Monasterio cumple su palabra ante la intransigencia del PP

Al final tensaron tanto la cuerda que la acabaron rompiendo. Tras no recibir la llamada de los populares para sentarse a negociar, VOX cumplía con lo anunciado y votaba en contra del dictamen que debía permitir el paso del proyecto de Presupuestos al pleno extraordinario del miércoles y jueves de la semana que viene.

Sumando sus votos a los de las izquierdas, los de Monasterio tumbaban de facto las cuentas para 2023, y abrían un escenario de incertidumbre para el final de la legislatura de Isabel Díaz Ayuso.

Y eso que los verdes intentaron hasta el último momento que la cuerda no se rompiese, rebajando sus peticiones en busca del acuerdo.

Así por la mañana VOX se ausentaba durante la votación de las distintas secciones de los presupuestos para permitir, con su abstención de facto, que saliesen adelante.

Y es que los de Monasterio intentaron no tomar decisiones irreversibles y estuvieron esperando la llamada de los populares para sentarse a negociar rebajando incluso sus expectativas, pues solo pidieron la derogación inmediata de la Ley Trans.

Pero ni por esas. Tomándolo como una señal de debilidad del partido de Abascal, Ayuso les respondía que la Ley Trans no se tocaba: "No ha sido un error de la Cámara, eso no es cierto y lo que no puedo hacer es intercambiar derechos y obligaciones de las leyes por presupuestos. Algo distinto es que a lo largo del 2023 todas aquellas enmiendas que puedan mejorar los servicios públicos de la Comunidad de Madrid, que las incorporemos. No voy a intercambiar derechos y obligaciones y las leyes contraen derechos y obligaciones que afectan a todos los ciudadanos por presupuestos, esto es una práctica cada vez más frecuente en la política española y a mí eso me parece una irresponsabilidad. Estamos hablando de presupuestos, si quieren mejoras que podemos introducir… lo he dicho esta semana, pero no voy a mezclar cuestiones que, además, llevan sesgos ideológicos que, creo, perjudican ahora mismo. Llevamos dos meses negociando, de hecho, les dimos los presupuestos a finales del mes de septiembre, han sido nuestros socios prioritarios, es más, han sido nuestros únicos socios, hemos trabajado 11.000 partidas presupuestarias por parte de la Consejería de Hacienda, ellos nos presentaron 89 enmiendas, un tercio de ellas mal y lo hicieron tarde", contaba Ayuso.

Ante este panorama, y ya por la tarde, los de Monasterios lo tenían claro: votaron en contra del dictamen tumbándolo y obligando a los de Ayuso a renegociar.

“Desde el 30 de noviembre no he recibido ninguna llamada ni mensaje del Gobierno”. Así manifestó Rocío Monasterio la “falta de voluntad política” del Gobierno de Díaz Ayuso para alcanzar un acuerdo que permitiera aprobar los Presupuestos de la Comunidad de Madrid.

Por eso VOX ha votado en contra del dictamen de Presupuestos en la Comisión correspondiente de la Asamblea. No obstante, la portavoz dejó la puerta abierta a la negociación en un futuro. “El PP tiene la opción de retirar los Presupuestos y volver a negociarlos para incluir nuestras enmiendas”, sentenció Monasterio en declaraciones a los periodistas.

De hecho, nada en el Reglamento de la Cámara obliga a que tenga que ser en diciembre cuando se aprueban las Cuentas, por lo que habría tiempo para llegar a un “acuerdo político” que permita aprobar unos nuevos Presupuestos para el 2023.

“Todo es política”, sentenció la portavoz, que recordó algunas de sus propuestas: desde la derogación de la Ley Trans de la Comunidad de Madrid -que no tendría impacto presupuestario alguno- a una nueva rebaja de impuestos. Esta incluiría medio punto adicional en el IRPF y su deflactación automática en función del IPC.

También la bajada del TPO y eliminación del AJD  -que permitiría el acceso de los jóvenes a la vivienda-, ampliación de las ayudas de natalidad a madres de más de 30 años, el cheque escolar, el aumento de sueldo a los profesionales médicos o un bono eléctrico para ayudar a autónomos y pequeños comercios a hacer frente a la factura de la luz.

“Siempre hemos sido unos socios leales, pero el PP no puede pretender que firmemos un contrato de adhesión sin que respete a los votantes de VOX. No podemos apoyar unos Presupuestos donde se les ha humillado”, concluyó Monasterio.

Ahora la situación es de incertidumbre, pues al haber sido rechazado el dictamen de los Presupuestos estos vuelven al Consejo de Gobierno, que debe decidir si presenta unos nuevos o prorroga los de 2022.

Esto, que no tendría más repercusión en circunstancias normales, sí la tiene al ser 2023 año electoral, pues muchas de las inversiones prometidas por Ayuso se pueden quedar en el cajón.

Así ahora los populares deben ser los que muevan ficha, sentándose a negociar un nuevo texto con los de Vox, si quieren tener presupuestos en 2023.

Sin embargo parece que de momento Ayuso no lo entiende, y sigue con la estrategia que ya utilizó para acabar con Ciudadanos de atacar a su único socio parlamentario: "A veces tengo la sensación de que, si las cosas van bien en la Comunidad de Madrid y transcurren con normalidad, eso a Vox parece que no le beneficia. Ayer volvieron a traer en un momento que no se puede, por muchos motivos que ya hemos expuesto, dos leyes cuando el día anterior el mismo grupo de Vox en la Asamblea de Madrid, delante de los periodistas, habían dado vacaciones a sus diputados, luego si saben que no va a haber debate todo lo de ayer no sé a qué vino. Creo que estamos en un momento muy difícil para España, desde luego yo no voy a estar en enfrentamientos de este tipo, es insensato y creo que no benefician a nadie. Pero también les quiero recordar que yo no necesito los votos de Vox yo lo único que necesito son abstenciones o que no voten en contra constantemente las cosas para no perjudicar a incrementos presupuestarios como teníamos de mil millones para Sanidad. Estamos en una situación ahora complicada pero lo que también quiero decir a los madrileños que pueden estar tranquilos porque tenemos unos servicios públicos robustos y también al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid tengo a consejeros que tienen larga experiencia municipal, autonómica... Es decir, que saldremos adelante, pero con más dificultad, sobre todo, para nosotros y vamos a tener que trabajar mucho. Y es un momento que lamento porque la situación económica en España no es fácil. Sin embargo, la Comunidad de Madrid es un contrapeso en todos en este sentido y entonces dificulta todo, pero a seguir trabajando como siempre. Además, desde el comienzo de la legislatura anterior hemos estado este Gobierno solo, ósea que como siempre", afirmaba Ayuso.