Es la última instancia que establece la normativa electoral

A pesar de los dos revolcones sufridos por parte de la Junta Electoral Provincial y la Junta Electoral Central, los socialistas no tiran la toalla y seguirán luchando porque se recuente el voto nulo. En concreto, explicaba el Ministro de Presidencia, el PSOE recurrirá ante el Tribunal Supremo la decisión de la Junta Electoral de rechazar su recurso extraordinario en el que solicitaba el recuento del voto nulo, al considerar que "sería la forma de que los ciudadanos vean garantizados su derecho al voto".

Y si los recursos ante las Juntas Electorales los tenían perdidos de antemano, ya que ambos organismos se limitan a aplicar la Ley, este recurso ante el Tribunal Supremo sí tiene visos de salir adelante, ya que el Alto Tribunal no sólo aplica las Leyes sino que las interpreta. De tal forma, si el Tribunal Supremo acepta el argumento planteado por los socialistas de que todo recuento acerca más el resultado final al efectivamente expresado por el cuerpo electoral, la Junta Electoral Provincial tendría que iniciar un nuevo recuento de todos los votos nulos emitidos en la jornada del 23-J en la circunscripción de Madrid, una cifra cercana a los 30.000 sufragios.

Pero si el Supremo acepta el recurso de los socialistas, España entraría en una situación inédita en la historia electoral de imprevisibles consecuencias, ya que el recurso, que tiene un plazo de dos meses para ser presentado, se resolvería después de la composición del Congreso de los Diputados, cuyos miembros tomarán posesión el próximo viernes.

Además, si el nuevo recuento voltea la situación electoral, es decir, concede un escaño más al PSOE en detrimento del PP, eso supondría que todas las decisiones tomadas por la Cámara, incluyendo la propia creación de la Mesa, serían nulas de pleno derecho. Y si para entonces ya se ha producido una votación de investidura, la elección del nuevo Presidente también quedaría automáticamente anulada, lo que colocaría a ese Presidente en una situación de interinidad que sólo se resolvería con una nueva votación de investidura o una disolución de las Cámaras.

Pero aún hay más, pues una nueva jurisprudencia del Supremo abriría la puerta a recursos similares en otras elecciones, incluyendo las autonómicas y municipales del 28-M, o las propias generales del 23-J en otras circunscripciones, ya que los partidos podrían pedir, con toda legitimidad, un nuevo recuento del voto nulo como el concedido al PSOE.

Y aún así, aunque se recuenten los votos nulos de Madrid, los socialistas no lo tienen nada fácil, pues necesitan que de los 30.000 votos anulados en la noche electoral, se validen al menos un 5%, todos correspondientes a su partido, y ninguno al resto, para conseguir que Rodríguez Palacios recupere el escaño perdido.