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09
Mar
2019
La primera médico de Madrid se colegió hace más de un siglo PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por ICOMEMEl Colegio de Médicos recuerda a sus primeras colegiadas

El Colegio de Médicos de Madrid, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, quiere recordar a las primeras médicas colegiadas en esta institución. Así, la que según los archivos del ICOMEM dio el primer paso fue la Dra. Trinidad Arroyo Villaverde, nacida en Palencia en 1872,  cuyo certificado de inscripción tiene fecha de 21 de diciembre de 1908 y figura con el número 1.393. Y tras ella, la Dra. Elisa Soriano Ficher fue la segunda que perteneció a este Colegio, a partir del 10 de diciembre de 1919, y tiene el 2.534 como número de colegiada. Ambas se dedicaron al mundo de la Oftalmología.

En el sitio web de la Real Academia de la Historia se indica que la primera, Trinidad Arroyo, estudió Medicina en la Universidad de Valladolid entre 1889 y 1895 y que posteriormente empezó en Madrid su formación oftalmológica. Según manifestó en una entrevista en 1912, el gusto por la Oftalmología se le despertó mientras cursaba en Valladolid la asignatura de Cirugía. Ésta última le atraía más, pero creía que, a diferencia de la Oftalmología, las convenciones sociales le impedirían, por ser mujer, practicarla.

En 1896 defendió su tesis de doctorado acerca del efecto de ciertos preparados para uso oftalmológico sobre el normal funcionamiento de la musculatura ocular y fue la tercera y última tesis de autoría femenina leída en España durante el siglo XIX. Según las mismas fuentes, en 1898 regresó a su ciudad natal, donde abrió consulta de Oftalmología con su hermano. Contrajo matrimonio en 1902 con el Dr. Manuel Márquez, un compañero de estudios que se inició en la Oftalmología gracias a su influencia. A partir de su matrimonio, Trinidad Arroyo comenzó a presentarse y firmar sus trabajos como Trinidad Arroyo de Márquez.

Junto con su esposo mantuvo en Madrid una consulta privada entre 1911 y 1936, al tiempo que compartían su actividad docente universitaria. Su expediente también incluye un certificado, de 1 de julio de 1936, en el que el presidente del ICOMEM en ese momento, el Dr. José Velasco Pajares, escribía que hacía constar que “Doña Trinidad Arroyo ha de marchar a Inglaterra para realizar estudios relacionados con la organización del servicio de Enfermeras Profesionales (…)”, lo que pone de manifiesto su inquietud profesional y por la formación. Arroyo fue profesora auxiliar en la Facultad de Medicina y, de hecho, la primera mujer miembro de su claustro.

Por su parte Elisa Soriano Ficher también eligió Oftalmología como la Dra. Trinidad Arroyo. Obtuvo la licenciatura en Medicina en la Universidad Central en 1918 y el doctorado en 1919 con una tesis sobre tumores oculares y además, se convierte, posteriormente, en la primera mujer española en tener un cargo oficial en un hospital.

En 1927 la Dra. Soriano, que ya formaba parte de la Asociación Internacional de Médicas, fue nombrada presidenta de Medical Women International Association (MWIA). Además, aprobó las oposiciones y obtuvo una plaza en el cuerpo médico de la Marina Civil, convirtiéndose así en la primera mujer que desembarcó para ejercer su profesión. Allí trabajó durante todo un año como inspectora médico en dos líneas de pasajeros que cubrían el trayecto hasta América del Sur. Después de la Guerra Civil, la Dra. Soriano siguió trabajando como catedrática y oftalmóloga pediatra. En 1962, dos años antes de su muerte, recibió la Medalla de la Ciudad de Madrid.

La Dra. Elisa Soriano luchó durante toda su vida por la emancipación y la libertad de la mujer. Así, desde los años veinte formaba parte de numerosas agrupaciones feministas como la Asociación Nacional de Mujeres Españolas y la Juventud Universitaria Feminista (JUF). De los artículos que publicó en algunas revistas especializadas, como “La Medicina Social Española” y “El Siglo Médico” destaca el artículo “¿Por qué no se extiende más en España el estudiar la mujer la Medicina?”.

A estas mujeres les siguieron otras. En 1924 ya fueron dos las colegiadas en el mismo año: las Dras. M.ª Pilar Niño y Más y M.ª Luz Ocina Landa. Y, en 1926 ya eran cuatro: las doctoras Leonor Gaona Constante, M.ª Josefa Baldán Mateo, Josefa Chabas Martín y Antonia Martínez Casado. Entre las diez primeras también se encuentra la Dra. Ramona Sainz de Saniz que se colegió el 13 de octubre de 1927. Actualmente y, según el último censo de la institución, de fecha 7 de marzo de 2019, el número de colegiados es 45.035. De ellos, 25.094 son mujeres frente a 19.941 hombres.

 

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