La imagen visitó el Palacio Consistorial

Este lunesAlcalá de Henares celebró la tradicional procesión de regreso de su patrona, la Virgen del Val. Este evento, que comenzó a las 19:00 horas en la Ermita del Val y culminó en la Catedral Magistral alrededor de las 22:00 horas, reunió a autoridades, hermandades, cofradías y numerosos vecinos de la ciudad en un ambiente festivo y de devoción.

La jornada se caracterizó por un clima favorable, con cielos despejados y temperaturas que apenas alcanzaron los 20 grados, lo que facilitó la participación tanto de los anderos como de los asistentes. Este respiro climático fue especialmente apreciado tras días de intenso calor, permitiendo que los participantes disfrutaran de la procesión con mayor comodidad, incluso usando prendas de manga larga, algo inusual para esta época del año.

La procesión se dividió en cuatro partes principales, cada una con su propio significado y actividades. La primera etapa comenzó con la salida de la Virgen del Val, que fue portada al hombro por Damas y Caballeros Legionarios de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares. Estos voluntarios, que representaban diversas unidades, se distinguieron por los colores de sus pañuelos. La salida estuvo acompañada por la música militar de la Base Príncipe de la Brigada de los Almogávares VI de Paracaidistas, así como por la escolta del Grupo Logístico Paracaidista, que portaba el estandarte de la unidad. La procesión avanzó por la avenida Virgen del Val y el paseo del Val, dirigiéndose hacia la plaza Puerta de Aguadores.

Al llegar al Convento de las Carmelitas Descalzas del Corpus Christi, se llevó a cabo una ceremonia de bendición y entrega floral por parte del obispo, Mons. Antonio Prieto Lucena. En este punto, se unieron a la procesión diversas autoridades, incluyendo la Corporación Municipal, autoridades civiles y militares, así como la Banda de la Brigada ‘Almogávares VI’ de Paracaidistas, quienes fueron reconocidos como ‘Cofrades de Honor’.

La tercera parte de la procesión, que se desarrolló alrededor de las 21:00 horas, fue la más institucional. En este momento, la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, colocó el bastón de mando municipal a los pies de la Virgen del Val, renovando así el voto perpetuo de fidelidad de la ciudad hacia su patrona. Este gesto simbólico reafirmó el reconocimiento de la Virgen como Alcaldesa Perpetua de Alcalá, una tradición que se ha mantenido a lo largo de los años.

Tras la ceremonia en el Ayuntamiento, la Virgen fue llevada hacia la Catedral, pasando por la plaza de Cervantes y adentrándose por las calles Santa Úrsula y Escritorios. Al llegar a la plaza de los Santos Niños, los Almogávares de la Brigada Paracaidista realizaron una parada militar, donde cantaron ‘La Muerte no es el Final’ y la Oración Paracaidista. Posteriormente, los soldados se retiraron hacia la calle Santa Úrsula, regresando al frente de la Catedral entre los aplausos de los vecinos.