A la misma hora que se producía la apertura del Año Judicial
Este 5 de septiembre, en Arganda del Rey, se llevó a cabo el acto de inicio del curso político del Partido Popular (PP) en la Comunidad de Madrid. Este evento fue significativo no solo por su carácter político, sino también por la decisión del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, de asistir a este acto en lugar de la apertura del año judicial, que tuvo lugar el mismo día y contó con la presencia del Rey Felipe VI y la presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional, comenzó su discurso agradeciendo a Feijóo por su decisión de no "normalizar lo que no es normal". Este agradecimiento se enmarca en un contexto de crítica hacia la situación política actual y la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. Ayuso destacó que el PP es un partido "más ordenado, cumplidor y digno" en comparación con otros actores políticos presentes en el evento.
Ayuso no escatimó en críticas hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien acusó de generar división en la sociedad española. Según sus palabras, Sánchez promueve el "choque contra todo", enfrentando a jueces, medios de comunicación y ciudadanos entre sí. Esta estrategia divisiva fue presentada como una forma de debilitar la cohesión social y política del país.
La presidenta de la Comunidad de Madrid se refirió a la apertura del año judicial, insinuando que la situación actual del Gobierno y la presencia de ciertos ministros, como el ministro Bolaños, son un reflejo de la corrupción y la falta de respeto hacia las instituciones. Ayuso cuestionó la legitimidad de la apertura del año judicial bajo estas circunstancias, sugiriendo que el evento estaba marcado por la corrupción y la falta de respeto a las normas democráticas.
Ayuso criticó a aquellos que, a su juicio, dan lecciones de "respeto institucional" mientras no respetan elementos fundamentales del Estado español, como la Corona, la bandera, la Constitución y el Parlamento. En su intervención, enfatizó que el respeto a la historia y a la unidad de España es esencial, y que la sociedad española no debe estar dividida en bandos.
Un punto central en su discurso fue la crítica al fiscal general del Estado, quien se encuentra procesado. Ayuso planteó la pregunta de si es respetuoso que una figura de tal relevancia, en medio de un proceso judicial, se dirija a la carrera judicial. Para ella, esta situación representa un nivel de corrupción sin precedentes, donde el fiscal general, al hablar a quienes le juzgarán, simboliza lo que ella denomina "sanchismo", caracterizado por una falta de respeto hacia las normas y una actitud autoritaria.
La intervención de Isabel Díaz Ayuso en el acto de arranque del curso político del PP en Madrid fue una clara manifestación de su postura crítica hacia el Gobierno de Pedro Sánchez y su gestión. A través de un discurso cargado de acusaciones y reflexiones sobre el respeto institucional, Ayuso buscó consolidar la imagen del PP como un partido que defiende valores tradicionales y la unidad de España, en contraposición a lo que considera una política divisoria del actual gobierno. Su retórica refleja no solo un llamado a la cohesión, sino también una estrategia para posicionar al PP como la alternativa viable en el panorama político español.
Durante su intervención, Díaz Ayuso centró gran parte de su discurso en criticar la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez, especialmente en lo que respecta a las incidencias en el servicio ferroviario. La presidenta del PP de Madrid argumentó que los problemas en el transporte ferroviario se deben a la falta de competencia y profesionalidad en las administraciones, afirmando que "ponen a los más inútiles al frente de las administraciones".
Ayuso contrastó la situación actual con la de épocas anteriores, donde, según su criterio, se priorizaba la colocación de personas con rigor y profesionalidad en puestos clave. En cambio, denunció que en la actualidad se eligen a personas que, aunque sean activistas, carecen de la capacidad necesaria para gestionar adecuadamente los organismos públicos.
La presidenta del PP de Madrid destacó que durante el verano, un 40% de los trenes han presentado problemas, ya sea quedándose averiados o llegando con retraso. Esta situación fue utilizada por Ayuso para ilustrar lo que considera una mala gestión por parte del Gobierno, sugiriendo que, a pesar de las dificultades, se intenta presentar una imagen positiva del servicio.
En un tono irónico, Ayuso mencionó que, a pesar de los problemas, el Gobierno podría anunciar que se ofrecerán "piscolabis" a los pasajeros de los trenes que se quedan parados, lo que consideró una forma absurda de manejar la situación. Su comentario enfatiza su crítica hacia la falta de soluciones efectivas y la tendencia del Gobierno a minimizar los problemas en lugar de abordarlos de manera seria.
Además Ayuso, realizó una serie de declaraciones contundentes en relación a las protestas pro Palestina que tuvieron lugar durante la Vuelta Ciclista a España. Ayuso expresó su rechazo a estas manifestaciones, señalando que su naturaleza violenta pone en riesgo tanto a los deportistas como a la imagen internacional de España.
Ayuso comenzó su intervención subrayando que las protestas no solo amenazan la integridad de los corredores de la Vuelta, sino que también dañan la percepción global de España. Afirmó que estas manifestaciones violentas dan la impresión de que el país atenta contra los deportistas, lo cual es inaceptable.
La presidenta hizo referencia a la historia de ataques contra participantes israelíes en eventos deportivos, recordando el atentado en las Olimpiadas de Múnich. Ayuso argumentó que la violencia contra Israel y el pueblo judío ha sido una constante a lo largo de la historia, y criticó que la sociedad parezca habituarse a esta situación.
Ayuso cuestionó la legitimidad de los motivos que alegan los manifestantes, sugiriendo que su interés por causas como la protección de los animales o la pobreza es "todo mentira". A su juicio, estas protestas son un disfraz para atacar a Israel, que considera la única democracia liberal en Oriente Próximo.
La presidenta planteó interrogantes sobre la construcción de túneles en Gaza, sugiriendo que la magnitud de esta infraestructura y los recursos empleados deberían ser objeto de análisis crítico. Preguntó sobre la procedencia del financiamiento y el tiempo invertido en su construcción, insinuando que estos recursos podrían haberse utilizado para proteger a la población civil.
Ayuso hizo hincapié en que los grupos más violentos, específicamente los etarras, son quienes más apoyan estas protestas. Los acusó de intentar "blanquearse" a través de lecciones morales, y subrayó que nadie desea la violencia, pero que estos grupos no deberían tener la autoridad para dar lecciones al respecto.
La presidenta también abordó el tema del acoso a personas en el País Vasco, señalando que a lo largo de los años se ha logrado expulsar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de la región, lo que permite que estas prácticas de intimidación persistan sin intervención. Ayuso instó a que se exija el mismo nivel de atención a los derechos humanos en más de 60 países que persiguen a minorías, como homosexuales y mujeres. Cuestionó por qué estas situaciones no generan la misma indignación que las protestas pro Palestina.
La presidenta también criticó el silencio sobre crisis humanitarias como el éxodo de venezolanos y cubanos, sugiriendo que los mismos grupos que protestan en defensa de Palestina están alineados con las dictaduras que provocan estas crisis.
Ayuso afirmó que la reciente propuesta de quita de deuda por parte del Gobierno tiene como objetivo "endosar las deudas" generadas por la malversación del independentismo a todos los ciudadanos españoles. Criticó la urgencia que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado a esta medida, sugiriendo que, a pesar de haber tenido siete años para abordar la situación, no ha hecho nada efectivo.
La presidenta utilizó la ironía para enfatizar que la quita es tan urgente como el cambio climático, sugiriendo que el Gobierno ha priorizado otras cuestiones sin atender las necesidades reales de las comunidades autónomas, especialmente Cataluña, que ha sido "arruinada" por decisiones corruptas del independentismo.
Ayuso destacó que esta quita implica un costo para todos los españoles, quienes, según ella, están financiando las acciones del independentismo. Afirmó que las deudas son una "estafa" para las nuevas generaciones, quienes heredarán una España profundamente endeudada, lo que limitará sus decisiones futuras.
Ayuso acusó al Gobierno de estar "fabricando una nación paralegal" de manera abierta, sin el uso de urnas ni procesos democráticos. Sostuvo que están creando una "república federal plurinacional" y que la creación de una nación catalana es evidente y ya no se oculta.
Para llevar a cabo este proyecto, Ayuso señaló que el independentismo necesita establecer "instituciones paralelas", expulsar al y crear una televisión pública en catalán, entre otros. Enumeró los elementos que, según ella, son necesarios para una nación, como fuerzas de seguridad propias, una hacienda propia y funcionarios específicos.
La presidenta del PP madrileño criticó la estrategia del Gobierno, que busca enfrentar a las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Ayuso argumentó que este enfoque ha fallado y que los líderes del PP son conscientes de que la confianza se basa en mantener unas cuentas públicas sanas y en la responsabilidad fiscal.
Ayuso advirtió que el legado del Gobierno actual comprometerá el futuro de los jóvenes españoles, quienes enfrentarán una carga de deuda que afectará su capacidad para tomar decisiones. Subrayó que permitir que se rompa España y que se ataquen los derechos de los catalanes es una forma de autoritarismo.
El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha expresado su fuerte desaprobación hacia el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un discurso en la apertura del curso político en Arganda del Rey. Feijóo ha criticado la presencia de García Ortiz en un acto del Tribunal Supremo a pesar de estar procesado, y ha acusado a Sánchez de fallar al Rey al permitir dicha situación.
Feijóo ha calificado de "inmenso error" que el fiscal general, que se encuentra procesado por un presunto delito de revelación de secretos, haya dado un discurso en la apertura del año judicial. En su opinión, es inapropiado que un fiscal en esta situación hable sobre la importancia de cumplir las leyes y perseguir a los delincuentes frente al tribunal que lo está investigando.
El líder del PP ha justificado su decisión de no asistir al acto, afirmando que no tiene una obligación constitucional de estar presente. Ha enfatizado que la situación del fiscal general es una "total anomalía" que no se debe normalizar, y ha expresado su alivio por no haber estado presente en el evento.
Feijóo ha respondido a las críticas del Gobierno sobre su ausencia, afirmando que es Sánchez quien falla al Rey Felipe VI al permitir que un fiscal procesado esté presente en actos oficiales. Ha enumerado ejemplos de cómo el presidente del Gobierno ha desatendido al jefe del Estado, sugiriendo que su comportamiento es una falta de respeto.
El líder del PP ha cuestionado la legitimidad de García Ortiz para seguir al frente del Ministerio Público, insinuando que sus vínculos con personas en situaciones comprometidas hacen que su posición sea insostenible. Ha expresado su "enorme pena" por la situación actual del sistema judicial en España, asegurando que los fiscales y jueces no merecen este tipo de circunstancias.
Feijóo ha prometido que, si su partido llega al poder, el Poder Judicial recuperará su independencia y actuará sin miedo a investigar a políticos. Ha enfatizado la importancia de un sistema judicial libre de influencias políticas y ha asegurado que su partido nunca fallará al jefe del Estado.
Feijóo ha descrito al Gobierno de Sánchez como carente de liderazgo y en una fase de desesperación. Ha afirmado que no están motivados por el servicio público, sino por el miedo, especialmente hacia la justicia, lo que les lleva a atacar a jueces y a evitar la convocatoria de elecciones. El líder del PP ha argumentado que el principal temor de Sánchez es la justicia, lo que lo lleva a desviar la atención hacia los jueces. También ha señalado que el presidente vive atemorizado por la posibilidad de que sus socios de gobierno lo echen, lo que lo lleva a ceder ante sus demandas.
Finalmente, Feijóo ha criticado la negativa de Sánchez a convocar elecciones, sugiriendo que su resistencia es comparable a la de un gato atrapado. Ha recordado que antes de Sánchez, solo Franco consideraba las elecciones como un inconveniente. |