El de Torres se llevó cuatro orejas y un rabo; y el de Los Santos tres orejas

La feria taurina de Alcalá de Henares ha culminado con un espectáculo que ha dejado una profunda huella en los asistentes, caracterizado por su emotividad, vibrante energía y apoteósico desarrollo. La corrida, compuesta por toros de la ganadería Román Sorando, ha sido testigo de actuaciones destacadas de los toreros Fernando Adrián y Víctor Hernández, quienes han demostrado su maestría y valentía en el ruedo.

Fernando Adrián ha sido el gran protagonista de la tarde, logrando una actuación memorable que culminó con el corte de un rabo, un reconocimiento máximo en la tauromaquia. Su faena más impactante fue con el quinto toro, donde, a pesar de sufrir una voltereta que puso en riesgo su integridad, logró sobreponerse y ofrecer una actuación llena de corazón y raza.

En su primer toro, un animal de buena condición, Adrián realizó una faena compacta y ligada, mostrando dominio y control. La estocada final fue efectiva, lo que le valió una oreja con fuerte petición de la segunda. Con el tercer toro, que mostró una encastada condición, Fernando cuajó una faena sólida y de mando, logrando otra oreja tras un golpe de descabello. La actuación más emotiva llegó con el quinto toro, donde su valentía y entrega hicieron vibrar al público, resultando en dos orejas y un rabo.

Víctor Hernández también brilló en la tarde, mostrando un crecimiento notable en su carrera. Su capacidad para entender a los toros y ejecutar faenas de gran calidad lo han consolidado como un torero a seguir. En su primer toro, Hernández mostró gran precisión y control, logrando una oreja tras una faena bien estructurada. Su actuación con el cuarto toro fue especialmente destacada, donde mostró clase y elegancia, culminando en dos orejas y la vuelta al ruedo del toro. Cerró la tarde con una buena faena al sexto toro, donde destacó en el toreo al natural, aunque falló con la espada, lo que resultó en una ovación del público.