Uber Eats subcontratará trabajadores, mientras que Deliveroo abandonará España
El 12 de agosto entra en vigor la llamada “Ley Rider”, la norma que decreta la obligación de hacer contrato laboral a las repartidoras y los repartidores que trabajan para empresas que utilizan plataformas digitales, como es el caso de Deliveroo, Glovo, Stuart o Uber Eats. Esta ley tiene el objetivo de poner fin al fraude laboral que han sufrido durante ya demasiado tiempo los trabajadores y las trabajadoras de este sector, como así han certificado tanto Inspección de Trabajo como los tribunales.
Al mismo tiempo, esta norma genera la seguridad jurídica necesaria para operar con dos principios fundamentales: garantizar los derechos individuales y colectivos que nuestro marco laboral establece y asegurar que todos los operadores del sector desarrollen su actividad bajo las mismas reglas.
Desde CCOO exigimos al Ministerio de Trabajo y Economía Social, al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a la Inspección de Trabajo y a los tribunales que garanticen el cumplimiento de la normativa. Para ello deberán llevar a cabo los procesos necesarios de seguimiento, evaluación e información.
El sindicato viene trabajando para garantizar los derechos de los repartidores y las repartidoras de estas plataformas. “De hecho, nos encontramos inmersos en negociaciones de un convenio colectivo para la plantilla de la empresa Just Eat, mientras que, en paralelo, hemos denunciado ante Inspección de Trabajo a Glovo por incumplimiento de la legislación laboral”. Así, CCOO se pone a disposición del conjunto de trabajadores y trabajadoras afectados para asegurar y proteger sus derechos laborales. “Igualmente, desde CCOO volvemos a reclamar la necesidad de abordar la regulación del conjunto de trabajos que se desarrollan a través de de plataformas digitales”..
Por otra parte, el nuevo decreto ley reconoce a la representación legal de los trabajadores y trabajadoras (RLT) el derecho de acceso a la información sobre los algoritmos y/o sistemas de inteligencia artificial que utilizan las empresas y que determinan las condiciones laborales de las y los trabajadores. CCOO hace un llamamiento a todas estas empresas para que, si aún no lo han hecho, entreguen dicha información a la RLT y, de esta forma, se puedan comenzar los oportunos procesos de consulta y participación sobre el uso de estas tecnologías en el ámbito laboral
Esta norma es el resultado del acuerdo previo al que se llegó en la mesa del diálogo social entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social, las organizaciones sindicales, CCOO y UGT, y las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME.
La digitalización —y la transformación tecnológica que lleva consigo en los centros de trabajo— tiene que ser gobernada de forma anticipada contando con los trabajadores y las trabajadoras, que además deben ser partícipes de sus beneficios para mejorar su calidad de vida.
Con ocasión del Día Internacional de la Juventud, que se celebra el 12 de agosto, CCOO llama a que la juventud se organice sindicalmente para defender sus derechos laborales y sociales y combatir la precariedad. Las cifras siguen siendo implacables con la juventud trabajadora en España. El 30% de las personas de entre 16 y 29 años de edad que trabaja lo hace a tiempo parcial (727.600), cuatro puntos más que hace un año, y de ellas 402.100 se ven obligadas a aceptar un contrato a tiempo parcial ante la imposibilidad de conseguir uno a jornada completa. Esta parcialidad involuntaria afecta de forma especialmente grave a las mujeres jóvenes, que representan un 63% de quienes no encuentran un empleo a tiempo completo y tienen que firmar un contrato por menos horas.
La temporalidad juvenil sigue en cotas escandalosas, rozando el 55%, y el salario medio anual de los jóvenes de entre 18 y 25 años apenas supera —según la Agencia Tributaria— los 7.300 euros (20.566 euros es el salario medio general).
Estas cifras, sumadas al abuso —en muchas ocasiones fraudulento— de las prácticas no laborales, al fenómeno de los falsos autónomos (vinculados, o no, a plataformas digitales), al empleo sumergido, al fraude en la contratación, al paro —que aún afecta al 29% de la juventud menor de 30 años— o al riesgo de pobreza o exclusión social (30%, según la Encuesta de Condiciones de Vida, lo que convierte a este grupo de edad en el segundo más vulnerable, solo por detrás de los menores de 16 años, con un 31%), reflejan, a juicio de Jóvenes CCOO, una precariedad inaceptable que lejos de mitigarse sigue golpeando en su día a día a la inmensa mayoría de las personas jóvenes, que se ven de este modo incapacitadas para planificar y desarrollar proyectos de vida a medio y largo plazo. Esta circunstancia se evidencia también en el continuado descenso de la tasa de emancipación juvenil: en la actualidad, según datos recopilados por el Consejo de la Juventud de España, sólo el 17% de la población menor de 30 años ha logrado emanciparse.
Jóvenes CCOO considera que el Gobierno debe atender de inmediato y con valentía sus propios compromisos y asegurar los intereses y las condiciones de vida de la mayoría, sobre todo en materias que no admiten más dilación como la subida del salario mínimo, la derogación de la reforma laboral o la regulación de la vivienda entendida como derecho humano y constitucional y no como bien de mercado.
El sindicato reclama un año más que se refuerce la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para perseguir eficazmente la temporalidad injustificada, el empleo sumergido y el fraude en el trabajo por cuenta propia, entre otros abusos empresariales, así como que el Gobierno se siente a negociar un estatuto que regule las prácticas no laborales para dotar de derechos aquellas que formen parte del currículo académico y laboralizar las que no se vinculen a ningún programa formativo.
Por último, CCOO llama al conjunto de la juventud trabajadora a organizarse sindicalmente —junto con las 50.000 personas jóvenes que ya forman parte del sindicato— para defender sus derechos dentro y fuera de las empresas y sea cual sea su situación laboral concreta. “Solo uniéndonos y apoyándonos mutuamente tendremos fuerza para dar la batalla por la mejora de nuestras condiciones de vida, y de esa fuerza que seamos capaces de acumular dependerá nuestro presente y nuestro futuro”, concluye CCOO. |