La Parroquia y la Hermandad de la Vera Cruz fusionaron sus actos en el último Viernes de Cuaresma

Era un día de calendario complicado, al coincidir el tercer día del Triduo en honor a la Virgen de la Soledad con el último Viernes de Cuaresma, dos celebraciones cada una con su propio horario, en la parroquia de San Juan Evangelista. Pero tanto la parroquia como la Hermandad de la Vera Cruz consiguieron ponerse de acuerdo para componer una celebración conjunta que no dejó indiferente a nadie: el Vía Crucis por el interior de la iglesia, una misa cantada con sorpresas, y el besamanos de la Virgen de la Soledad, fueron los grandes momentos de una tarde que abre la programación de los días de Pasión en Torrejón.

Así, a las seis y media de la tarde la Vera Cruz participaba en el tradicional viacrucis indoor con el que comienza la Semana Santa de Torrejón, recorriendo las catorce estaciones sin salir del templo, y con la peculiaridad de que los textos que acompañaban las paradas estaban escritos en verso.

A las siete comenzaba la solemne Misa del último Viernes de Cuaresma, que también era la tercera del Triduo en honor a la Virgen de la Soledad. Y es que, del mismo modo que hacen en octubre con el Cristo de la Vera Cruz, la Hermandad dedica tres días a venerar a su titular. Este tercer día de celebración dejaba una ceremonia curiosa y original, pues las peculiaridades del rito cuaresmal se unían a las propias de la celebración de la Hermandad.

De tal forma la misa comenzaba con letanías, cantadas por los fieles mientras el sacerdote se acercaba hasta el Altar, donde celebraba una Misa cantada en la que participó el Coro infantil de la parroquia, y que, a diferencia de lo habitual, se celebró de cara al Sagrario en lugar de a la feligresía. Además, y por aquello de hacerlo más solemne, el momento de la Consagración se hizo en latín, ante la sorpresa de los que llenaban la parroquia.

Pero no solo la parroquia tenía guardada sorpresas para el Viernes de Dolores, pues la Hermandad decidió que fuera en esta ceremonia donde se impusieran las Medallas a sus nuevos miembros incluyendo una jovencísima Julieta que ya es el miembro más joven de la Hermandad de la Vera Cruz.

Tras la imposición, y cerrada la Eucaristía, de nuevo el coro era protagonista. En concreto en la voz de Silvia Pérez, que se atrevió a honrar a la Virgen cantando una sobrecogedora versión del "Diario de María" popularizado por Martín Valverde y Mónica Arroyo, y que se ha convertido en una canción habitual en las celebraciones de Semana Santa.

Pero aún hay más, pues terminada la Misa, hermanos, vecinos y autoridades pasaron por delante de la imagen de la Virgen de la Soledad que presidía el altar para participar en el Besamanos que inicia de forma oficial la Semana Santa en la localidad.