Según la estimación de la Asociación de Empresarios de Mantenimiento de Piscinas

La AMEP, Asociación Madrileña de Empresarios de Mantenimiento de Piscinas, ha remitido a la Comunidad de Madrid un nuevo protocolo con el objetivo de clarificar y concretar, de forma definitiva, determinados aspectos relativos a las medidas a adoptar tras el COVID-19 en relación a: la adecuación de las instalaciones de las piscinas de las Comunidades de Propietarios antes de su apertura, su mantenimiento una vez adecuada la instalación y las medidas a adoptar tras la apertura, de cara a la temporada 2020.

Y es que en esta crisis, tanto las Recomendaciones para la apertura de la actividad en las piscinas publicadas por el Ministerio de Sanidad el pasado 14 de mayo de 2020 así como la Orden SND/414/2020 publicada en el BOE, hacen que muchas de estas instalaciones se planteen no abrir esta temporada 2020 por motivos económicos, técnicos o de personal.

La AMEP como como órgano oficial de representación ante los organismos e instituciones públicas y privadas de las empresas del sector, pone el foco en las Comunidades de Propietarios, que se quedan desamparadas en ambos documentos, pues mientras otro tipo de instalaciones cuentan con directrices claras y específicas acerca de los medios y personal para llevarlos a cabo; en el caso de las urbanizaciones, dichos parámetros no se detallan, ya que ambos documentos no concretan qué agentes deben efectuarlas, cómo deben llevarse a cabo, ni los medios técnicos para ejecutarlos de forma correcta para salvaguardar la salud de los vecinos.

Concretamente, hay puntos de vital importancia que no quedan concretados ni asignados, y que la AMEP destaca en el protocolo emitido a la Consejería de sanidad de la CAM, como son:

• La gestión de la cita previa.

• Un mayor control del aforo.

• La limpieza y desinfección de todo el mobiliario después de cada uso.

• La exigencia de un mayor control exhaustivo de la calidad del agua, basado en un aumento de controles de los parámetros químicos del agua (aspecto al que hace referencia la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el CSIC en su informe sobre transmisión del SARS-CoV-2 en playas y piscinas, donde alude a que “es fundamental medir regularmente los parámetros principales, sobre todo el del pH y nivel de cloro libre, ya sea de forma manual, semiautomática o automática”.

En este sentido, desde la AMEP ponen de manifiesto la imposibilidad de disponer del personal profesional necesario para cubrir todos estos servicios, y en el que juega un papel fundamental la figura de los socorristas. Pues, a día de hoy, la Capital no cuenta con el número de socorristas necesarios para todas las Comunidades de Propietarios.

Según las cifras estimadas por la Asociación, al menos 3.500 socorristas no podrán prestar servicio la próxima temporada estival, no solo atendiendo a la suspensión de cursos para nuevos socorristas o de reciclajes de títulos vencidos, sino respecto a la emisión de licencias de personal extranjero, otros acreditados con ciudadanía europea más aquellos que no pueden viajar desde su país por el cierre de fronteras debido al Covid-19.

Es por ello que, en estos momentos, el sector de las piscinas insta a la Comunidad de Madrid a que informe cuanto antes y establezca unas normas fundamentales básicas, teniendo en cuenta las características este tipo de instalaciones para que pueda ser factible su apertura cumpliendo con todas las garantías de salubridad y protección para los usuarios y vecinos.