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30
Ago
2025
Diego Ventura se lleva tres orejas de la Plaza de SanSe PDF Imprimir E-mail
Zona Este - San Sebastián de los Reyes
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Foto cedida por Diego VenturaLos toreros a pie cortaron una oreja cada uno

El rejoneador Diego Ventura abrió la plaza con un caballo colaborador de Ángel Sánchez y Sánchez, con el que demostró su destreza y solvencia. Desde el inicio, Ventura destacó en su actuación, especialmente en los pares de banderillas al quiebro, que fueron muy bien recibidos por el público. La culminación de su faena se produjo con un cierre espectacular que incluyó las rosas, lo que le valió la primera oreja de la tarde.

El momento culminante de Ventura llegó con el cuarto toro, donde volvió a exhibir su estilo de tauromaquia de proximidad. Su rejoneo se caracterizó por realizarlo en terrenos cortos y con un ajuste absoluto, lo que generó una conexión intensa con el público. Utilizó a sus caballos Bronce y Guadiana como ejes centrales de una faena de alto voltaje, que culminó con un rejón de muerte efectivo. La entrega del público fue tal que pidieron y lograron que Ventura saliera en hombros, siendo el gran triunfador de la tarde.

Sebastián Castella, un torero con vasta experiencia, realizó una actuación seria con el quinto toro. Desde el inicio, con su recibo de capa a pies juntos, hasta el final, donde se arrimó al toro, Castella mostró un ceñimiento y temple excepcionales. Su faena se basó en muletazos bien trazados, tanto por la derecha como al natural.

A pesar de su esfuerzo, en su primer toro, el segundo de la tarde, no pudo redondear su actuación debido a la falta de raza y clase del animal. A pesar de algunos muletazos sueltos, la falta de continuidad en su faena resultó en un silencio tras aviso. Con el quinto toro, Castella logró abrirse paso y, gracias a una media estocada efectiva, se llevó la oreja, lo que le permitió dejar una impresión más favorable en la tarde.

Tomás Rufo se presentó en el ruedo con un estilo templado y un buen pulso ante el tercer toro, que aunque noble, mostraba cierta limitación en su motor. Su faena fue medida y se destacó por pasajes de gran expresión tanto por la derecha como por la izquierda. Rufo cerró su actuación en terrenos de cercanías, lo que tuvo un gran calado entre los espectadores. La efectividad de su estocada le aseguró la oreja.

Sin embargo, su actuación con el sexto toro no fue tan exitosa. La condición del animal limitó su capacidad de lucimiento, a pesar de la insistencia y entrega de Rufo, quien trabajó el toro hasta el final. Un pinchazo previo a la estocada final dejó su labor en silencio tras aviso, lo que contrastó con el éxito de su faena anterior.