x

Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies

19
Dic
2024
Gas y electricidad suben un 13% en un año PDF Imprimir E-mail
Otras Noticias - Comunidad de Madrid
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Foto cedida por CAM

El fin de las bonificaciones eleva la inflación en noviembre

“Cada mes insistimos en que suministros básicos como la electricidad no pueden estar sujetos a los vaivenes del mercado y en que deberían gozar de una especial protección. Lo mismo sucede con los alimentos, como se ha demostrado con las rebajas fiscales durante el último año. Si, como parece, su IVA se va a ir incrementando de forma progresiva, esto influirá negativamente en los precios. Por eso, hay que seguir apostando por la negociación colectiva y por convenios que incorporen medidas correctoras de la subida salarial en tiempos de inflación alta para que las personas trabajadoras puedan recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante años”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

El índice general se sitúa en el 2,4 %, cuatro décimas más que en octubre y un punto por encima del mínimo marcado en septiembre, debido, principalmente, al encarecimiento de la electricidad y del gas. Tras la eliminación de las bonificaciones fiscales, los costes de los suministros asociados a la vivienda están marcando máximos anuales. Su subida mensual ha sido del 3,2 % y se han disparado un 13,1 % en el último año.

Los transportes también han influido en impedir que la inflación bajara durante el último mes y haya repuntado una décima. En concreto, el transporte público interurbano, que es un 5,3 % más caro que hace un año. Al contrario, el transporte privado es un 1,2 % más barato, situación que puede cambiar pronto si se confirma la intención del Gobierno de imponer una tasa especial al diésel.

Las buenas noticias llegan desde los alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,0), que se sitúan por debajo del índice general por primera vez en muchísimo tiempo y en niveles desconocidos desde septiembre del 2021, cuando iniciaron un ascenso imparable que llevó la cesta de la compra a un insoportable 17,6. Mención especial, en este apartado, para los aceites y grasas, que siguen depreciándose y son un 4,4 % más baratos que en noviembre del 2023.

En plena temporada alta, el capítulo que más creció en el último mes fue el de vestido y calzado (+3,1), aunque es cuatro décimas inferior al de hace un año. Y los que más bajaron fueron ocio y cultura (-1,9) y hostelería (-0,9). Sin embargo, a excepción de la vivienda (+6,2), este último apartado es el que más se ha encarecido en el último año (+4,4). En concreto, los servicios de alojamiento (+6,9) casi triplican la inflación general.

La subyacente (o estructural) no sufrió variación por cuarto mes consecutivo y también se sitúa ya por debajo del IPC anual. Una estabilidad que cumple con el objetivo marcado por el Banco Central Europeo y que influye de forma positiva en la rebaja de los tipos de interés y, por tanto, de los créditos e hipotecas. Igualmente, se mantiene la distancia respecto a la subida salarial pactada por convenio en la Comunidad de Madrid (+3,6), lo que se traduce en una recuperación del poder adquisitivo tras años de bolsillos vacíos.

“Lo dijimos en septiembre y se ha confirmado. Las ayudas fiscales del Gobierno a los alimentos de primera necesidad y el control del suministro eléctrico, más allá de responder a momentos concretos, tienen que ser objeto de una regulación que defienda los intereses de los ciudadanos. Son productos y servicios básicos para todos y necesitan una especial protección legal e impositiva. Esto, unido a subidas salariales más ambiciosas y justas, permitiría que las personas trabajadoras recuperaran parte del poder adquisitivo perdido durante tantos años. Por eso, también es positivo el dato de la inflación subyacente, que ya es casi la mitad que el de los salarios pactados por convenio”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

Después de tres meses seguidos bajando, el IPC subió 7 décimas en octubre, un dato que se esperaba tras la recuperación del IVA sin bonificación en algunos alimentos y en el suministro eléctrico. Como consecuencia, la cesta de la compra creció el doble (+1,4 mensual y +2,4 anual) y los gastos asociados a la vivienda son casi un 4 % más caros que hace un año. Sólo el alivio de los carburantes (que experimentaron fuertes subidas el año pasado), amortiguó el temido aumento de la inflación.

La alimentación es un 31 % más cara que en enero del 2021, el grupo que más ha subido de todos los que forman la estadística. Llevaba bajando cinco meses y el aumento de octubre es el más fuerte desde hace 20 meses. Por su parte, la vivienda se sitúa en su valor más alto desde septiembre del 2022 y acusó especialmente el efecto del final de las ayudas fiscales (hace exactamente un año bajó un 5,8 %).

Vestido (+6,7) y calzado (+3,7) experimentaron fuertes subidas con el inicio de la temporada otoñal. La hostelería también creció por encima de la media (+0,9 mensual y +4,5 anual) por el encarecimiento de los servicios de alojamiento (+6,2 y +17,1 en lo que va del 2024). Y la enseñanza igualó el índice general con el retorno a las aulas de las enseñanzas superiores (+2,1).

El final del verano permitió un alivio en el ocio y la cultura (-0,3), debido a la depreciación de los paquetes turísticos (-3,5). Lo que más bajó fueron las comunicaciones (-0,9) y el resto de grupos apenas mostraron variación. Mención aparte para los seguros, que, aunque no variaron respecto a septiembre, son un 9,1 % más caros que hace un año.

La inflación subyacente lleva tres meses sin experimentar movimientos, aunque en términos anuales (+2,0) se sitúa en niveles no vistos desde hace casi tres años. En un escenario estable, en los dos últimos meses del año su tendencia debería seguir siendo a la baja. Buenas noticias para las personas trabajadoras, pues se esperan nuevos recortes de los tipos de interés, alivio para las hipotéticas y más dinero en los bolsillos. Por comparar, es casi la mitad que la subida salarial pactada por convenio (+3,6).

 

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar