Plantarán tres mezclas distintas de semillas para decidir si continuar o no con el proyecto Alcorques Vivos

El pasado mes de octubre, la empresa municipal Rivamadrid puso en marcha un proyecto piloto para naturalizar los alcorques de las calles. Estas zonas refugio cumplen un papel fundamental: además de su atractivo visual, contribuyen a captar fauna auxiliar para el control biológico de plagas y atraen a otros polinizadores, como mariposas, abejas o moscas de las flores, equilibrando el ecosistema urbano. Además, tienen una función pedagógica para la ciudadanía: ayudan a ser más tolerantes con la vegetación espontánea de las ciudades.

Una vez florecidos los alcorques, toca evaluar los resultados en las calles seleccionadas para decidir si se amplía progresivamente en el resto del municipio o si, por el contrario, no procede continuar. Las vías seleccionadas son: La Paz y San Isidro (barrio Este), Manuel Vázquez Montalbán (Centro) y Ricardo Zamora (Oeste). Se han escogido tres mezclas distintas de semillas ornamentales para evaluar su comportamiento y la interacción con elementos cotidianos: paso de transeúntes, mascotas o afección de coches aparcados.