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27
May
2012
Comienza el juicio contra una alcalaína acusada de intento de asesinato PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Alcala de Henares
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Le clavó unas tijeras de cortar pescado a su vecina de 87 años en el cuello

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid celebra el próximo jueves, 31 de mayo, a partir de las 10:00 horas, una vista por los delitos de asesinato en grado de tentativa y robo con violencia contra María Isabel P. G., para la que el Ministerio Fiscal solicita una pena de dieciocho años de cárcel.

 

Siempre según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, la procesada, que vivía en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, se dirigió el 30 de abril de 2010, en torno a las 14:00 horas, a la vivienda de su vecina Eusebia Romana, de 87 años de edad en el momento de los hechos. Prevaliéndose de la situación de superioridad física y de edad (la acusada tenía ese día 46 años) le propinó un empujón para, inmediatamente y ya en el interior de la vivienda, cerrar la puerta de entrada. Acto seguido, y esgrimiendo unas tijeras de cortar pescado, con la intención de acabar con la vida de Eusebia, se las clavó repetidamente en la cabeza y en el cuello. La víctima logró zafarse de María Isabel y se dirigió al dormitorio con la intención de ocultar dentro de una almohada 400 euros que escondía en un armario.

Fue en ese momento cuando la procesada le quitó los 400 euros junto con un monedero en el que había otros 21 euros. Llegados a este punto, María Isabel rodeó el cuello de la anciana con una toalla de baño y presionó con fuerza hasta intentar asfixiarla. No lo logró, de modo que, arrastrándola mediante la toalla, la condujo hasta un sofá donde reiteradamente le golpeó en la cabeza, en el cuello y en las extremidades superiores con un trozo de madera en cuyo extremo había un clavo, objeto con el que se hizo aprovechando uno de los brazos del sofá. Ante la imposibilidad de acabar con la vida de Eusebia y de ejecutar, según la Fiscalía, todas las acciones contra ella con el ánimo de intensificar el dolor de la anciana, María Isabel abandonó el domicilio con el dinero anteriormente mencionado.

 

 

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