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23
Jul
2023
El MAR recibe los rostros humanos de Tartessos encontrados en Casas del Turuñuelo PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Sociedad Alcalá
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Foto cedida por CAMSe incorporan a la exposición, que sigue abierta hasta el 24 de septiembre

La Comunidad de Madrid suma cinco rostros humanos tallados en piedra a la exposición Los últimos días de Tarteso en el Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, la ha visitado para conocer esta incorporación y allí ha afirmado que “este importantísimo hallazgo plantea un cambio de paradigma en el mundo tartésico, ya que en un principio se creía que no era proclive a la representación de figuras antropomorfas. La aparición frecuente de betilos (representaciones u ofrendas religiosas no figuradas) así parecían confirmarlo. Gracias a la cesión temporal por parte de la Junta de Extremadura y al Museo Arqueológico de Badajoz, los madrileños podrán visitarla hasta el 24 de septiembre”.

Pocas semanas después de la inauguración, el equipo de excavación e investigación del yacimiento extremeño de Casas del Turuñuelo presentó el descubrimiento de unos rostros tallados en piedra que suponen la primera representación humana del mundo tartésico.

Se trata de varios fragmentos de escultura de piedra correspondientes a cinco cabezas que formarían parte de un relieve, dos de ellas en muy buen estado de conservación a pesar de haber sido destruidas y haber estado sometidas a los rigores del incendio del edificio. Fueron hallados en el yacimiento durante la campaña de excavaciones realizada entre febrero y mayo de este año.

Éstas pueden pertenecer a dos personajes divinos o humanos, con un estilo artístico muy similar, donde destaca especialmente la delicadeza de sus rasgos físicos y la originalidad de sus tocados, que parecen imitar llamaradas. Ambas cabezas portan sendos pares de arracadas o pendientes fusiformes –uno simple y otro geminado– del mismo tipo que los que se han documentado en algunas tumbas tartésicas, destacando en especial los procedentes del santuario de Cancho Roano que se muestran en esta exposición.

Los últimos días de Tarteso, inaugurada el pasado 28 de marzo en el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, está comisariada por Sebastián Celestino Pérez, miembro del CSIC y director del Instituto de Arqueología de Mérida, y por Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid.

Desde su apertura, ya ha sido visitada por más de 40.000 ciudadanos, y debido a su amplia repercusión ha sido necesario reimprimir los dos catálogos editados con ocasión de la muestra.

Se puede visitar tanto por libre en el horario habitual del Museo (de martes a sábado, de 11:00 a 19:00 horas y los domingos y festivos, de 11:00 a 15:00 horas), como mediante visitas guiadas los fines de semana y festivos en diversos horarios (sábados a las 12:00, 13:00, 16:00 y 17:00 horas; domingos y festivos a las 12:00 y 13:00 horas), en ambos casos de forma gratuita.

La exposición reúne 230 piezas procedentes de nueve instituciones: Instituto Valencia de Don Juan, Museo Arqueológico Nacional, Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, Museo de Cáceres, Museo de Cádiz, Museo de Huelva, Museo de la Ciudad de Carmona, Museo de Santa Cruz, y Museo Nacional de Arqueología de Portugal.

Ofrece, por vez primera, una mirada integral sobre Tarteso, una cultura envuelta desde la antigüedad en un halo de misterio por la visión legendaria transmitida por los griegos, que la identificaban como el fin del mundo conocido al cual Hércules fue a realizar el décimo de sus trabajos.

Los últimos hallazgos arqueológicos han posibilitado un conocimiento más certero de la realidad histórica de esta civilización que empieza a formarse en el suroeste de la Península Ibérica en torno al siglo VIII a.C. hasta su colapso en el siglo VI a.C.

Es precisamente esta época de último esplendor a la que alude el título de la muestra, sobre todo en lo referente a los yacimientos extremeños, Cancho Roano y Casas del Turuñuelo, un templo palacial aparecido en el año 2015 en el Valle del Guadiana y cuyo estudio está revolucionando el conocimiento de esta época, desde la propia arquitectura de origen oriental del edificio, pasando por el enorme sacrificio de animales aparecido en el patio central hasta los innumerables objetos y materiales de origen oriental y mediterráneo.

El interés del yacimiento Casas del Turuñuelo ha motivado que la muestra finalice con la reconstrucción a escala 1:1 del patio del mismo, en el que fue hallado un colosal sacrificio de más de cuarenta caballos.

El Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid acaba de incorporar a su exposición temporal Los últimos días de Tarteso las cinco esculturas de rostros humanos en piedra aparecidas este mismo año en el yacimiento extremeño de Casas del Turuñuelo. El hallazgo de Los primeros rostros de Tarteso ha supuesto un acontecimiento cultural de primer orden por lo que la incorporación de la vitrina con estas fabulosas figuras representa una oportunidad única de admirar en vivo uno de los más importantes hallazgos recientes para la arqueología española.

Las esculturas, exhibidas gracias a la cesión temporal por parte de la Junta de Extremadura y del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, podrán contemplarse en Alcalá de Henares hasta el 24 de septiembre, fecha de finalización de la exposición.

Los primeros rostros de Tarteso, fascinantes por la delicadeza de sus rasgos físicos y la originalidad de sus tocados, pudieron pertenecer a personajes divinos o humanos y fueron fabricadas con un estilo artístico muy similar. Las piezas halladas se componen de varios fragmentos de escultura correspondientes a cinco cabezas que formarían parte de un relieve, dos de ellas en muy buen estado de conservación a pesar de haber sido destruidas y haber estado sometidas a los rigores del incendio del santuario del Turuñuelo cuando este fue abandonado. El descubrimiento de estos rostros tallados en piedra ha supuesto además un cambio de paradigma ya que se trata de la primera representación humana del mundo tartésico, considerada hasta ahora una cultura anicónica, es decir, sin representaciones de la figura humana.

Hay que recordar que Los últimos días de Tarteso, la muestra que ahora se enriquece con la incorporación de estos rostros humanos, es la primera gran exposición dedicada a la civilización tartésica. A través de sus 248 piezas, ahora 253, ofrece una visión integral sobre esta cultura legendaria y permite recorrer el suroeste de la península en aquel periodo histórico, mostrando la transformación que para ese territorio supuso la influencia de las tradiciones orientales llegadas por el Mediterráneo para la evolución de la cultura indígena. Un recorrido excepcional desde sus orígenes hasta su desaparición a partir del s. VI a.C.

Precisamente el símbolo del colapso de esta civilización es la hecatombe, tras un banquete ritual, aparecida en el patio central de Casas del Turuñuelo, reconstruido a escala 1:1 para los visitantes de la exposición y que sirve como colofón a la misma. El estudio de este yacimiento, un templo palacial aparecido en el año 2015 en el Valle del Guadiana, está revolucionando el conocimiento de esta época, tanto por la propia arquitectura del edificio como por los innumerables objetos y materiales de origen oriental y mediterráneo aparecidos en el mismo. Buena parte de ellos pueden verse en la exposición, ahora acompañados por estas nuevas esculturas enigmáticas y asombrosas, Los primeros rostros de Tarteso.

 

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