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01
Abr
2018
Domingo de Resurrección Torrejón 2018: La Virgen y el Resucitado se encontraron en la Plaza y ante el Altar PDF Imprimir E-mail
TorreNews - Sociedad Torrejón
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La Hermandad dedicó su primera “levantá” a Julián Herrero

Es el último evento de la Semana Santa de Torrejón, y volvió a estar a la altura. Y es que el Sol, esquivo en los últimos días de la pasión, hacía acto de presencia en una procesión que no tuvo uno, si no dos encuentros entre la Virgen del Rosario y el Resucitado. Y es que, además del tradicional en el centro de la Plaza, las dos imágenes terminaron uniéndose ante el Altar de la parroquia de San Juan Evangelista justo antes del comienzo de la Misa Solemne del Domingo de Resurrección.

Pero la procesión comenzaba mucho antes, en concreto dos horas y media antes, cuando, a las once y media de la mañana, los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario formaban en la Plaza acompañados por la Banda Municipal de Música y por miembros del Cuartel de Automovilismo en una puesta en escena muy similar a la realizada por la Hermandad de la Vera Cruz en días anteriores.

Los Caballeros entraron en la parroquia para formar un “pasillo” en el crucero central por el que pasaron las autoridades civiles y militares antes de tomar posiciones en el templo. Y es que el comienzo de la procesión iba a ser en el interior, donde, en completo silencio, las Damas de la Hermandad cogían las andas del Cristo Resucitado para iniciar una corta procesión por la iglesia que terminaba en la Puerta del Sol.

Allí les esperaba la Banda de Música que interpretaba marchas alegres. Y es que la música fue protagonista importante de la puesta en escena de la procesión, con marchas alegres para acompañar al Cristo y otra triste en el viaje de su Madre. La sorpresa llegaba al llegar a la Plaza, cuando las dos bandas comenzaron a tocar la misma marcha, aunque con distinto compás, antes de sonar al unísono en el momento del Encuentro.

Volviendo a la salida, la Virgen del Rosario, con su enorme manto negro, salía de la Puerta del Sol justo después de que los Caballeros realizasen una primera “levantá” cargada de simbolismo, al dedicársela a Julián Herrero. Tras un corto viaje, la Virgen llegaba al centro de la Plaza donde le esperaba su Hijo para comenzar un largo Encuentro ante un numeroso público. Así, la Virgen se inclinó tres veces ante el Resucitado justo antes de retirar el velo negro que la cubría al mismo tiempo que sonaban las campanas de la iglesia y palomas blancas sobrevolaban el cielo de Torrejón.

Después de un largo aplauso, comenzaba la segunda parte del Encuentro, en la que la Virgen y su Hijo bailaron al unísono y al ritmo que marcaba la Banda de Música, y que terminaba con una traca de fuegos artificiales lanzados desde la azotea del Ayuntamiento. Y terminado el Encuentro, comenzaba la procesión conjunta, que llevaría a las dos imágenes hasta la Ronda de Poniente por la calle Marquesas antes de regresar por San Isidro. La comitiva llegaba a las puertas de la iglesia algo después de la una y media, y lo hacía para que, tras ser elevadas a pulso y entrar con los acordes del Himno de España, las imágenes entrasen en la iglesia antes de encontrarse, de nuevo, ante los pies del Altar Mayor.

 

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