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15
Ago
2025
Víctor Hernández corta una oreja en su vuelta a los ruedos PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Corredor del Henares
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Foto cedida por Lances de FuturoEl de Los Santos se llevó el único trofeo de la Plaza de Málaga

Era su tarde y no defraudó. Después de pasar casi dos meses fuera de los ruedos tras la cogida de Torrejón, Víctor Hernández volvía a pisar la arena, y lo hacía en una tarde que ya forma parte de su historia. Y es que, tras ser recibido con aplausos por la Malagueta, el de Los Santos de la Humosa cortaba la única oreja de la tarde en la Feria de Málaga.

El segundo festejo de la Feria de Málaga tuvo lugar en la emblemática plaza de toros de la ciudad, donde se lidiaron toros de la ganadería de Juan Manuel Criado. Este evento destacó por las actuaciones de los toreros David Galván, Borja Jiménez y Víctor Hernández, quienes ofrecieron un espectáculo variado y emocionante, a pesar de las dificultades que presentaron algunos de los toros.

David Galván se presentó con un lucido recibo capotero ante el primer toro de la tarde. A pesar de que el animal mostró nobleza, se notó que estaba medido de fuerzas. Galván, sin dejarse intimidar, estructuró su faena con temple y capacidad, comenzando con un inicio muy torero. A medida que avanzaba la actuación, el torero gaditano fue realizando un trabajo pulcro y asentado, destacando especialmente en el toreo al natural, donde acompañó con maestría la embestida del toro. Sin embargo, una media estocada le privó de un posible trofeo, recibiendo un aviso y una ovación del público.

Borja Jiménez se enfrentó al segundo toro de la tarde, saludándolo con un ramillete de verónicas. Este toro, aunque noble y con buena intención, mostró una falta de fuerza que se hizo evidente a lo largo de la faena. A pesar de esto, Jiménez no se desanimó y realizó una actuación medida e interesante, destacando especialmente en el toreo al natural. El final de su faena, con trincherillas y pases del desdén, fue una guinda a su actuación. Aunque sufrió un pinchazo y una estocada desprendida, el público pidió su oreja, resultando en una vuelta al ruedo para el torero.

Víctor Hernández regresó al ruedo tras un percance anterior, enfrentándose al tercer toro con gran disposición. La faena comenzó de manera emocionante, con un inicio que casi le costó una cornada. A medida que avanzaba la actuación, Hernández logró exprimir al toro, destacando en el toreo al natural con trazos largos y ceñidos. Su valor y entrega fueron evidentes, pero nuevamente, la espada le privó de pasear una oreja, recibiendo al final una ovación por su esfuerzo.

El cuarto toro, también de Juan Manuel Criado, mostró bondad en su comportamiento, aunque careció de raza y transmisión, lo que obligó a David Galván a desplegar todas sus capacidades. Galván elaboró una actuación inteligente y bien ejecutada, marcada por la firmeza y el relajo. Sus tandas calaron en los tendidos, pero una vez más, la estocada le impidió llevarse un trofeo, recibiendo solo una ovación.

Borja Jiménez salió decidido a triunfar ante el quinto toro, comenzando con un saludo capotero y un galleo por chicuelinas. Su faena comenzó con un pase cambiado por la espalda y continuó con series de gran categoría, donde el mando y el temple del sevillano fueron fundamentales. El toro mostró transmisión y recorrido, lo que permitió a Jiménez desarrollar una obra destacada, rematada con ajustadas manoletinas. Sin embargo, la estocada le costó el descabello, resultando en un silencio del público.

Finalmente, Víctor Hernández se enfrentó al sexto toro, cambiando el sino de la tarde con otra valiente actuación. Su faena se caracterizó por la ligazón y la búsqueda de torear hierático, lo que resultó en varias tandas de mérito. A pesar de que el acero volvió a ser un verdugo, Hernández logró pasear una oreja, cerrando así su actuación con éxito.

 

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