 Llevaba cuatro años luchando contra el cáncer
Las Comisiones Obreras del Henares lloran la muerte de Narciso Valle Salomón, un referente en el ámbito de la solidaridad internacionalista con Cuba, su patria de corazón, miembro del Consejo Político de la Asamblea de IU Alcalá de Henares y, sobre todo, parte fundamental de las CCOO del Henares. Compañero del metal, de los de antes, de los de siempre, delegado de CCOO hasta el día en que dejó la vida laboral activa.
Los últimos coletazos de la crisis de 2008 dieron al traste con la empresa en la que trabajaba como soldador. Tuvo relativa suerte, ya que el cierre le cogió con una edad cercana a la jubilación y afrontaba el futuro con unas ganas tremendas de disfrutar de su familia y su “negra”, la moto que era parte inseparable de él.
Hay quien se llevó alguna que otra colleja cuando le llamaban “mini Che”, pues no era menos revolucionario, aunque sí bastante más bajito. Cuando comenzaba a disfrutar de su nueva vida, el maldito cáncer le atrapó.Pero el “bicho” nunca le doblegó. Sabiendo que el diagnóstico que tenía era prácticamente una sentencia de muerte se dispuso a navegar la tormenta, a la vez que a disfrutar del “rato” que le quedara entre los suyos. Cuatro años de travesía que asumió con tranquilidad, con la paz que otorgan una vida plena y una conciencia tranquila. Incluso él mismo se encargó de hacer saber a sus dos organizaciones del alma que junto a su féretro quería que le acompañaran sus banderas.
Así ha sido, ayer, cual guarda de honor que le velara, estuvo acompañado por la bandera de las CCOO, la del PCE, la Republicana y la de su querida Cuba. También por su chaqueta de motero, la del “Yayo Siso”. Hasta hace bien poco se le podía ver cabalgar a lomos de su “negra” por las carreteras comarcales. Quizás, de manera no consciente, queriendo escapar, dejar atrás el maldito cáncer que le comía por dentro.
Que la tierra te sea leve, compañero, descansa tranquilo. Como tú querías, tu Secretario General te acompañará hasta el final, junto a muchos/as camaradas más. Sabes que aunque ya no estés, siempre serás parte nuestra y que seguiremos alimentándonos de tus enseñanzas y de quienes también nos dejaron.
Porque fuisteis, somos, porque somos, serán.
Lástima que esta maldita pandemia no nos deje despedirte como te habías ganado y merecías, pero encontraremos el momento oportuno de recordarte y revivirte.
Ve tranquilo, has dejado buena simiente, “Anita Dinamita” y toda tu gente continuará con tu lucha, nuestra lucha; ya las conoces, ya nos conoces... |
