La enorme afluencia de público obligó a convertir en carriles de una única dirección las pasarelas y el puente bajo las vías

El incremento a casi el triple del montaje de las Mágicas Navidades ya ha tenido consecuencias en el primer fin de semana completo de la campaña navideña. Así, los accesos se mostraron claramente insuficientes el pasado sábado para acoger la enorme cantidad de personas que acudieron a ver los espectáculos, obligando a convertir en carriles de una única dirección la pasarela y el tunel bajo las vías del tren.

Los primeros problemas comenzaban el viernes por la tarde, con serios problemas de aparcamiento y de movilidad en los accesos a la localidad. Sin embargo, el sábado la cosa se salió de madre, sobre todo, en el Recinto Ferial. Y es que los “cuellos de botella” del montaje mostraron todas sus carencias en la primera jornada “fuerte” de la campaña navideña.

Así, la recien inaugurada pasarela sobre las vías del tren de la Azucarera no era capaz de absorver el flujo de personas, produciéndose un importante tapón a la entrada. Tal fue la situación que los vecinos no dudaron en tumbar una de las vallas metálicas para acceder al Recinto Ferial atravesando las vías.

Ya dentro del Recinto la “Avenida de los Guachis” y las cercanías de la Puerta Mágica se llenaban de personas, lo que provocaba sensación de agobio y momentos de tensión entre algunos de los presentes.

Al otro lado del Ferial la cosa no iba mucho mejor, pues el trasiego de viandantes provocaba tapones tanto en el túnel subterráneo como en la pasarela que conecta Plaza de España con el Ferial. Ante semejante situación, los organizadores decidieron organizar el flujo de personas al estilo Carmena: la pasarela sobre las vías se convertía en acceso al Ferial, mientras que el puente se transformaba en salida hacia la Plaza Mayor, donde la afluencia, siendo muy alta, no llegó a tanto como en el Ferial.