El histórico activista falleció hace un mes

El Teatro Federico García Lorca, se ha llenado en el acto de homenaje a Carlos Vega. Un acto sencillo, pero emotivo. Gracias a la Asoc Vecinal Parque Henares, a Fernando López Lambas, a Esther Moraga, Eloy Rodriguez Ortiz, Enrique Villalobos Juan, Luis Lanchas Ortiz, Valentin, compañeros de CCOO, familia, y al resto de personas que han intervenido o participado de alguna manera en la celebración del mismo.

"Carlos Vega es un referente, un luchador, una persona que ha dedicado mucho tiempo de su vida a defender los derechos de trabajadores/as, y a luchar por mejorar la calidad de vida de nuestros/as vecinos/as. Hoy me he emocionado, pero también he recordado grandes momentos de mi vida compartidos con Carlos, Ignacia y Carlitos, con ellos he crecido, son más que amigos. No se puede entender el movimiento vecinal de San Fernando de Henares sin la figura de Carlos Vega", explicaba el alcalde de la localidad.

El acto está promovido por la entidad de la que Carlos formó parte durante cuatro largas décadas, la Asociación Vecinal Parque Henares, sus familiares y por un nutrido grupo de amigos y amigas, de los cientos que se labró a lo largo de su intensa vida. Asistió el alcalde de San Fernando, Javier Corpa, así como diferentes representantes del mundo sindical, político y vecinal de la región. El presidente de la FRAVM, Quique Villalobos, llevó al homenaje el calor, reconocimiento y profundo agradecimiento de las asociaciones vecinales de la comunidad autónoma. No en vano, Carlos, firme defensor de la unidad vecinal a través de estructuras como nuestra federación, participó de manera muy activa en los proyectos y actividades de esta, especialmente en áreas como la sanidad y el medio ambiente.

Después de años de batalla contra varias dolencias médicas, Carlos Vega falleció el 11 de enero a sus 71 años dejando un vacío enorme en el movimiento vecinal de San Fernando de Henares y de la región. Motor de la AV Parque Henares y persona que rezumaba compromiso y vitalidad por los cuatro costados, hizo de la lucha social su vida y a ella la dedicó hasta su último aliento.

Una anécdota muestra con claridad este rasgo. Unas horas antes de su fallecimiento, en la habitación del hospital y sin apenas fuerzas, Carlos preguntó cómo había ido la concentración que unos días antes se había celebrado en la localidad para reclamar más médicos de familia, pediatras y un servicio de urgencias de Atención Primaria digno. Era un habitual en estas concentraciones que, con carácter semanal, llevan unos dos años organizándose en San Fernando de Henares para frenar el deterioro de la calidad asistencial en los centros de salud, como también lo era en todos los actos en defensa de la sanidad pública del municipio y de fuera de él, tal es el caso de las marchas de la Marea Blanca.

Originario de Madrid, vivió en el barrio de Zarzaquemada de Leganés, donde participó en su asociación vecinal, antes de trasladarse a Parque Henares, en San Fernando, en 1983. Desde esa fecha formó parte de su asociación vecinal, que se había constituido apenas un año antes. Siempre estuvo en su junta directiva, y fue presidente de la entidad de 2005 a 2016.

Muy presente en todos estos años en la vida de la FRAVM, se dejó la piel en batallas como la construcción del Hospital del Henares, la apertura de la primera farmacia en Parque Henares, la lucha contra un vertedero de residuos tóxicos en la zona, la denuncia de los ruidos y contaminación del tráfico aéreo procedente del aeropuerto de Madrid-Barajas o, más recientemente, la pelea por la dignidad y justicia de los afectados por los derribos de la línea 7B de Metro en San Fernando de Henares.

Siempre con su buen humor y sus bromas, era habitual ver a Carlos en concentraciones, manifestaciones, charlas y otros actos vecinales con su cámara al hombro, fotografiando y grabando con el fin de preservar nuestra memoria de luchas y resistencia. Nuestro archivo atesora miles de sus imágenes.

Electricista de profesión, era también sindicalista de CCOO. Durante muchos años formó parte del comité de empresa de la fábrica de cervezas Damm, donde trabajaba. Allí defendió con uñas y dientes mejoras en las condiciones laborales de sus compañeros y compañeras, lo que le granjeó represalias por parte de la dirección. Represalias que no hicieron otra cosa que afianzar sus convicciones y compromiso por la justicia social.

Las asociaciones vecinales de Madrid tienen mucho que agradecer a esta persona extraordinaria, y hoy solo nos queda preservar su memoria y seguir su camino de compromiso y entrega, de coherencia y alegría. Gracias por todo, gracias por tanto, querido Carlos.