Las asambleas dieron luz verde al pacto alcanzado entre sindicatos y empresas la tarde anterior

La huelga de basuras en Madrid ha llegado a su fin tras seis días de protestas. Los trabajadores del sector han votado mayoritariamente a favor de un preacuerdo que fue presentado por los sindicatos y las empresas concesionarias del servicio. Esta decisión se tomó en una asamblea celebrada el domingo, lo que ha permitido desconvocar la huelga indefinida.

El escrutinio de la votación ha arrojado un resultado claro y contundente:

Votos a favor del 'sí': 819

Votos en contra del 'no': 247

Este respaldo mayoritario indica una clara aceptación del acuerdo propuesto entre las partes involucradas, lo que ha llevado a la desconvocatoria de la huelga.

El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, ha emitido un comunicado en el que celebra la ratificación del acuerdo por parte de los trabajadores. En sus declaraciones, ha enfatizado que la normalidad en la ciudad se recuperará en las próximas horas. Además, ha expresado su agradecimiento hacia los ciudadanos de Madrid por su paciencia y comportamiento ejemplar durante los días de huelga.

La votación a favor del preacuerdo se produjo en un momento crítico, ya que el Ayuntamiento de Madrid había establecido un plazo para alcanzar un acuerdo. En caso de no lograrse un entendimiento entre los sindicatos y las empresas, el Ayuntamiento había advertido que recurriría a la contratación de empresas externas para la recolección de basura. Este plan de emergencia se implementaría a partir de la madrugada del domingo al lunes, lo que podría haber complicado aún más la situación.

Borja Carabante también comunicó que las concesionarias del servicio de basuras seguirían enfrentando sanciones por el incumplimiento de los servicios mínimos establecidos durante la huelga. Hasta el viernes, las sanciones acumuladas ascendieron a 1,6 millones de euros, cifra que aumentó a 2 millones el sábado. Además, se informó que las sanciones seguirían incrementándose a un ritmo de 400.000 euros diarios por cada día de incumplimiento.