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22 Mar 2025 |
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No se limpia a fondo desde hace treinta añosComo si de un signo apocalíptico se tratase, el tiempo en la Puerta del Sol se va a congelar durante, al menos, dos semanas, y es que el Reloj de la Casa de Correos dejará de dar la hora para someterse a una limpieza a fondo. Este mantenimiento es crucial para asegurar que el mecanismo siga funcionando correctamente en el futuro. Según Jesús López Terradas, uno de los relojeros encargados de la restauración, la última vez que se desmontaron las piezas del reloj fue en 1996. López estuvo presente en ese procedimiento, lo que le otorga una perspectiva valiosa sobre el estado actual del mecanismo. El reloj ha estado en funcionamiento continuo durante 30 años, lo que ha llevado a un desgaste significativo de sus componentes. López explica que el mantenimiento no es solo una cuestión de limpieza estética, sino que es esencial para evitar que el mecanismo se vuelva inservible. La limpieza se ha vuelto urgente al detectar que el reloj estaba "perdiendo fuerza" gradualmente. La restauración se llevará a cabo en tres fases distintas para minimizar el tiempo que el reloj estará inactivo. Primera Fase: Intervención de los elementos que producen el sonido de las campanas en los cuartos. Esta fase comenzó recientemente y fue durante la noche del martes al miércoles que el reloj dejó de sonar por completo. Segunda Fase: Se prevé que la próxima semana se detenga completamente el minutero, momento en el cual se desmontará el mecanismo principal para su limpieza y ajuste en el taller. Esta fase durará aproximadamente una semana. Tercera Fase: Está programada para dentro de dos semanas, cuando se reinstalará el movimiento del reloj y se reconectarán los sonidos de las campanas, devolviendo al reloj a su funcionamiento normal. López ha asegurado que, en total, las agujas del reloj estarán paradas solo una semana, priorizando una restauración que minimice el tiempo de inactividad. A diferencia de la intervención de 1996, donde el reloj fue completamente desmontado y trasladado a un taller externo, el proceso actual es más rápido y menos invasivo. En la anterior restauración, el reloj fue sometido a un proceso más exhaustivo debido a su mayor desgaste y a la restauración integral del edificio que lo alberga. En esta ocasión, solo algunos componentes, como el sistema de sonoridad de los cuartos, han sido llevados al taller, mientras que la mayoría del trabajo se realiza en el lugar. Esta estrategia busca reducir el tiempo de inactividad del reloj. |