Las altas temperaturas también afectan a las plagas

El extraordinario incremento de temperaturas registrado el pasado mes de octubre en toda la península se ha dejado notar también en un aumento inédito de avisos por plagas de cucarachas.

En Madrid, la central de la empresa especializada EZSA recibió durante este mes un total de 97 alertas por este motivo, lo que supone un 70% más que el año 2021, cuando se registraron 57 avisos de incidencia.

Se trata de un dato totalmente anómalo para la época, si bien puede explicarse en parte por las elevadas temperaturas. En Madrid-Retiro, por ejemplo, se registró una media de +3,1ºC respecto a la media anual del periodo 1991-2020.

Durante el mes de septiembre, el registro de alertas por cucarachas había sido también superior a la habitual, aunque de forma más moderada: un 24% más que en 2021. Aun así, el incremento fue notable, ya que superó el centenar de casos (108, frente a los 87 del año pasado). Son cifras que habitualmente se producen en los meses de junio, julio y agosto.

También se ha registrado un aumento de los avisos provocados por plagas de insectos voladores, aunque de forma menos abrupta. En septiembre este tipo de alertas crecieron un 35% y en octubre, un 24%. Este último dato resulta nuevamente sorprendente, porque la cifra de avisos (70 en total) es propia de los meses de verano y supera incluso el registro del mes de julio.

“Las reglas del juego están cambiando y todo apunta hacia una progresiva proliferación de este tipo de plagas”, advierten los expertos de EZSA Sanidad Ambiental, empresa con 40 años de experiencia en el control de plagas.

Una vez más, los expertos apuntan a la prevención como mejor arma. Por eso, los ayuntamientos reservan importantes partidas destinadas al control de plagas que, según EZSA, no dejan de incrementarse, pues los trabajos y la atención de avisos cada vez es más numerosa. Estas partidas incluyen la desratización en la vía pública, alcantarillado y edificios oficiales, desinsectación en las mismas zonas y, en caso de ser necesario, desinfección contra hongos, bacterias y virus en aseos, vestuarios, etc. Y, al margen de estas, se licitan otros servicios específicos, según la problemática concreta de cada municipio (control de aves, procesionaria, mosquito tigre...).

Cada municipio o ciudad tiene su casuística. Así, la periodicidad de los tratamientos depende de multitud de factores como el organismo o plaga diana, la zona en la que se encuentre y la población animal a controlar. Por ello, los expertos insisten en más que en el tratamiento, los planes de control de organismos nocivos deben estar enfocados en detectar y, en última instancia, a controlar poblaciones. De ahí la importancia de la monitorización y en el seguimiento previo y continuado.