Un Rodero abarrotado aplaudió la Zarzuela

Es una de las Zarzuelas de más actualidad, y no sólo porque esta semana comiencen las obras de remodelación de la calle que le da nombre, si no, sobretodo, porque, bajo la apariencia de un retrato costumbrista, “La Gran Vía” hace un repaso muy crítico con la sociedad española de finales del XIX, una sociedad, por cierto, con bastantes similitudes con la actual.

Así, “La Gran Vía” está considerada la obra cumbre de Federico Chueca, una obra que triunfó en el Madrid de 1886, y también en medio mundo, pues se representó en los teatros más importantes de la Europa de fin de siglo. Y es que, bajo la imagen del costumbrismo castizo, el libreto escrito por Felipe Pérez repasa los males endémicos de la España que retrató la Generación del 98, y además, con un toque ácido y pegado a la actualidad, males que se iban a terminar con la inauguración de la nueva calle el 30 de febrero.

Y el autor no iba desencaminado, pues el proyecto que da pie a Pérez para escribir la Zarzuela no es el que finalmente se pondrá en marcha para unir la Plaza de España con la calle Alcalá en 1910 y que ya tiene más de cien años de vida. Esta historia, en la que las calles y barrios de Madrid se enfadan con el Ayuntamiento por querer construir una nueva calle olvidándose de arreglar las que ya existen, era la que ponía sobre las tablas la Agrupación Lírica de Torrejón en una tarde de sábado en que consiguieron llenar el Rodero.

Así, durante una hora y cuarto el grupo, acompañado por el Ballet de Carmen de Córdoba, repasó algunos de los números más conocidos de la Zarzuela, como la introducción, el “Tango de la Menegilda”, la “Jota de los Ratas”, o la “Mazurca de los Marineritos”, clásicos todos ellos que forman parte del imaginario colectivo; junto a otros menos conocidos.