En el Congreso, Armengol conseguía la Presidencia ante una derecha dividida

Ya es oficial. El torrejonero Pedro Rollán se convertía en la mañana de este jueves en Presidente del Senado con tan sólo tres votos en contra, y es que la votación en la Cámara Alta dejó varias sorpresas. Así, si bien los Populares, como todo apuntaba, consiguieron sus 142 votos a favor, tan sólo contaron con tres votos en contra, los de los senadores de VOX, ya que todo el resto de partidos votaron en blanco a la designación del de Torrejón.

La votación en el Senado terminaba con 142 votos a favor, tres en contra y 114 votos en blanco, una cifra que supone la mayoría absoluta de la cámara, situada en 130, ya que aún quedan por nombrar varios senadores autonómicos. Acompañarán a Rollán en la Mesa Javier Maroto, como Vicepresidente Primero; y Fernández Vara como Vicepresidente Segundo. Los puestos de Secretario son para Eva Ortiz, Marimar Blanco, Mari Ángeles Luna y Francisco Manuel Fajardo, dejando el juego de mayorías en cuatro puestos para los populares y tres para los socialistas.

En el Congreso, situación totalmente distinta, pues lo que parecía una votación muy ajustada entre Cuca Gamarra y Francina Armengol se convertía en una victoria aplastante de la socialista. Y es que el bloque de la derecha votaba dividido ya que VOX decidió apoyar a su propio candidato tras constatar que el PP estaba dispuesto a vetar su participación en la Mesa. De tal forma, Gamarra solo conseguía 139 votos, los suyos, los de UPN y los de una Coalición Canaria que al final no fue tan decisiva como parecía.

En el otro lado, Armengol sumaba 178 votos, con toda la izquierda y los nacionalistas apoyándola, incluyendo a un Junts cuyo voto no se decidió hasta media hora antes del inicio de la Sesión, justo cuando el Ministro de Exteriores presentaba ante el Parlamento Europeo una petición urgente para incluir en la próxima sesión de la Eurocámara la inclusión del catalán como lengua oficial Europea.

Las izquierdas sumaban otros cuatro puestos de la mesa, los de Alfonso Rodríguez Gómez, Primer Vicepresidente; e Isaura Leal, Tercera Secretaria, por parte del PSOE; y Esther Gil, Tercera Vicepresidenta, y Gerardo Pisarello, Primer Secretario, por Sumar. El PP consigue cuatro puestos, con las Vicepresidencias de José Antonio Bermúdez de Castro, y Marta González; y las Secretarías de Carmen Navarro y Guillermo Mariscal, consumando así el veto a VOX, que se queda fuera de la Mesa a pesar de ser el tercer partido en número de votos en las elecciones del 23-J.

Tras la elección de la Mesa, comienza una nueva partida que terminará, o no, con la elección del nuevo Presidente del Gobierno. Así los partidos tienen cinco días para formar los Grupos Parlamentarios en el Congreso, momento tras el cual comenzará la Ronda de Consultas con el Rey, un momento en el que será importante el papel de la Presidenta del Congreso, pues, si bien el artículo 99 de la Constitución no explica cuál debe ser el proceso, la lógica parlamentaria lo deja muy claro: el Rey se reunirá con los representantes de cada uno de los Grupos Parlamentarios para que estos le expongan cuantos son sus votos y a que candidato están dispuestos a apoyar, y una vez que el Rey conozca la posición de todos ellos, decidirá qué candidato tiene más posibilidades de hacerse con la Presidencia del Gobierno.

Los 178 votos de Sánchez le situarían como el candidato, pero hay un problema, y es que Esquerra, Bildu y Junts ya han anunciado que no se reunirán con Felipe VI, por lo que, si consigue reconducir las relaciones con VOX, que no será fácil, será Feijóo el que más apoyos consiga en esta Ronda de Contactos.

En este momento vuelve a ser clave el papel de la Presidenta, pues tendrá que ser ella la que refrende la decisión del Rey, algo que, si hay polémica podría no producirse, provocando una situación inédita en la historia de la política española. Pero además la Mesa tiene otro papel importante, pues una vez designado el candidato a la investidura, serán ellos los que decidan cuándo se celebra el Pleno, pudiendo así decidir si la repetición electoral, en caso de producirse, será en plenas Navidades.