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09 Feb 2013 |
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Afirman que no se han trasplantado todos los ejemplares y que el suelo donde irá Cofares ya ha sido roturadoOrganizaciones ecologistas descubrieron, según afirmaban en un comunicado, "la eliminación de trescientas cincuenta especies botánicas existentes en una parcela de Coslada de la que la empresa Cofares es propietaria". ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama “El Soto”, Ecologistas en Acción y GRAMA temían que algo parecido pudiera suceder tras "los sucesivos descubrimientos de especies muy raras en estos terrenos, algunas únicas a nivel mundial. Habían solicitado en repetidas ocasiones la protección de la parcela. El terreno de diez hectáreas situado en el Centro de Transportes de Coslada (CTC) ha sido roturado. Esta actuación ha tenido efectos catastróficos sobre la conservación de varias especies en peligro de extinción en la Comunidad de Madrid, provocando la desaparición de varias de ellas y colocando a otras al borde de la misma. ", explican. Para las asociaciones ecologistas, “los hechos, suponen la mayor extinción masiva simultánea de especies acontecida en la Comunidad de Madrid y los califican de barbarie. La explicación, una vez más está en la especulación del suelo. Sobre los terrenos que han sido roturados está previsto la ampliación del CTC, en concreto Cofares (empresa farmacéutica que se dedica a la distribución de medicamentos) construirá nuevas naves. Tanta riqueza natural era un claro obstáculo”. Desde que en 2005 el profesor Juan Manuel Martínez Labarga descubriera varias especies raras se viene pidiendo protección para esos terrenos, incluida la declaración de una microreserva, dando la posibilidad a los propietarios de trasladarse a otras zonas del CTC (propiedad de la Comunidad de Madrid, Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid y el Ayuntamiento de Coslada). "Pero la desidia y el silencio siempre han sido la respuesta dada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio donde, por última vez, se volvió a reclamar protección para este paraje el pasado 28 de diciembre", denuncian los ecologistas. Para el profesor Martínez Labarga, descubridor de buena parte de las especies de la parcela, “se ha arrasado un ecosistema único no descrito para la ciencia, con especies rarísimas, algunas únicas a nivel mundial. Resulta paradójico que una empresa farmacéutica haya destruido tanta biodiversidad y patrimonio genético. Entre las principales especies destruidas se encuentran: la mejor población mundial conocida de Cynara tournefortii (alcachofa silvestre), la única población conocida en el mediterráneo occidental de Triticum boeoticum (trigo silvestre precursor de los trigos domésticos actuales), la mejor población ibérica de Malvella sherardiana(pequeña malva), las únicas poblaciones madrileñas de entidad de Convolvulus humilis (pequeña correhuela), Geropogon hybridus (bella flor estrellada) y Teucrium spinosum (herbácea anual); así como las mejores poblaciones madrileñas de Klasea flavescens (pequeño cardo), Linaria caesia (herbácea de hermosas flores amarillas),Scolymus maculatus (pequeño cardo de flores amarillas), Astragalus scorpioides(leguminosa con frutos que recuerdan a la cola del escorpión), etc. Además, entre las especies de fauna está documentada la presencia del grillo de visera (Sciobia lusitanica), una especie incluida en el Catálogo de Especies Protegidas de la Comunidad de Madrid en la categoría "sensible a la alteración de su hábitat". Todo ello es prueba objetiva de la gran biodiversidad que allí se encontraba, unas 350 especies diferentes. Por ello, esta parcela se ha llegado a calificar como miniparaíso botánico de Coslada. Ahora sólo cabe estudiar posibles actuaciones para que esta barbaridad no quede impune".
"La infamia se consuma. Cofares, con la colaboración necesaria de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha provocado la mayor extinción simultanea de especies en el territorio madrileño que se conoce. El movimiento ambientalista y el mundo científico saludaron con alborozo el descubrimiento en 2005 de los innumerables tesoros botánicos que albergada una pequeña parcela situada en el margen de un polígono industrial, el CTC, situado en el municipio de Coslada. Sin embargo, y pese a que se dio noticia a las autoridades locales de los valores ambientales que reunía tan pequeño enclave (apenas 10 Hectáreas que albergaban 350 especies de plantas) el ayuntamiento autorizó y posteriormente la comunidad de Madrid avaló que se urbanizasen los terrenos, construyendo en ellos una nave industrial para la empresa farmacéutica Cofares. De nada ha valido la lucha. Las tretas para degradar el espacio por parte de empresa, ayuntamiento de Coslada y Comunidad de Madrid han sido constantes. Primero vertieron escombros y basuras en el lugar. Tras la denuncia de los hechos, procedieron a su retirada. Posteriormente y dado que la campaña de defensa del enclave se basó en la presencia de una alcachofa silvestre, la Cynara tourneifortii, en peligro de extinción a nivel mundial y de una malva, la Malvella sherardiana, en peligro de extinción en España, Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid intervino para permitir la destrucción del ecosistema. Y lo ha hecho por la vía más expeditiva: arrancar unas decenas de ejemplares de ambas especies, trasladarlas a enclaves y ecosistemas distintos de aquellos, únicos e irrepetibles donde vivían y dar luz verde al exterminio de los restantes ejemplares y a la roturación del enclave", explicaban. "El día 4 de febrero hemos podido comprobar, in situ, el final del pastizal del CTC. Ha sido roturada la totalidad del enclave, salvo los ribazos de la vía del tren, sepultando o arrancando multitud de ejemplares que no han sido trasplantados de las dos especies que la CAM ha querido simular proteger. Ante estos hechos tenemos que puntualizar varias cuestiones. En primer lugar, el trasplante no garantiza la pervivencia de las Malvellas y las Cynaras. Hemos podido comprobar que han sido transplantadas a hábitats diferentes. En Rivas-Vaciamadrid, sin ir más lejos, en lugar de terrenos de arcillas grises profundos situados en vaguada, y con un alto nivel freático, se han trasladado a la cumbre de un cerro, sobre margas calizas, en un lugar sin la suficiente humedad, rodeadas de árboles fruto de una repoblación de la propia comunidad que, caso de sobrevivir los ejemplares, entrarán en competencia con los mismos abocando en un medio plazo a su desaparición, al transformarse el pastizal en bosque. En resumen, creemos que se ha procedido a aparentar que se hacía algo, sin importar el resultado de las actuaciones mas allá del efecto propagandístico que las mismas han tenido a través de medios de comunicación como el periódico ABC. En segundo lugar la roturación del enclave ha tenido efectos catastróficos sobre la conservación de varias especies en peligro de extinción en la comunidad de Madrid, provocando la extinción de varias de ellas y colocando a otras al borde de la misma", continúan. "En orden de mayor a menor gravedad la actuación conjunta de Medio Ambiente, el ayuntamiento de Coslada y Cofares ha provocado los siguientes efectos", según afirma Ecologistas: Especies extintas de toda Europa Occidental: Una.
Especies extintas en la comunidad de Madrid. Dos.
Especies en peligro de extinción en Madrid que han perdido una de sus mayores poblaciones: Cuatro.
Especies en peligro de extinción en España que han perdido su mayor población: Una
Especies en peligro de extinción mundial que han perdido su mayor población
"Por desgracia, ninguna de estas especies, a pesar de encontrarse al borde de la extinción en Madrid se encontraban protegidas. Eran tan escasas, que nuestras autoridades desconocían que existieran. Cuando se descubrieron, prefirieron ignorarlo. Cuando actuaron era ya demasiado tarde y su actuación contribuyó a su extinción. El Catálogo de especies protegidas de la Comunidad de Madrid es el mas anticuado de España. No se actualiza desde 1992. No incorpora los múltiples descubrimientos y el mayor conocimiento del territorio y su biodiversidad que se viene produciendo por el trabajo de la comunidad científica debido a que supone un obstáculo a la hora de urbanizar, construir o alterar la naturaleza. La biodiversidad no se valora como un patrimonio único a proteger, sino que se concibe como una china en el zapato de contructores, empresarios y políticos, Donde otros vemos un patrimonio único que pueden perder para siempre las generaciones futuras ellos ven metros cuadrados, plusvalías y sobres llenos de dinero. La miopía que ha llevado a España a su peculiar tragedia", denuncian.
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