Las tres chicas hacen vida normal, aunque con la supervisión de una técnico de la Asociación

El alcalde, Pedro Rollán, la directora de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, Carmen Pérez Anchuela, y el concejal de Bienestar e Inmigración, Rubén Mártinez, acompañados por Mari Carmen Villena, presidenta ASTOR, visitaban el jueves un piso de propiedad municipal, que, según el alcalde, “llevaba más de de diez años cerrado, ya que no sabíamos que formaba parte del Patrimonio Municipal hasta hace poco”, y que se ha convertido en el nuevo hogar de acogida de la Asociación ASTOR.

Dolores, Belén y Mª Eugenia, las tres mujeres que comparten este nuevo piso tutelado, han conseguido una mayor autonomía gracias a la colaboración entre ASTOR, Ayuntamiento, Comunidad de Madrid y La Caixa. Estas entidades han hecho posible que estas tres personas con discapacidad intelectual puedan emanciparse e intregrarse de una forma normalizada en la sociedad. Tan sólo están supervisadas por una educadora durante 4 horas al día y entre 6 y 8 los fines de semana. Esta educadora trabaja con las usuarias la autonomía personas, las relaciones afectivas, el cuidado de la casa y actividades de ocio con el entorno vecinal.

La vivienda cedida por el Ayuntamiento tiene 70 metros cuadrados construidos y cuenta con una cocina amueblada con varios electrodomésticos (vitrocerámica, horno, microondas, nevera y lavadora), un salón, dos habitaciones, una de ellas doble y un baño completo. Está situada en un lugar céntrico como es la Plaza de España y con buenas comunicaciones, algo muy importante ya que sus inquilinas trabajan. Este piso tutelado cuenta con subvenciones de la Comunidad de Madrid y La Caixa.