Jesús Hernández Gallardo
Este año ha sido nuestra segunda participación en la procesión de la Virgen del Carmen, tras hacerlo ya el año pasado. Quedamos tan satisfechos con ella que hemos querido repetir y sentir nuevamente tanta sensación satisfactoria, que nos dejó privados, como esos niños pequeños que encuentran en la planicie de su vida un estímulo que les saca de lo más habitual.
En los ensayos hemos ido ajustando las diferentes movilidades del paso, tratando de unificar criterios y, finalmente, lanzarnos hoy a una procesión plena de estímulos e integraciones.
Hemos estado anderos de tres hermandades, a lo mejor me quedo corto y éramos más, no lo sé con seguridad. Pero me he sentido como en mi propia hermandad, un ambiente cercano, partiendo de un sentimiento de cariño a la Virgen del Carmen, en estas fechas donde el calor aprieta de lo lindo, aunque ese revés del clima nunca será razón para importunar el homenaje.
Nos hemos ayudado, hemos compartido exigencia, sin escamotear ni un gramo de todo el conjunto de anderos y anderas. Una sensación de unidad, sabiendo todos que hoy éramos la Hermandad de la Virgen del Carmen, una advocación mariana que nos ha asociado de manera unánime, con la misma ilusión, el mismo cariño, las mismas ganas de enaltecer a nuestra Madre la Virgen del Carmen.
En España, la Virgen del Carmen es una de las advocaciones más queridas por la gente, por lo tanto, todo han sido facilidades por parte de las personas que componen en Torrejón de Ardoz esta fuerza del escapulario que genera un universo de expectativas. En la procesión hemos mimado a la Virgen en nuestros hombros, la hemos sentido cerca, la hemos mecido en diferentes calles y en la Plaza Mayor y la hemos alzado hasta el cielo, con ganas de impulsarla en volandas mientras nos respondieran las fuerzas.
La Misa de acción de gracias ha sido el momento de sentir el cariño de la gente propia de esa Hermandad; nos han agasajado con un bello diploma, cargado de palabras de cariño, de ese sentimiento que no cuesta expresar cuando es sincero y profundo. Gracias a todos vosotros por acogernos otro año más con la bondad expresada. Hasta siempre, Virgen del Carmen y la gente de su Hermandad. Gracias.
Jesús Hernández Gallardo
Hermano de la Vera Cruz
Torrejón de Ardoz |