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06
Nov
2021
Cruz Roja ha atendido a 800 familias que no pueden pagar la luz este año PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por Cruz RojaSegún explican, ya han muerto de frio más de 17.000 personas en todo el mundo desde que comenzó el confinamiento

Para 2050, 200 millones de personas al año podrían necesitar ayuda humanitaria como resultado de una combinación de desastres relacionados con el clima y el impacto socioeconómico del cambio climático, pero la crisis climática ha pasado a un segundo plano en la agenda mundial mientras los países luchan por frenar la propagación de la COVID-19 y minimizar sus efectos inmediatos y a largo plazo en la salud y la economía. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia, los fenómenos meteorológicos extremos han afectado a la vida de más de 139 millones de personas y han causado la muerte de más de 17.000. La inversión mundial en la recuperación de la COVID-19 demuestra que los gobiernos pueden actuar de forma decisiva y drástica ante amenazas mundiales inminentes. La misma energía y la misma acción sobre el cambio climático son necesarias.

Desde la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, su presidente, Francesco Rocca, ha pedido a los líderes mundiales que asuman compromisos concretos para cumplir los objetivos establecidos en el acuerdo de París para 2050, y para hacer frente a los impactos humanitarios del cambio climático adaptando las comunidades, los sistemas de anticipación y la acción local.

Cruz Roja Española trabaja para alcanzar la neutralidad climática en 2030. Mediante su estrategia +CO(mpensa)2 mide y registra la huella de carbono que generar para tomar medidas que minimicen su impacto medioambiental. Con ello, se están tomando medidas para reducir las emisiones, como haciendo sostenibles sus edificios o renovando la flota de vehículos, para contrarrestar las emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero. La reforestación de espacios y entornos naturales y el aprovechamiento de la capacidad de las plantas para absorber el CO2 de la atmósfera son claves de Cruz Roja para reducir la concentración de esos gases en el aire. Consecuencia de todo ello también es la situación de vulnerabilidad por pobreza energética de millones de personas, una situación que no es tolerable para la Organización, que trabaja encarecidamente para paliar sus consecuencias.

“La pobreza energética es la situación en la que un hogar es incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda”, destaca Sara Casas, técnica de Medio Ambiente de Cruz Roja.

En el caso concreto de la Comunidad de Madrid, Cruz Roja ha atendido a más de 800 familias afectadas por la pobreza energética en lo que llevamos de año. Además, ha entregado más de 708 kits de ahorro energético. Mediante estos kits, la Organización pretende contribuir a la reducción de la factura de la luz de los hogares más vulnerables. Algunos de los productos que incluyen los lotes son bombillas leds, burletes para aislar ventanas y puertas, regletas, enchufes temporizador y ahorradores de agua para ducha y griferías, entre otros.

De la misma forma, en la región ha impartido más de 806 talleres sobre ahorro de energía en el ámbito doméstico y ha facilitado cerca de 156 recomendaciones y consejos de ahorro energético en el hogar. Además, Cruz Roja en la región ha dotado con electrodomésticos de alta eficiencia y bajo consumo a más de 80 familias vulnerables y prestado apoyo a las familias con más dificultades en el pago de suministros básicos del hogar como luz, gas o agua, así como realizando pequeñas reparaciones como arreglar un cristal, cambiar una caldera estropeada o una lavadora que consuma mucho.

En toda España, Cruz Roja ha atendido a más de 6.296 familias; además se han capacitado a 4.167, y han recibido cerca de 5.196 kits de ahorro energético. En total, en 2020 se atendieron a 14.542 familias, 2480 durante el primer semestre, y el resto, en el segundo, cuando las temperaturas bajaron con la llegada de otoño e invierno. En el primer semestre de 2021 la atención a familias ya se ha incrementado en un 216,77% con respecto al año anterior. Llevar una alimentación adecuada y refrescar o calentar el hogar, según la época del año, son algunas de las barreras que se encuentran las personas que se encuentran en esta situación. La vulnerabilidad llega a privar de luz, agua caliente o gas a miles de familias cada día, lo que les impide desarrollar una vida en condiciones confortables.

Según los últimos datos de Eurostat (enero de 2020), 9 de cada 100 personas están muy lejos de llegar a la temperatura de entre 18 y 22 grados que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una vivienda en invierno y los 25 grados en verano. La pandemia ha empeorado la situación y durante este 2021, el número de familias que tienen dificultades para hacer frente a los recibos de la luz, el agua o el gas sigue aumentando.

Es importante conocer todo lo referente a mercados, tarifas y comercializadoras, pero sin olvidar que el mejor ahorro es que disminuya la factura en términos de consumo y se reduzca la huella de carbono. Para ello, se pueden adaptar los hábitos de consumo en el día a día con gestos como:

• Apagar los aparatos electrónicos en vez de dejarlos en stand-by. El stand-by puede suponer un 10% del gasto anual en tu factura, por lo que acabar con este hábito puede suponer un ahorro de unos 52 euros al año.

• Reemplazar las bombillas halógenas por unas LED de bajo consumo, principalmente las que están más tiempo encendidas.

• Programar los electrodomésticos que más energía consumen en períodos de madrugada, cuando la electricidad está más barata y se sitúa en periodo de valle.

• Mantener la temperatura del termostato o radiadores constante evitando subidas y bajas bruscas.

• Usar los electrodomésticos de forma eficiente.

• Según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), lavar la ropa a 40oC en vez de a 60oC puede suponer un ahorro de hasta un 55% de energía.

• Elegir programas ECO en los electrodomésticos

• Ajustar la temperatura del frigorífico a 5oC y la del congelador, a -18oC.

• Ubicar la nevera lejos de fuentes de calor (horno y vitrocerámica o cocina de gas)

• Adecuar el consumo a las horas más baratas del día: el ahorro anual puede llegar a ser de unos 45 euros.

• Tanto con la calefacción en invierno, como con el aire acondicionado en verano, es importante no sobrepasar las temperaturas recomendadas para evitar pagar de más en la factura.

• Para la calefacción: no sobrepasar los 21oC ni estar por debajo de 19oC,

• Aire acondicionado: se debe mantener en una temperatura entre 24 oC y 26oC.

• Contratar una potencia más pequeña para las horas punta, en la que se hará menos consumo, y otra algo mayor para las horas valle, donde se concentrará la mayor parte del gasto.

 

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