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22
Jun
2013
El Hospital de Torrejón diagnosticó 21 melanomas en 2012 PDF Imprimir E-mail
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Foto cedida por Hospital de TorrejónEl Centro de salud da consejos para prevenir el cáncer de piel y otras patologías dermatológicas

Una exposición excesiva al sol puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel o determinadas patologías dermatológicas. “Llega el buen tiempo y pasamos más tiempo al aire libre. Eso es perfectamente normal y saludable, pero todo tiene su medida y si nos exponemos de un modo inadecuado al sol, podemos sufrir consecuencias muy negativas. Cada año se comunican unos 160.000 casos de melanoma cutáneo en el mundo. El Hospital de Torrejón ha diagnosticado 21 casos a lo largo del pasado año 2012.

Casi un 40% de ellos en forma de manchas de lento crecimiento en la cara, lo que llamamos lentigo maligno, que muchas veces no son el motivo principal de la consulta”, explica la doctora Leticia Calzado, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Torrejon, integrado en la red pública de Hospitales de la Comunidad de Madrid.

El diagnóstico precoz y la prevención son los mejores aliados en el tratamiento del melanoma. “Los pacientes de alto riesgo deben ser seguidos mediante fotos generales (mapas) e imágenes concretas de los lunares sospechosos. En la actualidad disponemos de la ayuda de la tecnología para fotografiar los lunares dudosos, analizarlos con detalle y compararlos a lo largo del tiempo, seguirlos durante su vida; es lo que se conoce como dermatoscopia digital”, destaca la doctora Calzado. “Durante el pasado año 2012 hemos realizado casi 200 registros de este tipo. Junto con la experiencia adquirida, es la mejor arma en el diagnóstico precoz del melanoma”.

“Todos hemos oído hablar del melanoma, que se produce, fundamentalmente, por una exposición prolongada o inadecuada al sol, pero también a fuentes artificiales, como lámparas bronceadoras de rayos ultravioleta. El melanoma afecta sobre todo a adultos entre los 30 y los 60 años de edad y excepcionalmente a niños. Hasta un 20% de nuestros casos durante el pasado año son personas menores de 40 años”, destaca la doctora Calzado.

El melanona afecta ligeramente más a mujeres que a hombres, y el factor diferencial hay que buscarlo en el fototipo de la piel. Una persona con la piel muy clara tiene un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares y de padecer un melanoma que una persona con la piel más morena. Además, el riesgo de padecer melanoma se acentúa si existen antecedentes en la familia o en la propia persona. “Efectivamente, si una persona ha tenido melanoma con anterioridad, el riesgo de que padezca otro si no toma unas medidas básicas de prevención es más alto”, señala la dermatóloga.

Estas medidas de prevención están relacionadas con evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día. “Las horas centrales del día es el momento en el que la luz ultravioleta es más intensa y debemos evitarlo. También podemos utilizar barreras físicas como sombreros, gorras o camisetas en la playa. Por otra parte, es fundamental que seamos conscientes de la importancia de utilizar fotoprotectores solares con filtros de protección UVA y UVB y con factor de protección de al menos 50. Y no debemos olvidar el empleo de gafas de sol con cristales capaces de absorber el 100 por cien de las radiaciones ultravioleta. Existe la creencia de que en los días nublados no hay riesgo, pero sí lo hay, debemos acostumbrarnos al uso diario de estas medidas, incorporarlas a nuestra rutina”, desgrana la doctora.

El melanoma puede aparecer como un lunar nuevo o derivar de un lunar que ya existe. “Todos tenemos lunares, van apareciendo con la edad, y, afortunadamente, la inmensa mayoría son normales. Sin embargo, debemos prestar atención a la aparición de nuevos lunares (también a su aclaramiento paulatino; nuestro sistema de defensa es capaz de “borrarlos” del mapa de nuestra piel) o a cambios en los que ya tenemos.

Un modo para poder detectar estos cambios es la regla “ABCDE” Asimetría, si el lunar no tiene sus dos mitades iguales; Bordes irregulares, si sus bordes son desiguales, borrosos o dentados (si le aparece una pequeña “pata” a un lunar); Color, si aparecen lunares de color rojizo, blanquecino (como pintados con tiza o “desteñidas”) o azulado sobre lesiones de color negro; Diámetro, cuando el lunar mide más de 6 milímetros o aumenta de tamaño por encima de esa medida; y Evolución, si crece desmesuradamente en poco tiempo, pica o sangra. Si observamos alguna de estas situaciones, debemos consultar con un especialista en Dermatología cuanto antes”, explica la Dra. Calzado.

 

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