Según explican, la Policía Local canceló el cotillón al no tener los permisos

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Aranjuez ha aprobado la incoación del procedimiento para sancionar, en virtud del contrato de concesión de servicio, a la empresa que regenta el bar del Polideportivo Municipal y en el que, en la madrugada del pasado 1 de enero, tras acudir Policía Local a instancias del gobierno municipal, la misma advirtió a los organizadores que la celebración de una fiesta de Nochevieja incumplía las mínimas medidas de seguridad. La posible sanción, en virtud del contrato en vigor, podría acarrear la resolución del mismo.

Según el informe emitido por el Servicio de Recaudación del Ayuntamiento de Aranjuez, la empresa gestora del bar del polideportivo, con acceso por la calle Moreras, mantiene una deuda con el consistorio de 13.686,71 euros, como consecuencia del impago del canon mensual del mismo desde junio de 2017.

Si bien dicha deuda ya fue reclamada en noviembre de 2017, la falta del pago del canon mensual han sido calificada por la Junta de Gobierno, a propuesta de los Servicios Jurídicos Municipales, como infracción muy grave.

Por otro lado, la Junta de Gobierno ha aprobado también la incoación de otro expediente en el que se acuerde la imposición de sanciones a los organizadores de la citada fiesta de Nochevieja y a la empresa contratista en virtud del informe emitido por el Oficial Jefe de la Policía Local de Aranjuez.

La fiesta fue cancelada tras la advertencia de Policía local el pasado 1 de enero de la ausencia de las necesarias medidas de seguridad y tras comprobar la falta de documentación, así como la presencia de menores en la misma.

Según el propio informe de la Policía Local, los organizadores de esta fiesta no contaban ni con licencia ni con autorización de la Comunidad de Madrid ni tenían el seguro obligatorio de responsabilidad civil; además las previsiones de aforo superaban con creces el permitido en el local.

El informe recalca además que, a la llegada de los agentes, se filió a cuatro personas a las que se supone responsables de la fiesta y a tres menores de edad a la espera de su inicio, en un local que estaba preparado para la venta de alcohol, tal y como constataron los agentes tras la inspección del mismo.

A los pocos minutos, fueron llegando más jóvenes (muchos de ellos menores de edad), algunos de ellos con sus padres, informando a los agentes de que se prevé la participación en la fiesta de 200 chicos y chicas que pagaron 20 euros por la celebración de la misma.

La sala carecía de control de acceso y cuenta con un aforo inferior al que iba a acoger en la madrugada del 1 de enero, por lo que la Policía Local decidió advertir de las posibles consecuencias legales y del riesgo que se podría causar a los asistentes al no disponer de las autorizaciones necesarias, por no cumplir las medidas de seguridad obligatorias. Por último, la Junta de Gobierno ha acordado dar traslado a Fiscalía de los hechos acontecidos por si los mismos fuesen constitutivos de delito.