El pasado sábado, jornada de Puertas Abiertas en la Plaza de los Santos Niños

El alcalde de Alcalá de Henares, Javier Bello, visitó a los participantes en la Jornada de Puertas Abiertas organizada por las Iglesias y Asociaciones Evangélicas del Corredor del Henares, que tuvo lugar el pasado sábado en el entorno de la Plaza de los Santos Niños.

El alcalde mostró interés por la información y agradeció los recursos que los pastores le facilitaron, expresando su respeto por las creencias religiosas de todos los ciudadanos y mostrándose de acuerdo con la necesidad de trabajar por la libertad, la integración y la convivencia en el marco de una sociedad plural.

Finalmente, los pastores le hicieron dos obsequios que el alcalde agradeció: un ejemplar de “Huellas del Cristianismo en el Arte. La música” y una Biblia del Siglo de Oro, edición especial de la traducción de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera.

Bajo el lema "Hay vida en Jesús", las iglesias evangélicas del Corredor del Henares celebraron el pasado sábado 25 de mayo su “Día de Puertas Abiertas”; un acto de carácter divulgativo que se desarrolló en un ambiente festivo y con una importante presencia de público, en la Plaza de los Santos Niños, en el casco histórico de la Ciudad del Saber y de las tres culturas: Alcalá de Henares.

El alcalde de la ciudad estuvo presente en el acto de apertura, y dirigió unas palabras de bienvenida y de reconocimiento hacia las iglesias evangélicas de la localidad y sus pastores, con quienes le une una buena relación personal e institucional. Le acompañaban en la plataforma el secretario ejecutivo del Consejo Evangélico de Madrid (CEM), Manuel Cerezo, además de varios pastores evangélicos de las iglesias de Alcalá de Henares y de otros municipios vecinos del Corredor del Henares.

El historiador protestante Gabino Fernández Campos fue el encargado de entregar al regidor alcalaíno, en agradecimiento por su participación en el acto, sendos ejemplares de la colección “Huellas del Cristianismo en el Arte”, publicados por el CEM.

La jornada comenzó muy temprano, especialmente para la avanzadilla que a partir de las 7:00 hs comenzó a montar los stands en todo el perímetro de la plaza, así como la plataforma, los equipos de sonido, etc., que completarían la estructura necesaria para el desarrollo del programa.

Tras el acto de apertura, que tuvo lugar sobre las 10 de la mañana, por la plataforma instalada de espaldas a la Calle Mayor desfilaron de forma consecutiva un variado número de artistas, coros, bandas y solistas, que amenizaron con sus himnos, canciones, números de mimo, payasos, guiñoles, etc., una jornada marcadamente festiva y testimonial.

La diversidad cultural e interracial fue una de las notas distintivas de esta cita. Tanto en los puestos informativos -de las alrededor de 20 iglesias y entidades participantes-, como en las intervenciones en la plataforma, podía evidenciarse uno de los signos más característicos de la historia reciente de las iglesias evangélicas en nuestro país: su papel integrador ante la oleada migratoria de la última década. Latinos de casi todos los países de Hispanoamérica; africanos; rumanos; y, en menor medida, ciudadanos estadounidenses y del norte de Europa, conviven y comparten su fe con evangélicos españoles de varias generaciones en el seno de las comunidades protestantes, en Madrid y en toda España.

El abanico generacional también es muy amplio, como lo son sus preferencias musicales; algo que también se puso de manifiesto en las diferentes participaciones artísticas, que abarcaron los más diversos géneros: desde himnos tradicionales,  interpretados por una banda sinfónica, hasta el rap interpretado por Néstor, un joven rapero dominicano; pasando por el pop, el rock, la Street Dance y todo tipo de estilos y variantes.

Diversidad étnica, cultural y artística, para expresar de forma armónica un mismo mensaje, una misma fe y la misma esperanza en “un Dios vivo”. Tampoco faltaron los testimonios personales; narraciones conmovedoras en primera persona de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, que en circunstancias muy distintas –algunos habiendo tocado fondo con adicciones a drogas y hogares destrozados; otros, personas “normales”, pero conscientes de su “vacío interior”- experimentaron un encuentro personal con Dios por medio de Jesucristo que “cambio sus vidas” y hoy caminan con la Biblia bajo el brazo, con esperanza y con propósito.

Uno de los objetivos principales de este Día de Puertas Abiertas, según podía leerse en un folleto publicado por la organización, era dar a conocer a los vecinos lo que los cristianos evangélicos piensan, dicen y hacen, intentando derribar algunos mitos que aún prevalecen en nuestra sociedad por causa del desconocimiento. “...existe todavía un gran desconocimiento en la sociedad española acerca de la realidad, el pensamiento y la fe de las comunidades evangélicas e, incluso en algunos casos, persisten tópicos alimentados por siglos de prejuicios e intolerancia religiosa, tan extendidos como infundados”.

Todo transcurrió como estaba previsto, para satisfacción de los organizadores y de las iglesias participantes, en un "clima de unidad y de armonía que hicieron que esta jornada, más que un Día de Puertas abiertas, se convirtiera en un día de Cielos abiertos en el que resultaba fácil imaginar, por encima de ese diáfano día soleado, la sonrisa complaciente de Dios”, según explicaban.