El italiano ha sido el único repescado que, de momento, no se ha ido de la lengua con los concursantes

Prometía mucho, y no defraudó. El debate estaba lleno de contenido con lo ocurrido en los últimos días en la casa, y lo supo aprovechar a tope: filtraciones de los repescados, demonización y entronización de Igor, pelea entre Sonia y Susana, hundimiento de Sonia, bronca entre Miriam e Igor, la ofensa a Juan Carlos y el jacuzzi (con ducha) pelocho llenaron un debate en el que, por suerte, los colaboradores tuvieron poca voz (me quedo con el momento duchoning entre Arturo y Belén Rodríguez). Con semejantes mimbres, el programa no necesitó recurrir ni a la entrada en directo de Igor, ni a las repercusiones de las peticiones al Gran Hache, dos asuntos que, probablemente, se queden para la próxima gala, y eso que la competencia era feroz: nada menos que MasterChef y su eímera repesca de Santiaga (aprovecho para informaros de que acabamos de estrenar un nuevo blog, Interferencias, en el que, entre otras cosas, se hará seguimiento de las galas semanales del programa de cocina, y cuyo enlace tenéis justo debajo de este post, entre los relacionados).

En la gala del jueves, además, terminará por fin la repesca, con la entrada de dos concursantes: el favorito de la casa (probablemente Juan Carlos), y el favorito de la audiencia (espero que Igor, aunque abrir y cerrar teléfonos durante la gala augura la entrada de Edo), además de ser expulsados los gemelos Montoya (los porcentajes oficiales les daban un 54,8% de los votos, frente a un 37,6 de Yessica, y un 7,6% de Nacho). Precisamente para preparar esa reentré por tercera vez, Edo iba preparando el terreno durante su visita a la casa grande. El italiano volvía a intentar tirar fichas a las nuevas adquisiciones de la casa, Saray y Yessica, con las que tonteó con descaro, aunque sin contarles nada del exterior. Incluso Álvaro se atrevió a tirarle la caña al italiano, que se dejó querer por el pollito volador.

Por supuesto, su amada Susana tampoco se libró de las atenciones del casanova, que bromeaba con los Montoya diciendo que se la han quedado “solo porque yo no estoy” (los tres demuestran el aprecio, el cariño y el respeto que tienen al resto del género humano con comentarios como estos).

Y es que Susana sigue acertando con los hombres a los que se acerca. Ayer el Montoya soltó un comentario que desvelaba sus verdaderas intenciones una vez fuera del concurso con respecto a la de Murcia: “Fuera no me hubiera fijado en ti”. Confesión que puso sobre aviso a Susana, y que Gonzalo, sabiéndose nominado, intentó rectificar rápidamente. Pero, como bien decía la Milá, las palabras tienen consecuencias, y, salvo sorpresa, Gonzalo dormirá fuera de Guadalix el jueves por la noche. Para terminar de rematarlo, el sevillano confesaba a la murciana que había tenido un sueño erótico con su ex, probablemente para despertar los celos de Susana. Pero lo que consiguió fue justo lo contrario. La murciana, a la gallega, le respondió con una pregunta: “¿Quién te dice a tí que yo no tengo sueños con mis ex?”.

Seguimos con la pasión pelocha. Sonia, tras ser desenmascarada primero, e inmolarse después, ayer pedía la entrada de Igor para aclarar las cosas. Además por la noche hacía pandi con Raki desvelando uno de los secretos mejor guardados de la casa. Pero vamos por partes. La mañana comenzaba con algo que era necesario que acabase ocurriendo: uno de los concursantes se dio cuenta de los efectos de los saqueos nocturnos de Pelocho y señora. En concreto fue Raki la que notó que faltaban galletas y yogures. La catalana montó en cólera, y los Pelochos le dieron la razón, afirmando que hay algún concursante con la mano larga (como diría la gran Aída Nízar: ¡Que viva la hipocresía!). La situación no terminaba aquí, y se convertía en uno de los hilos conductores de la jornada, para terminar con un auténtico cliff hanger que, sin duda, continuará: Sonia confesaba anoche a Raki que el autor de los robos nocturnos no era otro que Kristian, algo que la catalana se tomó bastante bien, pero que tendrá consecuencias seguro.

Más cosas: Sonia hacía una sorprendente confesión que explica muy bien el carácter de los Walls. Según contaba, su madre se casó por una broma del día de los Santos Inocentes que se le fue de las manos (deseando estoy escuchar esta historia, porque tiene pinta de ser muy interesante). Además, el Pelocho confesaba a Edo que ayer se cumplían sus tres primeros meses con Sonia.

Por otra parte, la noche terminaba con fiesta: hamburguesas que hubieran hecho las delicias de Argi, pero sin mayonesa, que tuvieron que ganarse cantando la sintonía de una conocida marca. Sin embargo, la fiesta no dio mucho más de sí. A los pocos minutos de comenzar la música, los habitantes de la casa grande ya estaban haciendo otras cosas, mientras que los de la casa Repesca siguieron bailando durante largo rato.

Hoy termino con dos Expedientes X de esos que rondan la casa del Gran Hermano. Si recordáis Sonia y Kristian afirmaban tener una amiga en común, cosa difícil viviendo uno en Madrid y la otra en Canarias. Ayer el misterio se incrementaba un poquito más al descubrir dónde vive la amiga: nada menos que en Majadahonda, a pocos kilómetros de Madrid. No es, sin embargo, la única persona que conoce el Pelocho, que ayer afirmaba conocer a Fernando Romay y tener una amiga que vive en Las Vegas. El segundo Expediente X es todavía más extraño: Edo y los Gemelos hablaban de un amigo que tienen en común.