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07 Nov 2024 |
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Según los Ecologistas, el Plan de Urbanismo del municipio convierte la zona en urbanizableA las afueras de El Molar, hasta hace pocas décadas, existía una zona donde realizar las tareas comunales, tales como trillar, dejar pastar al ganado o incluso lavar la ropa. Las eras y la dehesa del pueblo forman parte del corazón de los molareños y molareñas. No es casualidad que ese lugar tan lleno de simbolismo para El Molar, fuera el escogido para crear un bosque autóctono. Los vecinos quieren que donde trillaron los abuelos antaño, se convierta en lugar de juego de sus nietos y de generaciones venideras. Así pues, desde 2016, molareños de todas las edades, procedencias y colores políticos han plantado y cuidado una plantación que actualmente cuenta con 1500 árboles y arbustos. Para ello, de forma voluntaria y sin ánimo de lucro, se han hecho recogidas de bellotas, plantaciones comunitarias, mantenimiento de otoño y primavera y, sobre todo, riegos con garrafas para asegurar el enraizamiento durante las primeras savias de la planta. El trabajo, dicen los voluntarios, está siendo duro pero muy gratificante, porque se ha creado una gran familia alrededor de un sueño compartido: reforestar la dehesa. El bosque ha ido creciendo y ya se vislumbra lo que será, dentro de algunos años, el pulmón verde más importante del pueblo. Los sucesivos equipos de gobierno de El Molar han protegido el espacio y apoyado la iniciativa popular de reforestación. Parece lo normal ante un trabajo vecinal que, de haberlo acometido el Ayuntamiento, hubiera supuesto un dineral para las arcas municipales. ¿Qué pueblo no quiere una zona verde plantada y cuidada por vecinos voluntarios? De ahí el estupor ante el Plan provisional de Urbanismo de El Molar, presentado el pasado 22 de octubre, en el que aparece toda la parcela de la dehesa como urbanizable. La dehesa de El Molar y su plantación popular corren peligro. Todo el patrimonio inmaterial que esconde el lugar y todo el esfuerzo de cientos de familias del pueblo puede quedar sepultado bajo el cemento. Por eso, el próximo sábado 9 de noviembre, a las 11 de la mañana, en el Salón de usos múltiples del CEIP Nuestra Señora del Remolino, se ha convocado a todos los molareños y molareñas, bajo el lema “Yo defiendo mi dehesa”, para informar y firmar las alegaciones al Plan de urbanismo. El objetivo es frenar lo que atenta contra los intereses y sentimientos del pueblo, y que la dehesa de El Molar se declare espacio protegido o zona verde. |