El porcentaje ha aumentado de forma sostenida en la última década, hasta situarse en el 75,9%, según la Encuesta de Población Activa. Más de la mitad de la población de entre 25 y 29 años ha alcanzado el nivel de Educación Superior, una subida de 1,7 puntos respecto a 2019.
Por Comunidades Autónomas, se sitúan por encima del 80% País Vasco (87,1%), Asturias (85,1%), Cantabria (84,5%), Navarra (83,4%), Comunidad de Madrid (82,8%) y Aragón (81,4%). Entre el 70% y el 80%, están Galicia (78,9%), La Rioja (78,2%), Comunidad Valenciana (77,8%), Castilla y León (76,8%), Cataluña (76,6%), Murcia (75,3%), Extremadura (73,9%), Canarias (72,5%) y Castilla-La Mancha (71,7%). Por debajo del 70%, se encuentran Melilla (67,8%), Andalucía (67,1%), Islas Baleares (65%) y Ceuta (49,4%). Los mayores incrementos con respecto a 2010 corresponden a Cantabria (+21,2 puntos), Murcia (+19 puntos) y Comunidad Valenciana (+17,2 puntos).
Este indicador está en correlación con el de abandono escolar temprano, publicado en el avance del pasado 29 de enero, y que señala que la tasa se sitúa en 2020 en el 16%, 1,2 puntos menos que el año anterior. Disminuir la tasa de abandono escolar temprano y aumentar la de titulados de Bachillerato o de Formación Profesional de Grado Medio es uno de los principales objetivos de la nueva ley de Educación, LOMLOE, que acaba de entrar en vigor. Para ello diseña un sistema flexible y abierto, con un currículo más competencial, y apuesta por el refuerzo escolar y la diversificación de los itinerarios, con pasarelas entre ellos.
Por otra parte, dentro del grupo de edad de 25 a 29 años, más de la mitad de la población ha alcanzado el nivel de Educación Superior, en concreto lo ha hecho el 50,2%, 1,7 puntos más que en 2019. Respecto a 2010, la subida es de 11,9 puntos. Dentro de este porcentaje, el 15,6% son titulados de Educación Superior no universitaria y el 34,6% universitaria o equivalente. Por sexo, el porcentaje de mujeres que alcanza este nivel educativo asciende al 56,5% (2,2 puntos más que el año anterior y 11,5 más que en 2010) y el de hombres es del 44% (1,2 puntos más que en 2019 y 12,2 más que en 2010).
En cuanto a los jóvenes de entre 15 y 29 años que no estudian ni trabajan, el porcentaje ha subido al 17,3%, 2,4 puntos más que el año anterior. Se rompe así la tendencia a la baja iniciada en 2013, cuando la tasa alcanzó su valor máximo (22,5%).
Este incremento está relacionado con la menor tasa de empleo en este tramo de edad, puesto que el porcentaje de la población que estudia o se forma sigue subiendo hasta llegar en 2020 al 57,3%, 0,7 puntos más que en 2019. Sin embargo, el porcentaje de jóvenes ocupados que no están formándose baja más de 3 puntos, del 28,5% en 2019 al 25,4% en 2020, en un contexto de caída generalizada del empleo como consecuencia de la pandemia de COVID-19.