Inundaciones y riadas catastróficas en Navalcarnero y El Álamo, mientras que Aldea del Fresno queda incomunicado

Dicen los expertos que predecir el comportamiento de una gota fría es prácticamente imposible, y un ejemplo claro es lo vivido durante la jornada de este domingo en la Comunidad de Madrid: a mediodía los servicios de emergencia activaban la alerta roja, incluso enviando mensajes a los teléfonos, cerrando centros culturales y parques, y pidiendo a los vecinos que no saliesen de sus casas.

Y lo cierto es que llovió, pero mucho menos de lo esperado. Así, lo que iba a ser el gran diluvio se quedaba en tormenta de verano, salvo en zonas muy concentradas del Corredor como Meco y Alcalá donde se inundaron los túneles y urbanizaciones; o Torrejón, con concentraciones altas de lluvia durante dos horas. Pero en el resto de la región, lluvia normal, a pesar de que incluso se había cancelado un partido en el Wanda Metropolitano.

Las horas pasaban y la alerta roja se convirtió en naranja, justo cuando la DANA decidía hacer su aparición. Así, y tras provocar inundaciones catastróficas en la provincia de Toledo (hasta el Hospital de Parapléjicos se vio afectado), la lluvia descargaba durante la noche en la zona Oeste donde llegaron a recogerse más de doscientos litros por metro cuadrado.

La peor parte se la llevaban los municipios de Navalcarnero y Aldea del Fresno, que veía como el agua tumbaba los tres puentes del municipio dejándolo incomunicado.

Pero la cosa no había acabado. La masa de agua se desplazaba hasta la capital, donde provocaba serios problemas en Metro, que incluso tenía que cerrar las líneas 11 y 6 por inundaciones; y en la Estación de Atocha.

Esta segunda remesa de agua llegaba a la Zona Este muy debilitada, casi como una tormenta de verano sin casi consecuencias. Eso sí, la alerta roja sí tuvo consecuencias importantes, pues provocó la cancelación de las fiestas de Alcalá, Arganda y San Sebastián de los Reyes que sólo pudieron celebrar los actos programados por la mañana.

Y es que no fue un día fácil para los políticos. La Comunidad activaba, a eso de la una de la tarde el INUNCAM, el Plan Especial frente a inundaciones, antes de mandar una alerta masiva a todos los teléfonos de la región.

Con las primeras lluvias, el 112 se ponía en marcha, registrando hasta las siete casi seiscientas llamadas que provocaron 451 salidas de los Bomberos. A las once de la noche, el servicio de emergencias informaba de que se estaban produciendo 140 intervenciones en el Suroeste, tachando la situación de “muy complicada”.

A las doce el desbordamiento de un arroyo en Villamantilla provocaba el corte de la M-507, dejando atrapados a los coches que regresaban de las vacaciones; y a la una, en la misma carretera, caía un tendido eléctrico. La última actualización de la madrugada, a eso de las tres, hablaba de 1.257 incidencias, con 726 intervenciones de los Bomberos.

Pero la tormenta no se iba a dormir, y continuaba moviéndose durante la madrugada. En concreto, se acercaba hasta SanSe y Alcobendas, donde comenzaba a llover con fuerza a eso de las seis y media de la madrugada, lo que provocaba nuevas inundaciones. En cuanto al Oeste, los Bomberos buscan a dos personas que viajaban en un coche que cayó al Alberche en Aldea del Fresno. El último balance, a las siete de la mañana, hablaba ya de 1.491 incidencias y 1.169 intervenciones de Bomberos.