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18
Abr
2012
Los trabajadores municipales de Alcalá revientan, por tercera vez, el Pleno PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Alcala de Henares
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El Pleno de Alcalá volvió a no ser normalLa subida del agua se quedó sobre la mesa

Otro Pleno para no recordar el vivido ayer en Alcalá. Una vez más los protagonistas fueron los trabajadores municipales, cuyos gritos y pataleos dificultaron el transcurso de la sesión, y es que el convenio colectivo está muy lejos de firmarse. Los dos bloques, Gobierno y sindicatos, continúan enrocados en sus posturas, y conduciendo al Ayuntamiento de la localidad a una auténtica guerra fratricida.

En esta ocasión, la estrategia sindical siguió una doble variante: algunos de ellos se quedaron a las puertas del Plenario montando escándalo, mientras que otros entraron en el Salón para, en un momento determinado, sacar pancartas y patear el suelo, provocando que el alcalde tuviera que recurrir a las Fuerzas de Seguridad, y amenazase con la imposición de sanciones.

El griterío fue la constante durante el Pleno, pero no fue la única noticia. La primera llegaba a los pocos minutos de iniciarse la sesión: el alcalde dejaba sobre la mesa el punto 3 del Orden del Día, es decir, la subida de un 2,5% del precio del recibo del agua que pagan los alcalaínos. La portavoz de IU valoraba ayer la retirada del punto: “El PP sabía que se iba a encontrar con una fuerte oposición en el debate plenario. Y sabía, además, que con el pliego de condiciones en la mano y la actual coyuntura económica, no era de recibo que el PP castigara a todos los vecinos con una nueva subida de impuestos en el recibo del agua”, sin embargo, Pilar Fernández anuncia que la guerra continúa: “Izquierda Unida exigirá al equipo de gobierno que solicite de manera urgente y sin mayor dilación a la empresa Aguas de Alcalá que presenten los últimos tres Balances y Cuentas de Resultados de la empresa, acompañados de la correspondiente documentación económica y financiera, para, tras proceder a su estudio, iniciar el expediente municipal para la recuperación del servicio y la creación de una empresa mixta o un EPE que o gestione de forma directa”.

Y después de dar cuentas, comenzaba la parte de control, con las mociones de España 2000. El Grupo Mixto pedía cosas como que se revisase el Programa IRIS, que se rechazasen las afirmaciones del Iman de Tarrasa, o que se hiciesen públicas las retribuciones a grupos políticos, pero, como ya es habitual, las tres mociones se rechazaron sin ningún debate.

Las mociones de UPyD fueron, por su parte, aprobadas, si bien generaron algo de debate. De tal manera que la moción sobre tráfico de armas fue votada a favor por todos los grupos menos por Grupo Mixto, que calificó el texto como “muy bonito”; la moción sobre equiparación de cotizaciones sociales de los parlamentarios de la Asamblea derivó en una pregunta directa al alcalde sobre el particular, a la que Bartolomé González respondió diciendo: “no lo sé, yo no tengo nomina de la Asamblea”, pero salió adelante con los votos de PP, IU y UPyD, la abstención de Grupo Mixto y el voto en contra del PP. Las otras dos mociones, sin embargo, eran aprobadas por unanimidad, modificando los horarios de la OMIC, y pidiendo un inventario de los bienes municipales.

Una de las mociones de IU, como era de esperar, fue la que más debate suscitó. La reprobación de Reig Plá por su polémica homilía era rechazada con los votos negativos de PP y Grupo Mixto, y la abstención de UPyD, y dejaron solo en la defensa a IU, y al PSOE, que presentó una enmienda. Precisamente este partido explicaba su postura: “lejos de criticar las declaraciones del prelado relacionando la homosexualidad con enfermedad y con la prostitución, el alcalde manifestó su gratitud al Obispo por la imagen que da de Alcalá. Son unas  afirmaciones inaceptables de un Obispo metepatas que daña la imagen de Alcalá”, afirmaban.  Javier Rodríguez Palacios exigió una “rectificación” y recordó que “este Obispo es el mismo que ofició una Misa con la bandera franquista, que a las mujeres que sufren violencia las aconseja tener paciencia y resignación o que dice que la homosexualidad es una enfermedad”. El Portavoz señaló como “hay 80 Obispos en España y ninguno sale en los medios por barbaridades de este tipo”, y reiteró que “apoyo y respeto totalmente a los creyentes, y reconozco el importante papel de los más de 4.000 cofrades de nuestra ciudad, pero la imagen que da el Obispo de nuestra ciudad es lamentable y debe rectificar”.

El resto de las mociones de IU se aprobaron por unanimidad, es decir, el Pleno aceptó que no haya recortes de personal en servicios sociales, que se conceda una medalla a la Asociación de Vecinos de El Val, y que se inste a Fomento a encender las luces de la nueva Nacional II. Sobre este punto el alcalde explicaba: “la razón por la que no tenemos competencia es porque aún no están recepcionadas”.

Las mociones socialistas también salieron adelante, generando cierta polémica la relativa a los profesores. Yolanda Besteiro mostraba su satisfacción por “conseguir que la petición realizada desde la Asociación de Profesores de Alcalá para realizar una carrera reivindicativa de relevos haya salido finalmente adelante” pese al voto en contra del equipo de Gobierno. Besteiro denunció como “esta petición  había sido denegada de forma injustificada por el equipo de Gobierno” las semanas precedentes y cuestionó las verdaderas razones que motivaron esta postura señalando que “no era la primera vez que se les deniega la celebración de un acto para reivindicar por un lado la defensa de la escuela pública y denunciar los continuos ataques que se están produciendo tanto desde la Comunidad d Madrid como desde el Gobierno de Mariano Rajoy”.  Sin embargo la polémica la iniciaba el alcalde, cuando afirmaba que no se podía porque “el trayecto era muy largo, y requería 120 policías”, a lo que IU pidió que esos datos se entregaran en la comisión correspondiente.

La petición de garantizar un número de plazas en la nueva Residencia Alejo Carpentier también salía adelante y por unanimidad, Representantes del colectivo APHISA intervinieron y apoyaron la moción defendida por la edil socialista Mónica González que recordó que “esta Residencia ha sido pagada del bolsillo de todos los alcalaínos y ahora anuncian que su gestión será privada, lo que supone un incremento en el coste de las plazas inasumible para muchas familias”. También salían adelante con la aquiescencia de todos los grupos las mociones relativas a la mejora de instalaciones de “El Pipe”, y al aumento de frecuencia de los trenes de cercanías.

 

 

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