Si se cumplen los plazos, la jornada electoral se celebraría el 24 de diciembre

Viendo como la única solución matemática pasa por una gran coalición, un pacto con Puigdemont, o una sorprendente alianza entre PNV y VOX, todo apunta a que España volverá a las urnas a finales de año, y además en una fecha muy señalada si se cumplen exactamente los plazos que marca la Ley.

El calendario se ponía en marcha tras la jornada electoral, y lo hacía con una primera etapa importante que se celebrará dentro de dos semanas. El próximo 17 de agosto se constituirán, en sesión solemne, las dos cortes, Congreso y Senado, con la toma de posesión y la jura del cargo de sus miembros.

Desde ese momento el rey iniciará la tradicional ronda de consultas, al mismo tiempo que se ponen en marcha los grupos parlamentarios, la junta de portavoces, las comisiones y la mesa de las Cámaras. Esta ronda de contactos terminará cinco días después de la constitución de los grupos políticos, es decir, aproximadamente, el 31 de agosto, fecha en la que el Rey debe proponer candidato a la Presidencia del Gobierno, siempre y cuando alguno de los 350 diputados del Congreso se proponga para ello.

Con la llegada del mes de septiembre, el Congreso comenzará a tener un calendario de Plenos, y la primera fecha disponible es el 6 y 7 de septiembre, días en los que se podría celebrar el Debate de Investidura si Feijóo o Sánchez deciden intentar convertirse en Presidentes del Gobierno,

Si el candidato consigue los suficientes apoyos, sería nombrado el 7 de septiembre y tomaría posesión del cargo el 8 de septiembre. Pero si esta primera votación termina con fracaso se activan los dos meses que marca la Ley para la disolución de las Cámaras. Así, si antes del 7 de noviembre no hay un Presidente elegido, ese mismo día se disolverán las Cortes Generales, poniendo fin a la Legislatura, y abriendo la precampaña electoral. Desde ese momento vuelven a activarse las prohibiciones que marca la LOREG, y se pone en marcha el calendario de los comicios.

A las doce de la noche del 8 de diciembre, en pleno puente de la Constitución, y en el Día de la Inmaculada, comenzará la campaña electoral que, como es habitual, se prolongará catorce días, hasta el 22 de diciembre, el día del Sorteo de la Lotería Nacional. El 23 de diciembre, jornada de reflexión, precederá a una inédita jornada electoral en plena Nochebuena, que obligará a cambiar una de las tradiciones más importantes del país. Evidentemente, en plena jornada electoral sería difícil que se emitiese el mensaje del Rey, más que nada porque a las nueve hora de emisión, comenzarían a aparecer los primeros resultados electorales.

Pero hay formas de parar este endiablado calendario. Así, por ejemplo, la más obvia es que haya Presidente del Gobierno antes de la repetición electoral, pero no es la única: el 7 de septiembre es la primera fecha de celebración de pleno en el Congreso de los Diputados, pero no necesariamente tiene porqué debatirse la Investidura en ese Pleno. Así, si el Congreso decide retrasar dos o tres semanas el Debate de Investidura el calendario esquivaría las fechas navideñas para celebrar las elecciones el 14 o 21 de enero.