El país alcanza el 2% del PIB que exigía la OTAN
El gasto militar de España ha sido objeto de análisis y estimaciones recientes, destacando un cambio significativo en la asignación de recursos hacia la defensa. Según un informe de la OTAN, se prevé que España destine el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto militar durante el año 2025. Este movimiento marca un hito importante, ya que por primera vez España cumple con el objetivo de gasto acordado por los miembros de la OTAN en 2014.
En comparación con el año anterior, España ha incrementado su gasto en defensa en un notable 43,11%. Este aumento se traduce en un incremento de 22.693 millones de euros en 2024 a 33.123 millones de euros en el año en curso. Este crecimiento en la inversión militar refleja un compromiso renovado por parte de España para fortalecer sus capacidades defensivas.
La OTAN ha recopilado datos hasta el 3 de junio del presente año, indicando que España, junto con otros países, ha alcanzado el objetivo del 2% de gasto militar. En el año anterior, solo 19 de los 31 países miembros lograron cumplir con este objetivo, lo que subraya el avance significativo de España en este ámbito.
Junto a España, otros países que también alcanzan el 2% de gasto militar son Bélgica, República Checa, Luxemburgo y Portugal. Además, hay una decena de países que registran porcentajes de gasto en defensa que oscilan entre el 2% y el 2,1% de su PIB. Esto sitúa a España en un contexto más amplio dentro de la Alianza, aunque aún se encuentra entre los aliados que menos proporción de su PIB destina a la defensa.
El aumento del gasto militar en España y otros países de la OTAN ha sido influenciado por diversas presiones internacionales. Entre ellas, se destacan las demandas del presidente estadounidense Donald Trump y la situación de guerra en Ucrania, que han llevado a un consenso sobre la necesidad de incrementar el gasto militar.
En junio de este año, los países de la OTAN acordaron un incremento radical en su gasto militar, estableciendo un objetivo del 5% del PIB para el año 2035. Este porcentaje se desglosa en dos categorías de gasto: un 3,5% destinado a gasto militar estricto, que incluye la compra de armas, salarios y pensiones de las Fuerzas Armadas, así como misiones y maniobras; y un 1,5% adicional en seguridad en un sentido más amplio.
A pesar de los objetivos ambiciosos establecidos por la OTAN, España ha manifestado su intención de cumplir con las capacidades requeridas por la organización mediante una inversión del 2,1% de su PIB. Este compromiso refleja la voluntad de España de adaptarse a las exigencias de seguridad y defensa contemporáneas, asegurando su papel dentro de la Alianza.
España, como socio fiable y responsable, no solo da respuesta a las necesidades de la Alianza con la aportación de efectivos a las misiones de la OTAN, sino que cumple con el compromiso adquirido de alcanzar el 2% del PIB en inversiones del ámbito de Defensa; inversiones que permiten mejorar las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas y, a su vez, avanzar en desarrollo tecnológico de carácter dual asociado a la creación de empleo de alta cualificación y calidad, que refuerzan el potencial de la industria de defensa nacional. Ello es posible gracias al Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que cuenta con una inversión inicial de 10.471 millones de euros, en 2025, explica el Gobierno.
Los programas que incluye el Plan no solo impulsan el progreso tecnológico del país, sino que también desarrollan sectores estratégicos identificados por la OTAN; entre ellos, la inteligencia artificial y Big Data, la robótica, las tecnologías cuánticas y de la información, la comunicación, el espacio, la biotecnología, las nuevas técnicas de fabricación o energía y propulsión. Se trata de tecnologías duales de alto impacto, muchas de ellas de carácter transversal, consideradas clave para la seguridad y defensa colectivas, especialmente en un entorno geopolítico cada vez más complejo. |