Los concursantes superan la prueba semanal, mientras el Debate pierde seguimiento ante el ascenso de MasterChef

Esta noche toca Gala, la segunda en jueves, y, a pesar de lo completito del debate del pasado martes, no estará exenta de vídeos, y es que, tal y como se preveía, la entrada de Igor ha revolucionado la casa, aunque justo en la dirección contraria a la que suponían Sonia y Miriam. El vasco consiguió, en veinte minutos con cada concursante, darle la vuelta a la tortilla y dejar completamente sola y hundida a Sonia. Tan sólo los gemelos no se creyeron la versión del jugador de hockey, pero, si se cumplen los pronósticos (lo contrario sería una sorpresa, y, probablemente, un escándalo), esta noche estarán fuera de Guadalix.

Así, una entrevista muy potente (aunque lo hubiese sido mucho más si Argi estuviera en el plató, que no estará), será el elemento central de una gala que esta noche tiene competencia añadida: nada menos que la segunda semifinal del Festival de Eurovisión, además de Chicote y Cuéntame. Una competencia de la que, de momento, puede salir airoso el programa de telerrealidad, pero veremos que ocurre dentro de dos semanas cuando se estrene El Número 1.

En cualquier caso, los Gemelos tendrán que enfrentarse a sus escandalosos comentarios y comportamientos dentro de la casa, y a una Mercedes Milá, que, esperemos, les pondrá los puntos sobre las íes. Recapitulando, y sin ánimo de ser exhaustiva: los Montoya han insultado a One Direction, los Morancos, las mujeres, o los niños de Sudáfrica, y se han comportado de forma violenta con el mobiliario al menos en dos ocasiones, y de forma machista, en muchas más, por no hablar del más que polémico comentario sobre Marta del Castillo, que provocó que el padre de la joven pidiese su expulsión.

Sin embargo, la también polémica Plataforma Gemelista (polémica, porque Gonzalo se encargó hace unos días de descubrir que tras ella está el tercer hermano Montoya creando perfiles falsos) busca la expulsión de Yessica, una Yessica a la que anoche no pararon de enfocar las cámaras (tal vez para buscar algún vídeo con el que poder rellenar una entrevista que podría ser más corta que la de Iván).

Además de la expulsión, nominaciones y el final de la repesca compondrán la gala. Sobre este último asunto, todo parece indicar que uno de los nombres ya está adjudicado. Por petición expresa de Kristian, casi toda la casa ha anunciado que votarán para que regrese Juan Carlos. El segundo nombre, que depende de la audiencia, puede ser el de Igor o el de Edo (todo depende de la movilización de las carpeteras).Así el madrileño podrá continuar con su historia interrumpida con Raki, y consolar a una Susana que se quedará sola tras la salida de los Gemelos, mientras que Igor tratará de cerrar viejas heridas (y abrir nuevas) con sus antiguos compañeros, si bien es cierto que el concursante aprovechó el retorno a la casa para solucionar muchos conflictos latentes.

Así, la ronda de visitas, tras una mañana en que todos esperaban expectantes la reentré del vasco, comenzaba con Susana, a la que explicaba, tras contarle parte de lo ocurrido con Argi, que no tiene nada contra nadie, a excepción de Sonia, ya que ha visto demasiados vídeos fuera que no la dejan en buen lugar. Además, el vasco explicaba a la murciana la razón por la que Miriam se comportó como lo hizo: despecho.

Con Raki, la conversación también giró en torno a Sonia, dejando a la catalana en un mar de dudas. La chica no sabe a quien creer ni con quién posicionarse, pero sabe que, elija lo que elija, nada será como antes. Kristian se presentía como el hueso más duro de roer, pero el Pelocho no tardó en deshacerse en abrazos con su amigo. Igor le tocó en su fibra más sensible, la familia (no pienso hacer ningún comentario al respecto), y le dijo que se llevaba muy bien con su hermano, lo que terminó de cambiar la perspectiva del madrileño. Kristian, que intentaba al principio de la entrevista pedir explicaciones al vasco, terminaba excusándose por su novia, y pidiendo a Igor que la perdonase (no se si es tan manipulador, o es que va con la verdad por delante, pero Igor me parece uno de los mayores seductores que ha entrado nunca en esa casa. Casi al nivel de Pepe Herrero).

La siguiente interviú no fue tan placentera. Los gemelos, que se saben fuera, entraron con el cuchillo entre los dientes, acusándole de todo lo imaginable, y no dejándole hablar, precisamente por la razón que daba el propio Igor: “he visto muchas imágenes” (una de las cosas que hacen grande Gran Hermano es precisamente esta: la posibilidad de hacer moviola y ver desde fuera una conversación en la que se ha participado, además de los comentarios hechos a las espaldas del interesado). Los Montoya le echaban la culpa de lo ocurrido con Anabel, mientras que el vasco negó siempre hablar a la espalda. No obstante, la bronca terminaba con intercambio de regalos: Igor daba a Carlos una pulsera de Giuls, mientras que el gemelo entregaba al vasco unos calzoncillos con dedicatoria (dentro de un rato volveré sobre este asunto).

Acto seguido, no obstante, Igor pedía perdón a una de las damnificadas por sus palabras. Desi escuchaba las excusas por un asunto del que no sabe nada, y que, después de hablar con Igor, preguntaba a sus compañeros de fuera. La sevillana terminaba diciendo que quiere que le pongan los vídeos cuando salga de la casa (tranquila, que los pondrán).

Como si de una buena película se tratase (y así lo demostró Twitter, que convirtió a Igor en TT durante toda su estancia dentro de la casa), lo mejor llegó al final. Sonia se reencontraba con Igor de una forma fría y distante. Tanto es así, que no le saludó y le negó dos besos. Después de semejante comienzo, Igor le dio la oportunidad de decirle todo aquello que no pudo decirle en el confesionario el jueves pasado, pero la canaria dio la callada por respuesta.

La cosa se fue calentando y ambos se acusaron mutuamente de tener dos caras. Además el vasco le recriminaba haber hecho comentarios terribles sobre él, ante lo que la canaria le soltó un “Yo hago lo que me da la gana”. La conversación, que terminaba con buenas palabras, se transformaba por completo tras salir del confesionario. Sonia insistía a Kristian que Igor no había hecho otra cosa más que gritarle durante los veinte minutos (algo completamente falso), y repetía el mantra de que quería hacerle daño. El Pelocho, tan fácilmente manipulable, no tardaba en quedarse con la versión de su chica, transformando la realidad que él mismo acababa de vivir unos minutos antes. Tras la conversación con Sonia, lo que era una amistad entre Igor y el hermano de Kristian se transformó en “me da información para que me preocupe” (espero que entre Igor como concursante, porque Kristian se verá entre dos fuegos y no tendrá más remedio que decantarse por uno de los dos bandos, lo que decidirá si se gana o no el maletín que se va a llevar).

La que está empeñada en alejarse del premio final es Raki, que, tras la fiesta del martes, no consideraba a Susana dentro del grupo de los veteranos (no se si es producto del alcohol, o si los borrachos son los únicos que dicen lo que piensan, pero la confesión de Raki, si Giuls no lo remedia, puede acabar con ella fuera de la casa, y a día de hoy, era la única aspirante al maletín).

Volviendo a los calzoncillos de Carlos, Igor se los entregaba a Giuls, que leía una nota que no hace más que añadir leña al fuego por el que esta noche se van a quemar los gemelos: “Venga tonta, que te invito al jacuzzi a ti también”. La nota, obviamente, sentó como un tiro a la de Ibiza, que lo entendió como una confirmación de los trabajos manuales de Saray. Giuls, no obstante, fue calmándose con el paso de la tarde, y terminaba confesando que había tenido un sueño erótico con el gemelo precisamente, dentro del jacuzzi.

La visita de Igor tenía muchas consecuencias dentro de la casa: por un lado, Susana seguía sin saber a quien creerse, y le pedía consejo a Álvaro, que, por supuesto, no le dijo nada; mientras que Sonia pasó la tarde, otra vez, llorando y completamente sola.

Más cosas, en la casa de Gran Hermano, la justicia no es igual para todos. Si ayer hablábamos de como se disculpaba a Kristian por comerse galletas (por cierto, Argi, a través de Twitter, daba con la clave de por qué son todas del mismo tipo: “son las más baratas”, escribía la vasca en su cuenta), por la noche la casa fue mucho más severa con Desi por comer nocilla. Los gemelos recriminaban a la sevillana el meter el dedo en el tarro.

Además, ayer tocaba resolución de la prueba semanal, y, a pesar de los incontables fallos (muchos de ellos cometidos por Pelocho y señora), el programa decidió darles por válida la prueba de las almohadas, con lo que tendrán comida durante esta semana. Mientras esto ocurría en el Apartamento Miriam pedía a Edo que utilizase sus influencias (hace unos días bromeaban con que era el hijo de Floren, el Súper), para evitar que entrasen Igor y ella a la casa: “cualquiera de los dos, sí, pero juntos otra vez, no”, decía la chica. Hablando de influencias, Raki y Susana apuntaban la casi certeza de que el ganador es Kristian (no se en que se basan...), mientras que Saray aseguraba (viene de fuera), que no está nada decidido.

Hoy termino con dos cosas: los datos de audiencia del debate, y el consejo final de Igor. El Debate alcanzaba el martes casi un 19% de share, un poquito más que hace una semana. Sin embargo, los datos son bastante peores que hace siete días, pues en franja de coincidencia fue inmisericordemente vapuleado por MasterChef, que alcanzó un espectacular 15% de media, y casi tres millones de espectadores. El previo de Gran Hermano, por su parte, que coincidió íntegramente con el programa de cocina, no consiguió ni un 10% de share, y se quedaba cerca de los dos millones de espectadores. Pero aún hay más: al Debate le salió una feroz competencia en el nuevo programa de late de Televisión Española, una versión Made in Spain del exitoso Así se hace de Discovery, que superó el 12 % de share. Y sobre la despedida de Igor, el vasco se marchaba a lo Entre Fantasmas, con una frase- consejo que deberían tener todos en cuenta: “no tengáis miedo a salir, porque lo que espera fuera es maravilloso”.