29
Jul
2013
Campamento de Verano: Noemí Merino o Maria Jesús y su acordeón, nueva concursante, entrevista Lucía Etxebarría en el Deluxe, y Desi visita a su padre Imprimir
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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Esta noche, segunda Noche de los Exploradores

Muy probablemente hoy comenzaremos a vivir el principio del fin de Campamento de Verano, y es que, tras el comportamiento de la audiencia durante la pasada gala todas las alertas están encendidas, tanto es así que, por eso, esta noche entrará un auténtico revulsivo al campamento con la intención de ocupar el espacio (demasiado grande) de Lucía Etxebarría, convertida, muy a su pesar, en la nueva estrella de la tele, y protagonista de la entrevista más comentada de la historia del Deluxe.

Pero vamos por partes. El pasado jueves la audiencia, no demasiado proclive a ver el Campamento de Telecinco después de lo ocurrido la noche anterior en Galicia, tuvo un comportamiento muy peculiar: fue subiendo hasta el abandono de Lucía, para abandonar el programa justo después, y regresar con la entrevista a la escritora, dejando muy claro que no le interesa lo más mínimo lo que ocurra dentro de ese campamento tras la salida de la Etxebarría.

Ante este comportamiento, previsible por parte de todos, el programa intentará esta noche reinventarse con la entrada de un peso pesado: nada menos que Noemí Merino, la protagonista absoluta de GH 12+1, que amenaza con revolucionar la vida en el campamento, y recuperar la audiencia perdida tras la salida de Lucía.

Sin embargo, la entrada de Noemí no creo que sirva para mucho. Lucía Etxebarría nos ha mostrado el suprarreality, un nuevo formato en el que una persona se encarga de poner en evidencia todos los errores y puntos oscuros de la producción de un programa, programa que, precisamente por eso, se convierte en un concursante más de un juego en el que los espectadores pueden ver algo nuevo después de trece años de telerrealidad.

Sinceramente, viendo cómo comenzó la primera gala del reality (con la denuncia de los Scouts, y la carta-testamento de Lucía en Facebook), pensé que habían entendido desde la producción del programa que ése, y no otro, es el camino para que un formato como el reallity siga funcionando tantos años después de su estreno. Pero no; aquella genial primera gala, al estilo y nivel del histórico Hotel Glam, fue sólo un espejismo. Enseguida la producción optó por intentar volver al reallity al uso, sin darse cuenta de que, tras la entrada de Lucía, ese formato estaba televisivamente muerto.

Así, y viendo la Lucíadependencia en que habían caído, el programa intentó rellenar las cuatro horas de gala con la señora de los perros, olvidándose de todos los demás (y, no lo olvidemos, sus representantes). Por eso, el resto de concursantes inició una campaña de acoso y derribo que terminaba el pasado jueves con la salida de la escritora.

A partir de esta noche se abre una nueva etapa (si el público lo permite) con la llegada de Noemí (¿alguien piensa en serio que va a entrar María Jesús y su acordeón?), que intentará rivalizar con Gaby y Olvido por convertirse en el centro de atención del campamento, una etapa en la que el programa intentará recuperar para la causa a las llamadas “noemistas”, poderoso grupo de presión capaz de conseguir que su modelo de conducta siguiese adelante en Gran Hermano, a pesar de todas las trabas puestas por el programa. Sin embargo, lo que parece haber olvidado el programa es que, tanto la propia aparición de las noemistas, como su actividad en Internet, tenía mucho que ver con la capacidad de expulsión por parte del público. Un formato en el que no tienen la menor oportunidad de decidir el expulsado es probable que no les interese lo más mínimo. Eso sí, la entrada de Noemí permitirá al programa ponerla al límite, pues la concursante canaria ya ha demostrado, con creces, su aguante ante los ataques del programa (entrada de Fael, entrada de Paolo, doble entrevista con la Milá, boicot en la final, etc), por lo que, si entra, y el programa remonta con ella, tenemos ganadora casi segura.

Y hablando de poner al límite, Lucía Etxebarría llegaba al Deluxe para ofrecer la entrevista más comentada en las redes sociales de toda la historia del programa. Ni los Belenazos, ni los polideluxe generaron tantos comentarios como la presencia de la escritora en el plató. Y es que no es para menos: pocas veces se puede ver en un programa como éste a una persona hundiendo un programa, una productora, una presentadora y cuatro colaboradores con tres frases (tampoco le dejaron decir muchas más).

Lucía llegaba al plató del Deluxe al más puro estilo Carmen Sevilla: con un papel en la mano y con cara de pocos amigos. Eso sí, esta vez el documento no era un comunicado amenazando a Karmele Marchante, sino algo mucho más destructivo: una baja por ansiedad firmada por la Seguridad Social a nombre de la escritora. Al comprobar el documento, a la productora se le cayó el alma a los pies, pues eran perfectamente conscientes de lo que significaba: el contrato firmado por Lucía, al igual que el que firman los concursantes de Gran Hermano, es un contrato laboral, contrato cuya validez jurídica no terminaba hasta el momento en que terminara la entrevista de Etxebarría.

Sin embargo, la aparición de una baja laboral obligaría, con la Ley Laboral en la mano, a la empresa a mantener contratada a la trabajadora hasta el fin de la baja y, esto es lo importante, con las mismas condiciones que el contrato original establecía, es decir, cobrando la cantidad que estaba cobrando por semana.

Ante este nuevo tablero de juego, el programa optó por el ataque furibundo, con la intención de desacreditar a la persona, pero lo único que consiguieron es que Lucía se marchase con un nuevo ataque de ansiedad que sólo empeora las cosas para la productora. Precisamente ese ataque indiscriminado era el que conseguía convertir la entrevista en Trending Topic, aunque para poner a caldo al programa y defender a una Lucía que ha sabido utilizar su papel para darle la vuelta a la tortilla. Cuando entró fueron muchísimas las críticas que se le hicieron por “venderse” a un programa como éste, pero ahora es ella la que ha conseguido llevarse a su terreno a los espectadores, y, de paso, ponerles en contra del programa.

Lucía daba su versión de lo ocurrido en los dos últimos post escritos en su blog, y lo hace para dejar claras algunas cosas: llegó al Deluxe engañada, y prometiéndole que iba a ser una entrevista light, y entró en el concurso también con mentiras, al prometerle que el programa, al emitirse en verano, sería mucho más tranquilo que otros reallities (en honor a la verdad hay que decir que el primer engaño me lo creo, pero el segundo me cuesta más. Si ya te la han jugado una vez, no vuelves a dejarte engañar por los mismos personajes).

Ayer mismo Lucía volvía a hablar del asunto, avanzando por el camino que parecía iba a emprender. La escritora pedía a Telecinco que la denunciase por decir que había sido acosada en el reality, ya que ella se lo estaba pensando, al tener que hacer frente a las tasas, y no estar segura de poder permitírselo. Además, utilizaba su blog para soltar, a modo de “cebos”, una serie de acusaciones que podrían dar mucho juego en el programa, si Lucía se prestase a entrar en el show bussiness: “¿qué concursante se está metiendo OMIFIN, qué concursante es adicto o adicta a los tranquilizantes, qué concursante fue condenado por agresiones a un mes de cárcel, qué concursante tiene autentico pánico a que se difunda un vídeo erótico que le hizo un novio?”.

Sin embargo, la vida sin Lucía continúa en la sierra de Gredos, y lo hará esta noche con el repaso a lo ocurrido en los últimos días. Veremos la enésima visita al Hospital (es precisamente por este uso irracional de los servicios sanitarios por el que la Sanidad Pública está en la situación que está), en esta ocasión de Modesto; la visita de Desi a su padre en la que puede ser su última semana; y la salvación, por parte del público, de uno de los tres nominados: Modesto, Olvido o Pedre.