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14
Ene
2024
Un boceto de la Anunciación de Claudio Coello, declarado BIC PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por CAMTambién protegen una pintura de Luis de Morales y esculturas del sepulcro de Diego de Avellaneda

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado esta semana declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) las pinturas La Anunciación, de Claudio Coello, y Virgen del Sombrero, de Luis de Morales, así como un conjunto de tres elementos escultóricos que formaban parte del sepulcro, datado en el siglo XVI, de don Diego de Avellaneda y doña Isabel de Proaño. Todas las obras pertenecen en la actualidad a colecciones privadas y destacan por sus valores históricos y artísticos.

El cuadro de Coello corresponde a un boceto llevado a cabo para uno de los óleos más importantes que se hicieron en Madrid, la Anunciación con los profetas y sibilas que vaticinaron la llegada del Mesías, del Monasterio de la Encarnación Benedictina (San Plácido). Pertenece a una tipología que tenía un gran auge en el barroco madrileño, los grandes cuadros del altar. En ella, el autor da prueba de su extraordinario dominio de la escala, el espacio, la composición, la perspectiva y el color.

Su importancia radica no solo en ser el prototipo para una pintura final, sino en que es, además, un ejemplo de la maestría de su autor para exponer una multitud de figuras con aparato y teatralidad, sin la severidad tradicional, dando lugar a una escenografía colorista y luminosa, con un excepcional sentido del color, teniendo entre sus fuentes Rubens y Tiziano.

Virgen del Sombrero, por su parte, reúne unos valores cualitativos e iconográficos determinantes, conformando una imagen muy característica de la producción del pintor Luis de Morales, uno de los más relevantes de la historia del arte de España.

El cuadro aglutina influencias italianas y flamencas características de la obra de su autor, destacando en especial la delicadeza con que se representan los rostros de la Virgen y el Niño, la pericia técnica con que se definen las transparencias de las cintas del sombrero y la exactitud en el dibujo de la mosca posada sobre la manga de la Virgen. La obra ha sido restaurada recientemente.

El conjunto de tres elementos escultóricos, obra de Felipe Bigarny y su taller, está compuesto por dos figuras de putti (niños alados) y un sillar con relieves decorativos que formaban parte del sepulcro de don Diego de Avellaneda y doña Isabel de Proaño.

Las figuras, datadas entre 1536 y 1543, están realizadas en alabastro y muestran un trabajo de cuidada técnica, que se refleja en el delicado tratamiento de las superficies pulidas y el detalle de la talla del cabello y los pliegues de los ropajes que visten las figuras. También destaca la incorporación de elementos de la estética renacentista, como la idealización de los tipos, la monumentalidad o la pureza de líneas.

 

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