Sergio Pardo se convirtió en el autor de cuplés en una fría tarde

Nochevieja de 1970. Un anciano Álvaro Retana brinda por su perro fallecido diez años antes mientras recuerda su vida. Poco puede imaginar que tan sólo dos meses después él también abandonará este mundo.

Así comenzaba el homenaje que la Tertulia Poética rendía a otro torrejonero ilustre tras los dedicados a Manuel de Sandoval y Francisco Salmerón, un homenaje que llevó a la Tertulia hasta Parque de Cataluña en una fría tarde del mes de diciembre.

Así, y comandados por un Sergio Pardo que se metió en la piel del escritor, recordaron la vida y milagros de Álvaro Retana, uno de los más importantes escritores de cuplés del primer tercio del siglo XX, un Retana que también fue poeta, periodista y hasta figurinista.

Una vida intensa que reflejaron los torrejoneros a lo largo de casi una hora de espectáculo. La expropiación de sus bienes, la conmutación de su pena de muerte, sus aventuras y desventuras y, sobre todo, su producción artística, fueron protagonistas del homenaje que, por supuesto, también incluyó alguno de sus cuplés más conocidos entonados por la voz de Maribel de Lope.