Los hechos ocurrieron el pasado día 14 de agosto, cuando un vecino que estaba caminando cerca del río Jarama avistó lo que podría ser el cadáver de un animal en una poza de agua de Valdetorres. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Patrulla del Seprona de El Escorial, quienes constataron la existencia de un saco de plástico que contenía restos de un cuerpo de un perro en avanzado estado de descomposición y que se encontraba lastrado con una piedra para que no subiera a la superficie. Así mismo, encontraron el cadáver de otro perro semisumergido en la misma poza.

Los guardias civiles trasladaron el cuerpo del perro entero hasta el laboratorio de Sanidad de la Comunidad de Madrid para realizarle la correspondiente necropsia, resultando que el animal cuando fue arrojado al agua ya estaba sin vida. Fruto de las gestiones realizadas se pudo llegar hasta el número del microchip de uno de los cuerpos, localizando al propietario y culminando con la investigación de un hombre español de 67 años, a quien se le atribuye un delito de maltrato animal.