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09 Ago 2024 |
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Hoy las opciones de medalla pasan por el Piragüismo, la Maratón, el Ciclismo, el Waterpolo y el BoxeoEra el día en que España se jugaba el salvar los muebles o hundirse con todo el equipo, y sorprendentemente, la delegación española logró seguir a flote gracias a dos oros que, a pesar de ser dos simples medallas, le hacen pegar un salto en el medallero. Así el Fútbol Masculino y la prueba de Triple Salto de Atletismo eran las grandes alegrías de una jornada que, hasta ese momento, había sido catastrófica: hasta once medallas sobre el tablero que tan solo se convirtieron en cinco diplomas olímpicos. Si los de París han sido unos Juegos, como mínimo, discretos para la mayor parte de delegaciones, el Atletismo no puede decir lo mismo. Y es que, a falta de las pruebas de Maratón, ya suma cuatro medallas, dos de ellas de oro. Y la última llegaba en la tarde de este jueves. Una medalla cantada, pero que, no obstante, había que convertir. Y eso es exactamente lo que hizo Jordan Díaz. Desde el primer minuto y a pesar de la lluvia en el Estade de France, se puso por delante de una prueba de Triple Salto en que sus rivales buscaron la medalla. Pero la superioridad del cubano nacionalizado español fue tal que ni siquiera necesitó utilizar el último salto, convirtiéndose en campeón olímpico tras el salto previo del portugués Pichardo. Jordan Díaz se ha convertido en la noche de este jueves en campeón olímpico de triple salto. El atleta español ha hecho un concurso prácticamente perfecto, calcando cada salto, para batir a todos sus rivales, incluido el temido Pedro Pablo Pichardo. Jordan ha hecho tres saltos prácticamente idénticos (17,86, 17,85 y 17,84 metros) y le habrían bastado los dos primeros para colgarse el oro. La plata se ha llevado Pichardo con un vuelo de 17,84 metros, mientras que el bronce ha sido para el italiano Andy Díaz. Jordan ha devuelto así a España a lo más alto de un podio olímpico de atletismo ocho años después. El último oro español en atletismo lo había logrado Ruth Beitia en el salto de altura de Río 2016. Este oro aumenta el medallero español hasta las 15 preseas y otras dos que ya están aseguradas. La presea dorada se suma a los oros de Diego Botín y Florian Trittel (49er) y María Pérez y Álvaro Pérez (relevo mixto de marcha), la selección masculina de fútbol, las platas de María Pérez (20 km marcha), Carlos Alcaraz (tenis) y la selección femenina de baloncesto 3x3, así como los bronces de Fran Garrigós (-60 kg), Álvaro Martín (20 km marcha), Pau Echaniz (K1 slalom), Enmanuel Reyes Pla (-92 kg), Sara Sorribes y Cristina Bucsa (dobles femenino), el equipo de natación artística, el C2 500 de Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez y el K4 500 de Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper y Rodrigo Germade. Las del récord nacional por costumbre, las mujeres del 3:25.25 (a ver cuánto les dura este), fueron las primeras de España Atletismo en pisar violeta para ser protagonistas de la antepenúltima sesión del Stade de France. Por la calle 9, enfrentándose (por orden de carriles) a Suiza, Cuba, Bélgica, Noruega, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Casi nada. Por los albores de su mejor registro estuvo el pase a la final, cerrado con q (accedían los tres primeros equipos más los dos mejores tiempos) por Canadá en 3:25.77 en la segunda de las dos series. Nada que reprochar a Blanca Hervás (52.50), Berta Segura (52.20), Eva Santidrián (51.60) y Carmen Avilés (51.99), quintas en su carrera con 3:28.29 y duodécimas del sumario. Acto seguido se adentraron en el corazón de Saint Denis nuestros hombres. Uno de ellos muchacho (el talento es lo que tiene), David García Zurita (tercer parcial, 46.18), 19 años, formando cuarteto con el siempre solvente Iñaki Cañal (primera posta en 45.20), el laureado Óscar Husillos (segunda, 44.70) y el rematador Julio Arenas (45.61). Finalizaron 7º con 3:01.60 (el récord nacional es 3:00.54) y se logró la última plaza por tiempos con 3:00.08 (Zambia). Hay que valorar esa marca en una carrera con mucho tráfico en los cambios, especialmente en el último, cuando justo después de recoger el palo de manos de David, Julio se vio trastabillado, lo que le obligó a un esfuerzo descomunal en los primeros metros que culminó con una lección de entrega en la recta final, demostrando que cuando uno se enfunda la remera del equipo nacional está más que dispuesto a que el ácido láctico le salga por las orejas. Nuestro interés todavía tenía un foco en la mañana. Estaba en las asesinas semifinales de los 800 metros, donde Mohamed Attaoui partía en la tercera y última (avanzaban a la final los dos primeros de las tres careras y dos tiempos). El cántabro, 22 años en septiembre, plusmarquista español (1:42.04), salía con la segunda personal y season best, sólo superado por los imponentes 1:41.58 del keniano Emmanuel Wanyonyi (plusmarquista mundial de la milla en ruta). Sólo uno de los nuestros, en toda la historia del olimpismo, había corrido una final de 800 metros (Adrián Ben, quinto en Tokio). Mañana a las 19:05 serán dos, puesto que Moha fue cuarto con 1:43.69, la última de las q. Supo tirar de sangre fría y, sabedor del alto ritmo, aguantar su clásico ataque hasta los últimos metros, evitando así la incertidumbre de un arranque temprano que pudiera ser aprovechado por sus rivales. Es rapidísimo, cada día lee mejor una disciplina enigmática como el 8 y tiene esa aura desabrida que suelen mostrar los más grandes cuando están a las puertas de la gloria. El día que debía decidir si se cumplían o no las previsiones apuntaba a ser un rotundo fiasco, hasta la llegada de la noche. A España no le salió absolutamente nada a pesar de tener once opciones de medalla durante la jornada, pero todo eso cambiaba algo después de las ocho y media de la tarde, cuando el equipo de Fútbol Masculino derrotaba a los anfitriones y se colgaba la medalla de oro. Y además no fue un partido fácil: una polémica decisión del árbitro, con VAR incluido, en el tiempo de descuento, le entregaba a Francia un penalti que convertían en el gol del empate, forzando una prórroga en la que todo podía ocurrir. Y ocurrió. España no se amilanó y marcó dos goles más para cerrar el marcador en un 5-3 que les convierte en campeones olímpicos España vuelve a subirse a lo más alto del podio en un deporte de equipo 28 años después. La selección masculina de fútbol venció a Francia 3-5 en la prórroga y se proclamó campeona olímpica en los Juegos de París 2024. Dos goles de Camello en el tiempo extra coronaron a los de Santi Denia que llegaron a mandar en el marcador 1-3 con dos goles de Fermín y uno de Baena, pero que vieron como los anfitriones igualaban de penalti en el 99. El inicio del partido no fue sencillo para el combinado español ya que el conjunto francés se adueñó del balón y disfrutó de las primeras ocasiones del encuentro. En el minuto 11, en una jugada aislada por banda derecha según el ataque del equipo galo, Enzo Millot cazaba un balón suelto en la esquina del área para adelantar a los locales con un potente zurdazo. Con 1-0 en el marcador, España supo sobreponerse al resultado y al ambiente adverso de un Parque de los Príncipes enloquecido con el resultado momentáneo. En el 18', una combinación entre los campeones de Europa Álex Baena y Fermín terminaba con un disparo medido del onubense que se colaba rozando el palo en la portería francesa. Sin apenas tiempo para que los locales se repusieran del zarpazo español, de nuevo aparecería Fermín: excelente centro de Miranda hacia el capitán Abel Ruiz, su disparo lo rechazaba Guillaume Restes y Fermín la mandaba al fondo de la red y llevaba el delirio a sus compañeros y al público español. Sexto gol del de El Campillo en su sexto partido en los Juegos Olímpicos. El aluvión de la Selección Española no terminaría ahí. En el minuto 28, Álex Baena se sumaba a la fiesta con un extraordinario gol de falta ante el que nada pudo hacer el portero francés. Con el 1-3, el combinado nacional gozó de unos minutos de gran fútbol y control total del balón y del juego. Abel Ruiz, el propio Fermín, Aimar Oroz y Juan Miranda pudieron aumentar la renta pero, en esta ocasión, el gol se resistiría. En los últimos minutos del primer tiempo, Francia dispondría de alguna ocasión de peligro en las botas de Olise y en la cabeza de Mateta, pero se toparía con un inconmensurable Arnau Tenas que sacó su mejor versión salvando ocasiones manifiestas de gol. Con 1-3, el partido se marchaba al descanso. Ya en el segundo tiempo, el combinado francés daría un paso hacia adelante, mientras que España se mostraba peligrosísima a la contra. Abel, Fermín y Miranda pudieron incrementar la diferencia antes de la hora de partido, pero Francia dispuso de una clara ocasión con un tiro al larguero de Manu Koné. Pocos minutos más tarde, volvería a aparecer un seguro bajo palos como Arnau Tenas con tres grandes intervenciones desbaratando los disparos de Olise, Mateta y Koné. En el 79', Francia recortaba distancias en el marcador tras un tiro libre de Michael Olise que se colaba en la portería española tras golpear en Akliouche. Faltaban diez minutos más el alargue y tocaba seguir remando. Este gol devolvió la fe a los franceses, que buscaron el empate a la desesperada. En el minuto 90, tras un córner, el árbitro brasileño Ramon Abatti señalaba penalti en una acción entre Turrientes y Kalimuendo. Mateta no fallaba y empataba la contienda en el 90+3'. En la recta final, el propio Beñat Turrientes tuvo la medalla de oro en sus botas, pero su potente disparo se estrelló contra el larguero tras un leve roce en los guantes de Restes. La final se decidiría en la prórroga. El primer tiempo de la prórroga sería de control alterno y destellos de uno y otro equipo. Las intentos de Mateta y Doué tuvieron la respuesta de Arnau Tenas, pero España sí encontraría el camino del gol. Una jugada de tiralíneas iniciada por Sergio Gómez, asistida por Adrián Bernabé y culminada con sutileza por Sergio Camello alimentaba el sueño español y actuaba como una losa sobre el combinado galo. Francia siguió intentándolo en el segundo tiempo de la prórroga, pero sería de nuevo Sergio Camello el que batiría la meta francesa para anotar el 3-5 definitivo tras aprovechar un magistral pase de más de 40 metros de Arnau Tenas. El piragüimo español se marchó sin medallas este viernes del canal de Vaires-sur-Marne, pero con los diplomas de Marcus Cooper y Adrián del Río -cuartos en K2 500- y de Antía Jácome y María Corbera -sextas en el C2-, en una jornada condicionada por el viento en la instalación. Con su resultado se esfumaron dos señaladas opciones de medalla para un deporte que hasta la fecha ha sumado tres en estos Juegos, dos en esprint con los bronces del K4 500 de Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, el del C2 500 de Joan Antonio Moreno y Diego Domínguez y el de eslalon de Pau Echaniz. El abanderado español, Marcus Cooper, y el madrileño Adrián del Río, en su debut olímpico, estuvieron muy cerca y no alcanzaron el podio por 9 centésimas. Encararon la final con el segundo mejor puesto de las dos semifinales (1:27.34) y utilizaron la misma estrategia en las dos carreras. Ir de menos a más y tirar de esprint en los últimos metros. En la semifinal surtió efecto, pero en la final no. Su paso por los 250 metros ya fue en un cuarto lugar que no consiguieron mejorar en el tramo final. Hizo falta echar mano de la revisión fotográfica de la llegada para concluir las posiciones. Previamente, en el C2 500 femenino las ganadoras incontestables fueron las chinas Xu Shixiao y Sun Mengya, con el mejor crono de partida y en cabeza del recorrido durante los 500 metros. Su tiempo final fue 1:52.81. Antía Jácome y María Corbera habían hecho el quinto en las semifinales (1:56.55), marca que empeoraron en la final (1:56.65), con viento perjudicial para las dos canoístas zurdas. La pontevedresa y la madrileña tampoco hicieron una buena salida, aunque llegaron a los 250 primeros metros en un esperanzador cuarto puesto. No lo pudieron conservar y cedieron hasta el sexto en la meta. La participación española se completó con la primera posición de los gallegos Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, ganadores ayer del bronce con el K4 500, en la final B de K2 500 (1:30.08) y el cuarto puesto del pontevedrés Pablo Crespo la final B de C1 100 en la que fue cuarto (3:50.54). La asturiana Sara Ouzande y la pontevedresa Carolina García no pudieron acabar la final B de K2 500 al sufrir un vuelco en el recorrido. Este sábado se disputará la última jornada de la competición en París, con cinco españoles: Estefanía Fernández y Begoña Lazcano en K1 500; Adrián del Río en K1 1000 y María Corbera y Antía Jácome en C1 200. El español Alberto Ginés, campeón olímpico de escalada hace tres años en Tokio, no tendrá medalla en París 2024, tras una participación en la prueba de bloques que le lastró para su especialidad, la de dificultad. El cacereño de 21 años incluso realizó su concurso de dificultad sabiendo que no tenía opciones de colgarse un nuevo metal, porque tres participantes que le precedieron habían ya sumado más puntos de los que él podía conseguir llegando a la cima del muro. Pese a ello, Ginés completó una buena participación en dificultad, en la que se quedó a menos de ocho puntos de la cima, una actuación meritoria que no le sirvió para pelear por las medallas. Pago cara su mala actuación en la prueba de bloques, la misma que estuvo a punto de dejarle fuera de la final. Pero si entonces su gran actuación en la de dificultad, en la que obtuvo la mayor puntuación, le permitió para acabar entre los ocho mejores, esta vez no fue suficiente para llevarle al podio. "Estoy un poco frustrado por no haber hecho una buena ronda de bloques, pero en la de dificultad he sido tercero y eso me da un poco de esperanza de cara al futuro", ha señalado Alberto tras la prueba. "Para Los Ángeles falta mucho, pero creo que va a ser un reto nuevo que afronto con mucha ilusión". La saltadora Valeria Antolino quedó este viernes octava en la final de trampolín de tres metros de los Juegos Olímpicos de París, con una puntuación total de 292,95 que le valió para conseguir un meritorio diploma en su debut como atleta olímpica. Doble medallista de oro en los Europeos celebrados el pasado mes de junio en Belgrado, la joven deportistas española había concluido las semifinales en décima posición, con una puntuación total de 284,25 puntos. El mero paso a la ronda final ya era un logro para ella, según había resaltado la deportista española de 21 años, dado el nivel de las rivales y, sobre todo, su falta de experiencia en trampolín tras centrarse en los últimos años en la plataforma de 10 metros. Un gol de penalti del conjunto germano acabó con el sueño de la primera medalla olímpica para el fútbol femenino nacional. Lo intentó todo España y de todas las formas, pero salió todo del revés y la Selección nacional se queda sin medalla en los Juegos de París 2024 tras caer 1-0 con Alemania. Las de Montse Tomé tiraron dos veces al larguero, dominaron, llegaron y tuvieron infinidad de ocasiones, incluso un penalti en el descuento en las botas de Alexia Putellas, pero siempre salió cruz. Alemania sí marcó su penalti en la segunda parte y eso marcó el desenlace de un partido en el que España mereció más. Se acaban los Juegos para las campeonas del mundo. Se escapa la medalla en el último suspiro, pero toca levantar la cabeza y seguir adelante. En cuanto al resto, toda una serie de catastróficas desdichas: el nadador de Aguas Abiertas se retiraba a mitad de la prueba; las de Rítmica perdían los aros y las cintas; la taekwondista caía en primera ronda; y los Hispanos del balonmano no eran capaces de derrotar a los alemanes por un pase a la final. El nadador español Carlos Garach, que este viernes se retiró de la prueba de los 10 kilómetros de aguas abiertas de los Juegos Olímpicos de París antes de completar el circuito, se encuentra "bien de salud" según informó la Federación Española de Natación. "Carlos está bien de salud, pero estaba sufriendo desde el inicio y perdiendo cada vez más tiempo", señaló la Federación. Una circunstancia que llevó a los miembros del área técnica de la Federación Española a plantear la posibilidad de la retirada, aunque fue finalmente el propio Garach quien decidió abandonar la prueba antes de completar la cuarta de las seis vueltas previstas al circuito del Sena. El conjunto español de gimnasia rítmica no pudo acceder este viernes a la final de los Juegos Olímpicos de París 2024, tras cometer varios errores en sus dos ejercicios. Llevaban años soñando con vivir este día y preparándose para dar lo mejor de ellas, pero el conjunto nacional de gimnasia rítmica formado por Inés Bergua, Ana Arnau, Mireia Martínez, Salma Solaun y Patricia Pérez, compitió en el Arena Porte de La Chapelle sin lograr el objetivo de meterse entre los ocho equipos que pelearán el sábado por las medallas. El grupo dirigido por Alejandra Quereda no pudo brillar en ninguna de sus dos presentaciones. Una pérdida de aparato y el resbalón de una gimnasta estropearon su ejercicio de cinco aros, en el que el conjunto español es subcampeón mundial. La nota de 30,400 (tras una reclamación sobre el 30,100 original) las condujo a la penúltima posición y a la obligación de remontar con su segundo ejercicio y confiar en el fallo de otras. En el ejercicio mixto de pelota y cinta, el conjunto nacional tuvo problemas con las cintas, incluida una salida de aparato que le supuso una deducción de 0,30. Las entrenadoras volvieron a reclamar, esta vez sin éxito, y se quedaron con 30,000, sumando un total de 60.400. El debut olímpico de la española Cecilia Castro en Taekwondo no tuvo el fruto que ella esperaba y perdió en los octavos de final de la categoría de -67 kilos de taekwondo ante la egipcia Aya Shehata (2-1), que remontó el buen inicio de la española. Cecilia Castro fue contra la corriente desde el segundo asalto, cuando mejoró su contraria en un cara a cara cerrado, con poca puntuación que aprovechó la egipcia para apuntarse la victoria. La madrileña, la última esperanza del taekwondo español en los presentes Juegos, se estrenó como olímpica a sus 27 años en un duelo entre dos contendientes equilibradas en la clasificación. Castro es octava y la egipcia, novena. La española se apuntó el primer asalto por 1-0, pero la egipcia igualó el combate al hacerse con el segundo por 2-0. En el definitivo 'round' la primera acción de Shehata marcó el final. Se llevó el triunfo la egipcia, que después perdió con la belga Sarah Chaari, un resultado que dejó a Cecilia Castro sin repesca. Los Hispanos se enfrentaban a Alemania para meterse en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero el partido iba más allá que pelear contra los teutones, era luchar contra la historia, romper el maleficio y meterse por primera vez en nuestra historia en ese partido por el oro. Pero Andreas Wolff se encargó de quitarnos la miel cuando la teníamos en los labios. Con 22 paradas, el guardameta cerró el partido para el 25:24 que daba a los alemanes la opción de luchar por la medalla que más brilla. El domingo, no obstante, los pupilos de Jordi Ribera volverán a pelear por colgarse el bronce. Con las lecciones aprendidas en ambos lados del cuadrilátero tras el primer asalto de la Preliminary Round, los dos púgiles saltaban al Estadio Pierre Mauroy buscando un puesto en la gran final del domingo. Con tanto estudiando, no sorprendió en absoluto las dos variables que marcaron los primeros 30 minutos: un Andreas Wolff descomunal y una defensa de España muy sólida. El guardameta alemán frenó en seco a los Hispanos, obligando incluso a Jordi Ribera a pedir tiempo tras cinco minutos de encuentro, y llevó a que los pupilos de Alfred Gilnason se llevasen la primera ventaja tras diez minutos con el 5:3. La descomunal actuación de Wolff tapaba la de un Gonzalo Pérez de Vargas que, poquito a poquito, iba frenando a los alemanes. Desde las paradas del toledano comenzó a crecerse una Selección española que puso el cerrojo y hacía que cada ataque posicional fuese una tortura para Alemania. Con Juri Knorr y Renars Urcins maniatados, la ventaja teutona volvió a la máxima igualada (6:6), hasta que una exclusión sobre Jorge Maqueda cambió el devenir de la primera mitad, con un parcial de +4 hasta el 10:6 pasado el ecuador del primer tiempo. Pero estos jugadores están hechos de otra pasta, nunca bajan los brazos y nunca se rinden. Con muchos brotes verdes, el juego de los Hispanos, quitando las imprecisiones delante de Andreas Wolff, estaba siendo como para llevar ventaja en el marcador. Alemania daba muestras, a cada minuto que pasaba, de su incomodidad en pista, y eso llevó a que España se lo creyese. Unas buenas acciones defensivas rematadas por Kauldi Odriozola y Dani Fernández dejaban el marcador en un 12:12 al descanso que dejaba patente la capacidad de resistencia que tiene este grupo. 30 minutos para asegurar la medalla, para colarse en una final de los Juegos Olímpicos, siendo así la primera vez que lo lográsemos. Bien valía sufrir cada segundo y cada gota de sudor del tiempo que le restaba al partido. Alemania salió al encuentro queriendo dominar, más dura en defensa y encontrando, por primera vez en el duelo, a Renars Urcins. Junto a Christoph Steinert y Andreas Wolff, volvieron a obtener esa mini ventaja de dos goles con el 18:16 en los primeros compases de la segunda mitad, y con Gonzalo Pérez de Vargas evitando que se fuesen de más. Los Hispanos se tenían que poner el mono de trabajo, y en eso jamás se les caen los anillos. Ian Tarrafeta apareció sumando tres goles de forma consecutiva, y se apuntó a la fiesta bajo palos un Rodrigo Corrales que sustituyó al portero del Barça para buscar cambiar la tendencia; finalmente, el marcador volvería a la igualada con el 20:20 tras traspasar el cénit de los segundos 30 minutos. Quedaba un auténtico thriller para el final. Los últimos diez minutos supusieron un intercambio de golpes. España cogió ventaja de un gol, todo construido desde una defensa numantina que hacía que se le atragantase a la Selección alemana. Pero Wolff tenía otros planes para el devenir del encuentro. Cuando estaba todo de cara para que los Hispanos lo rompiesen del todo, siempre sacaba un pie o una mano que daba vida extra a los suyos. Golpe a golpe, se llegaba al final del encuentro con el 25:24 en el marcador. El último minuto dio vida a la Selección española. Los pupilos de Jordi Ribera hicieron lo que tenían que hacer: defendieron, no flaquearon, y Pérez de Vargas, con una nueva parada, dio la opción de forzar la prórroga. Pero el reloj jugó en nuestra contra. Agustín Casado lo intentó sobre la bocina, pero el balón se estrelló en la defensa, saliendo por la línea y dando la opción de córner, pero con el inexorable paso del tiempo, cruelmente, certificando que el 60:00 brillaba en el electrónico, dando el paso a la final a los alemanes con ese definitivo 25:24. El domingo, esta increíble generación de jugadores volverá a pelear por colgarse un bronce al cuello. Cierto es que volvemos a no pelear por el oro, por esa medalla que más brilla y que todos quieren, pero este elenco de jugadores, con Jordi Ribera a la cabeza, vuelve a estar en la pomada por ser el mejor equipo del mundo. Los Hispanos certifican de nuevo el porqué de ese nombre y todo lo que lleva intrínseco: el ADN de estos jugadores no conoce otra cosa que sea pelear hasta el final y para siempre. La presea nos aguarda. En Sincronizada, Alisa Ozhogina e Iris Tió terminan 7º la rutina técnica. El dúo español de natación artística ha completado la primera rutina en séptima posición con una puntuación de 254.0816. Alisa e Iris disputarán mañana, 10 de agosto, la rutina libre para intentar escalar posiciones en la clasificación general. En un partido presidido aun por las derrotas de los dos equipos en cuartos de final, España ganó a Italia en Waterpolo Masculino por 11-9 y jugará por el quinto puesto en el torneo olímpico masculino contra el ganador del Grecia-Australia. Los dos equipos jugaron un partido en 'shock por las últimas derrotas. Los de David Martín tras haber perdido ante Croacia y los italianos, tras caer frente a Hungría en los penaltis, en un partido que se sintieron perjudicados arbitralmente por una expulsión de Francesco Condemi ante los 'magyares', que dejó en desventaja al 'settebello'. Después de presentados diferentes recursos, uno de ellos al Comité Técnico que le dio la razón, el asunto ha llegado hasta el TAS, aunque difícilmente cambiarán el resultado. El partido fue un monólogo de España en el inicio ante un depresivo equipo italiano. Los de David Martín encadenaron cinco goles consecutivos: dos de Álvaro Granados, dos de Marc Larumbe y uno de Martin Famera. Italia tardó doce minutos en anotar, lo hizo por medio de Iocchi y su equipo acabó por llevarse el parcial y se llegó al descanso con 6-3 para España, después de un nuevo tanto de Granados. Pero como había pasado al principio del partido, pero al revés, ahora fueron los españoles los que cayeron en barrena. El 'settebello' aprovechó 'la pájara' del equipo de David Martín para meterse en el partido. Del 5-0 se pasó al 6-5, tras un parcial 1-5. Al término del tercer cuarto, se recuperaron los españoles con tantos de Munárriz, que rompió siete minutos sin marcar de los de Martín, de Toro y Perrone. Al último cuarto se llegó con 9-6 para España y lo decidió el gran capitán, Felipe Perrone, que anotó tres goles seguidos cuando Italia más creía en la que remontada. España ganó por 11-9 y jugará por el quinto puesto contra el ganador del Grecia-Australia. Dos tarjetas de 69 golpes consecutivas, como mejor antídoto para olvidar un comienzo de competición sumamente complicado, han devuelto la dulce sonrisa al rostro de Azahara Muñoz. La golfista malagueña volvió a erigirse en bastión de las españolas, toda vez que el engranaje de Carlota Ciganda no acaba de funcionar, 75 golpes en su tercera vuelta consecutiva por encima del par. La consecuencia de estos resultados se deja notar en la clasificación a falta de 18 hoyos para la conclusión -puesto 21 para Azahara Muñoz, posición 48 para Carlota Ciganda- y en las sensaciones que trasluce cada una de ellas al finalizar la tercera vuelta: visible satisfacción de la malagueña, resignación de la navarra. “Tengo muy buenas sensaciones, he jugado bien, conseguir un buen resultado en unos Juegos me hace sentirme muy orgullosa”, declaraba a borbotones la malagueña, ansiosa por sacar a relucir todo tipo de sensaciones positivas. Atrás quedó una primera vuelta complicada –“pateé mal en el primer hoyo, pero me sobrepuse pronto”, antes de generar las claves de su vuelta: tres birdies consecutivos entre el 10 y el 12 –“ver la bola dentro me daba mucha confianza, además con tirazos de aproximación”– y un maravilloso eagle en el hoyo 18 con un segundo golpe para el recuerdo. “Acabar con eagle es un chute de energía para la última jornada”, reconocía con rotundidad una Azahara Muñoz reconfortada con ella misma. Por su parte, con 10 sobre par tras tres rondas de competición, Carlota Ciganda sufrió una vez más desde el mismo principio de una vuelta complicada: “me fui al agua en el primer hoyo de segundo golpe y cometí doble bogey. Luego recuperé en el siguiente hoyo, pero no me he sentido cómoda en ningún momento”. Enganchada a los resultados sobre par, la navarra Carlota Ciganda se ha puesto como objetivo para la última jornada conseguir menos de 72 golpes. El reto, relativamente sencillo en otras condiciones, se ha convertido en un imposible hasta el momento “porque no me entran los putts. Hago buenos golpes de aproximación y las dejo cerca de bandera, pero luego fallo. Y el otro caso es que pierdo calle, aunque sea por poco, y recuperar en este campo es muy difícil”. Y después de todo lo ocurrido durante estos Juegos, tocaba hacer balance. Así, y como es habitual, el presidente del COI ofrecía una rueda de prensa en la que alababa la gestión de París, pero pedía a Los Ángeles que no copien su modelo y opten por un nuevo camino. Es la sutil crítica del COI a unos Juegos que ya están en la historia, y no por nada bueno. Entre las polémicas, continuaba la del atleta con coronavirus, que abandonaba la prueba del 4x100 en la que estaba inscrito, dejando, por cierto a EEUU sin medalla. Otra de las polémicas de estos Juegos, la del Boxeo Femenino, terminaba de la única forma posible: la boxeadora argelina cuestionada se llevaba la medalla de oro tras derrotar de forma muy contundente a la campeona del mundo. Y otra polémica se cierne sobre el ambiente a pocas horas del cierre, pues algunos deportistas desvelan que las medallas pierden el revestimiento metálico tan solo unos días después de ser repartidas. Así las cosas, los Juegos están a punto de terminar, y lo van a hacer con emoción hasta el último día. Estados Unidos y China terminaban la jornada empatadas en el medallero, con treinta y tres oros cada uno. En concreto, los americanos suman también treinta y nueve platas y 39 bronces; mientras que los chinos registran 27 platas y 23 bronces. La tercera posición sigue siendo para Australia, con 18 oros, 16 platas y catorce bronces; mientras que Francia cae hasta la sexta posición, tras ser superada por Japón y Gran Bretaña. Los dos oros hacen subir unas cuantas posiciones a los españoles, que ya suman cuatro oros, tres platas y ocho bronces que les permiten ubicarse en el puesto 15 de una lista de ochenta y seis países con, al menos, una medalla. Quince medallas las que lleva España, más dos que aún no tienen color. Exactamente la misma cifra que se consiguió en Tokio, y eso que aún queda toda la jornada del sábado y parte del domingo. Así este sábado verá españoles en hasta trece finales, de las que hay serias posibilidades de medalla en seis pruebas. El Maratón olímpico, el Piragüismo con tres finales, el Waterpolo Femenino, el Ciclismo en Pista, la Natación Sincronizada y el Boxeo pueden dar alegrías a los españoles en la penúltima jornada de los Juegos. |