Según explican, se sienten "ninguneados y maltratados"

Mientras se ha hecho de la hostelería de Madrid un emblema, la patronal que representa a los pasteleros artesanos o a las heladerías artesanas ningunea y maltrata a las personas que diariamente elaboran los productos que les dan beneficios.

La Asociación de empresarios artesanos de pastelería y panadería de la Comunidad de Madrid está manteniendo una posición lamentable en la mesa de negociación del convenio colectivo del sector del Comercio e industria de confitería, pastelería, bollería, repostería, heladería y platos cocinados.

Durante los meses más duros de la pandemia, el personal de las empresas afectadas por este convenio ha mantenido la actividad debido a su carácter de esencial. A pesar de que algunos sectores como el de catering y eventos han sufrido drásticas caídas en las ventas, otros como el de platos cocinados, pastelería durante las campañas álgidas del año o servicio en barra han mantenido o incluso incrementado las cifras respecto al año anterior.

Desde el inicio de la negociación en marzo de 2020, la patronal no ha mostrado ningún interés en mantener un diálogo real, demorando en demasía la celebración de reuniones y ofreciendo largas cambiadas cada vez que se han planteado propuestas por la parte sindical. No se han movido de la nada más absoluta desde el inicio. Congelación salarial tanto para 2020 como para 2021 es su manera de entender la negociación, pisoteando así el trabajo de las plantillas que con su esfuerzo diario hacen que sus empresas sean rentables y una referencia en la pastelería artesana de la Comunidad de Madrid.

Durante los últimos meses la paciencia ha sido infinita, pero todo tiene un límite. Ante la dejación de funciones como agente social y el ninguneo sufrido reunión tras reunión ha llegado el momento de recordarles que sus empresas sin las personas que trabajan ellas son simplemente locales vacíos. En este contexto tan complicado a la representación de los trabajadores y trabajadoras les hubiese gustado alcanzar acuerdos sin la necesidad de infligir mas sufrimiento a plantillas de por sí castigadas, pero en estas condiciones hay que recurrir al binomio negociación – movilización para hacerse oír, para recordarle a la patronal que las condiciones del convenio deben ser revisadas, que su jornada está muy por encima de la media nacional, que los salarios están por debajo y que el respeto que no se está teniendo durante la negociación se ganará en las plazas y calles.

A partir de aquí, o las empresas cambian su posición de bloqueo y empiezan a hablar de incrementos salariales sin contraprestación alguna, o se aborda el convenio en su totalidad (antigüedad, jornada, permisos, flexibilidad, incrementos, compensación/absorción). Cualquier opción distinta a estas dos contará con el rechazo de los trabajadores y trabajadores del sector. Para ello se convocarán las movilizaciones que sean necesarias, empezando por una concentración el 24 de junio, de 10 a 12 horas, en la puerta de Pastelería Mallorca (Serrano, 6), en Madrid.