones para que salieran nominados y expulsados una semana más tarde los autores de la broma de pésimo gusto. Repito: como la gravedad de los comentarios es bastante menor que los de Argi, aunque igualmente repugnantes, me parece la decisión más inteligente, por parte del programa, el dejar que sea la audiencia la que decida que sucede con los Gemelos Montoya (además de asegurarse una gala potente tras la previsible caída de audiencia de la de anoche) el próximo jueves) junto a su hermano.

Así las cosas, la Gala se montó en torno a una serie de enfrentamientos cara a cara entre concursantes y repescados, una idea calcada de Grande Fratello, y que vuelve a asesinar inmisericordemente las normas del formato: aislamiento, anonimato, etc (ya lo decía la propia presentadora, al burlarse del espíritu de Gran Hermano, ese que pide el retorno de Argi y habla de boicots a la cadena). En cualquier caso, hay que decir que los enfrentamientos fueron lo más destacado de la gala, y un acierto que, con otros repescados, hubiera dado mucho más juego, pero con los nombres que salieron de la “encuesta” poco se podía hacer: Juan Carlos, Edoardo y Giuls acompañaban a Igor en su camino a Guadalix.

Una encuesta que, todo sea dicho, sorprendió y mucho: ni Leti, con el foro más grande de España detrás (Forocoches), ni Lorena, tercera o cuarta en todas las encuestas, conseguían arrebatar el sitio a un Edoardo que nunca pasó del quinto puesto, y que consigue un hito histórico: es el primer concursante que entra tres veces en la casa en una misma edición (y probablemente con el mismo resultado: expulsión a la semana por mueble. Por cierto, sorprende, o no tanto, que Edo entre exactamente una semana después de que saliese Argi...).

Los encuentros dejaron buenos momentos entre Raki y Juan Carlos, y Raki y Giuls; cierta frialdad entre Kristian y Edo; y una guerra abierta entre Sonia e Igor. El vasco, defensor oficial de Argi en la gala, entró en la casa dispuesto a decirle a Sonia que es una falsa. La concursante se derrumbaba ante las palabras de su compañero, y no tardaba en retorcer la realidad de lo ocurrido con el vasco nada más salir del confesionario. La versión distorsionada de los hechos hacía montar en cólera a Kristian, que amenazaba con tener una conversación muy intensa con Igor durante la prueba semanal. Eso sí, por primera vez los deseos del Pelocho chocan frontalmente con los de la organización, que pretende volver a meter en la casa grande a Miriam, Igor y Edo. Kristian se enfrentaba al guión previsto afirmando que, si sus votos son los decisivos (que lo serán), Igor no volverá a entrar en la casa. Si el Pelocho mantiene su pulso con la organización el programa tendrá que inventarse otra cosa para asegurarse de que el triángulo vuelva a Guadalix.

Y es que, por si no os habíais dado cuenta, están en el Apartamento tres de los seis integrantes del montaje más vergonzoso y descarado de la historia del formato. Esa trama que a la presentadora aburría el lunes de la semana pasada, pero que, mucho me temo, aprenderá a amar en los próximos días: resumo para los que se hayan perdido capítulos del culebrón. Miriam entró a pocos meses de casarse con Mike. Dentro de la casa tonteó (e hizo otras cosas) con Igor, separado, pero no divorciado de Ainara, con la que tiene un hijo. Por esta relación entre las sábanas, Miriam fue expulsada días después de que su novio la dejase en directo tras vender en exclusiva la cancelación de la boda. Tras ser lapidada durante quince días, Miriam se reencontró con Igor el día de su expulsión, y, tres días después acudieron juntos al Deluxe. Allí aparecieron el resto de protagonistas/ oportunistas de esta trama: Amor, que afirmaba haber tenido un affaire con Mike; y Edo, que jugó al despiste en Twitter con lo ocurrido la noche anterior entre él y Miriam. Ahora, los tres vuelven a entrar, intuyo que para vendernos los próximos capítulos del culebrón: pelea con Igor, tonteo con los dos, acercamiento a Igor, reconciliación, y, si sus compañeros les dejan, edredoning, aunque no se con cual de los dos.

En cualquier caso, y aunque sea todo mentira, como lo de Saray e Iván, tendremos algo que comentar, porque si no, una vez se calme la marea argista, no se como vamos a rellenar los post. En cualquier caso, habemus carpeta, que ya iba haciendo falta.

Nominaciones

Kristian Nacho Saray

Sonia Yessica Saray

Susana Nacho Yessica

Gemelos Álvaro Yessica

Desi Nacho Gemelos

Álvaro Gemelos Saray

Raki Nacho Yessica

Nacho Saray Desi

Saray Nacho Álvaro