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11
Mar
2024
Madrid vive un 20 aniversario del 11-M con políticos y asociaciones divididos PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por CCOO MadridEl Gobierno convocó su acto a la misma hora que el tradicional de la AVT en Retiro

Como si el tiempo no hubiera pasado, la absoluta ruptura entre las dos formas de entender lo que ocurrió un 11 de marzo de 2004 volvía a hacerse presente veinte años después. Así el Gobierno decidía convocar su acto de recuerdo a la misma hora que el tradicional acto que organiza la AVT en el Retiro.

Sin embargo, la mañana comenzaba en la Puerta del Sol, donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso aseguraba que “nada ni nadie pueden condicionar nuestro camino por medio de la amenaza, el miedo o el chantaje”, porque “la libertad se defiende ejerciéndola cada día y en cada circunstancia.”. Díaz Ayuso ha presidido, junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el acto de homenaje a las víctimas, servicios de emergencias y ciudadanos que las auxiliaron en los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, que se ha celebrado frente a la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico.

La jefa del Gobierno regional ha afirmado que “es nuestra obligación que aquel 11 de marzo no le sea indiferente a los jóvenes que lo vivieron o a los que están por venir, al tiempo que ha advertido de que los valores y los principios de una democracia liberal “no pueden verse violentados gratuitamente”. En su opinión, “cuanto más amenazados, más deben ensancharse”.

Díaz Ayuso y Martínez-Almeida han depositado hoy una corona de laurel ante la placa en la Real Casa de Correos que recuerda a las 193 víctimas y más de 2.000 heridos. Previamente, a las 8:45 horas, ha arrancado la ceremonia con el sonido de las campanas del reloj de la sede de la Presidencia regional durante dos minutos, al igual que en multitud de iglesias en municipios de la Comunidad de Madrid como señal de recuerdo. También ha intervenido Vera de Benito, niña que a los 10 años perdió a su padre en los atentados terroristas de 2004, y mientras se procedía a la ofrenda, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM) ha interpretado una pieza musical. Para finalizar, la artista Diana Navarro ha cantado Adiós antes de que sonara el Himno Nacional de España.

Foto cedida por Ayuntamiento de MadridLa presidenta ha dado las “gracias” en nombre de todos los madrileños, y ha recordado que hace ahora 20 años “Madrid se hizo uno”, respondiendo “como siempre en los momentos clave, como cuando alguien se pierde, cae, necesita o sufre, y cuando alza las manos blancas contra el terror o extiende los brazos para acurrucar a una víctima”.

Ese carácter, ha destacado Díaz Ayuso, “es el que define a la sociedad madrileña, gentes llenas de contrastes y color, solidarias y libres como nadie, que no dudaron en donar lo que hiciera falta”. “Por eso, cada día y en especial cada 11 de marzo. Dedicamos esta jornada a todos aquellos cuyas vidas se vieron truncadas al azar. Porque estamos unidos para siempre a su memoria y en el apoyo a los suyos, a quienes estos atentados les arrebató lo más importante”, ha añadido.

En el homenaje han participado las principales asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo y del 11-M. En concreto, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Fundación Pro-Derechos Humanos Miguel Ángel Blanco, Fundación Víctimas del Terrorismo, Fundación Rodolfo Benito Samaniego, Asociación Víctimas del 11M, Asociación Dignidad y Justicia, Asociación 11M Afectados del Terrorismo, Asociación Víctimas por la Paz (VITEPAZ) y Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo. También representantes de Emergencias y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, taxistas, médicos forenses, IFEMA, gerencias de hospitales, líderes de distintas confesiones y Cruz Roja.

Al acto han asistido todos los consejeros del Gobierno regional; el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio; el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín; los portavoces de los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid; la vicealcaldesa de la capital, el presidente del Pleno, los portavoces de los grupos parlamentarios del Ayuntamiento de la capital, y la presidenta de la Federación de Municipios de Madrid.

Y por primera vez han estado presentes embajadores de países con ciudadanos que fueron víctimas de los atentados. También representantes de la Judicatura y Fiscalía, el presidente del TSJM, Celso Rodríguez, el presidente y el fiscal de Terrorismo de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro y Carlos Bautista, respectivamente; forenses; colegios de abogados y procuradores, y sociedad civil.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha participado en el homenaje de la Comunidad de Madrid en recuerdo a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 y a los cuerpos y fuerzas de seguridad, servicios de emergencias y a todos los ciudadanos que las auxiliaron. El acto ha comenzado con el sonido de las campanas del Reloj de la Real Casa de Correos y de las iglesias cercanas y con la colocación por parte del alcalde y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de una corona de laurel junto a la placa que recuerda, en la Puerta del Sol, a los fallecidos y a los más de 2.000 heridos.

Almeida ha recordado “que las víctimas de aquel atentado deben ocupar siempre el primer lugar en nuestros pensamientos en ese deber inconmovible que tenemos todos los madrileños de rendir un homenaje a las 193 personas que entregaron su vida el 11 de marzo de 2004”. El alcalde ha reiterado el “deber de gratitud hacia los servidores públicos” que, “poniendo en peligro su integridad física e incluso su vida, no dudaron en prestar auxilio a todas aquellas personas” y, asimismo, ha agradecido el comportamiento “del conjunto de los madrileños que dieron un ejemplo de solidaridad que todavía se mantiene vivo en nuestros recuerdos y en nuestros sentimientos”.

Foto cedida por CAMEl alcalde ha señalado que “la memoria es un deber que tenemos que mantener todos los madrileños, año tras año, y, en especial, desde las administraciones”, porque “la desmemoria sería darle una victoria a la barbarie, que no se cobrará ni una victoria más en Madrid”, a la vez que ha asegurado que el recuerdo a las víctimas “siempre se mantendrá intacto” porque la ciudad de Madrid “os lleva en el corazón”.

El acto ha continuado con la intervención de Verónica de Benito, hija de una de las víctimas de los atentados del 11M y ha finalizado con la interpretación de la pieza Adiós por parte de la artista Diana Navarro, seguida del himno de España.

Tras el homenaje en la sede de la Comunidad de Madrid, en el que han estado presentes los representantes de las distintas asociaciones de víctimas de terrorismo y, por primera vez, embajadores de países cuyos ciudadanos fueron víctimas de los atentados, el alcalde ha asistido a la misa funeral por el 20º aniversario de los atentados del 11M que se ha celebrado en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asistido a la misa funeral en recuerdo a las víctimas del 11-M, que se ha celebrado en la Catedral de Nuestra Señora La Real de la Almudena de la capital, en el día que se cumple el 20º aniversario de los atentados terroristas de 2004. Tras finalizar, ha explicado cómo ha estado con muchos de los familiares y ha recordado la importancia de “no olvidar” lo que pasó.

“La verdad es que parece que fue ayer y aún vive en todos nosotros, y así ha de ser, el recuerdo de todos ellos”, ha indicado la presidenta, a la que le gustaría que los jóvenes que no lo vivieron y aquellos que están por vivir, por venir, “vean y sepan lo que pasó” porque “es importante que nunca lo olvidemos”. “Que no sea en balde y que una a la sociedad española, que es lo que tiene que ser cuando pasa algo así, cuando el terrorismo busca todo lo contrario”, ha añadido.

La ceremonia religiosa ha sido oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, y ha tenido lugar después del homenaje que la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid han organizado un año más en la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo autonómico.

«Hay fechas que quedan grabadas a fuego en el alma de un pueblo». Así ha comenzado la homilía del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en la misa funeral en memoria de las víctimas del 11-M, cuando se cumplen veinte años de los atentados en el que murieron 193 personas y resultaron heridas más de 1.800. Una hora antes, con motivo de dicho aniversario, las campanas de las iglesias de Madrid han sonado durante dos minutos, invitando a la oración por las víctimas y sus familias.

La Catedral de la Almudena ha acogido esta celebración a la que han acudido los cardenales, arzobispos eméritos Antonio María Rouco Varela y Carlos Osoro, los obispos auxiliares Juan Antonio Martínez Camino y Jesús Vidal Chamorro, el Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, Camilo Villarino Marzo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de Madrid, José Luis-Martínez Almeida, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre, y demás autoridades y representantes eclesiásticos, políticos, militares y civiles.

Foto cedida por Casa Real«Estoy casi seguro de que la mayoría de nosotros recordamos cómo amanecimos aquel trágico jueves de hace veinte años, dónde estábamos cuando tuvimos noticia de los atentados y cómo vivimos las primeras horas, a quién llamamos o quién nos llamó. Y las jornadas inciertas que se abrieron», ha recordado el cardenal. «En plena hora punta, la sucesión de explosiones en cuatro trenes dejaba 192 personas fallecidas, asesinadas por la violencia terrorista, y un número elevadísimo de heridos. No son números. No son estadísticas. Son vidas humanas que quedaron segadas de golpe. Individuales, singularísimas, únicas, irrepetibles, todas especiales».

Los fallecidos, ha señalado, «eran hombres y mujeres, jóvenes y ancianos. Eran esposos, padres, madres, hermanas, hijos e hijas, amigos, vecinas, compañeros de clase o de trabajo. La muerte, cruel, prematura y violenta, se adelantó. Víctimas fueron los que fallecieron. Víctimas también los miles de heridos, muchos de ellos con secuelas que los acompañarán para siempre. Y víctimas son quienes se quedaron aquí, con un vacío imposible de llenar como bien sabéis muchos. Algunas de esas víctimas, familiares y amigos estáis hoy aquí. Otros están dispersos por muchos lugares. A todos queremos ofreceros hoy el abrazo sentido y cariñoso de la Iglesia, el deseo de que vuestras heridas vayan pudiendo cicatrizar con consuelo, abrazos, medidas institucionales de apoyo efectivo, y la promesa esperanzada de nuestro Dios de que la muerte no tiene la última palabra».

Por ello, ha dicho, «hoy tenemos la necesidad de juntarnos para recordar. Hemos escuchado en el evangelio cómo Jesús invita a los discípulos a seguir haciendo memoria suya. Cada eucaristía que celebramos es memoria de su vida entregada. De su pasión. De su amor incondicional. Hacemos memoria de la vida de Jesús, también truncada a destiempo, trágica y cruelmente. Y en cada misa también hacemos memoria de nuestras vidas. Quisiera unir hoy ambos recuerdos. El recuerdo de nuestra historia dolorida, y el recuerdo de la vida entregada de Jesús. Hacer memoria es importante. Recordar es un deber. Es un valor. También una necesidad».

Así, ha insistido, «recordar es un deber. Se lo debemos a quienes ya no están. Y nos lo debemos a nosotros mismos como sociedad. Debemos recordar a las víctimas que siguen vivas en nuestra memoria y pedir para ellas el abrazo de Dios». Pero, recordar «es también un valor para buscar la verdad y reaprender a vivir». La mirada al pasado «no ha de ser una mirada que se quede atrapada por la dureza inexorable de los hechos. Tampoco una mirada interesada al servicio de la propia ideología. Si miramos al pasado, es para aprender de nuestros errores, para no volver a repetirlos. Y para poner en valor nuestros aciertos y logros, para cuidarlos como el bien delicado que son»

Esa mirada, ha dicho, es también una necesidad: «Necesitamos hacer una lectura que nos ayude a procesar lo vivido. La memoria hace presente lo de otro modo ausente. Esa lectura pide tiempo y serenidad para tener perspectiva. En algún punto del camino necesitamos encontrar un nombre para lo ocurrido. Por eso es tan especial este momento. Porque parece que veinte años ya permiten intentar tener esa perspectiva».

El arzobispo de Madrid ha pedido que, desde una memoria necesariamente dolorida, «proponer hoy una mirada creyente» que «también es necesaria»: «Es más, pienso que esta mirada es válida, no solo para quienes comparten la misma fe. Muchos de sus elementos forman parte del propio ser humano y de nuestra necesidad de comprendernos y encontrar sentido a lo que nos ocurre. Por eso, me gustaría invitaros a todos, creyentes y no creyentes, a sumaros conmigo en esta lectura. Nosotros somos hoy, parafraseando a san Pablo, los que nos reconocemos apurados, pero no desesperados; los que nos encontramos a veces confundidos, pero no desnortados; cansados, pero no dispuestos a rendirnos; no comprendemos todo, pero aun así, somos capaces de seguir confiando y creyendo».

De la mirada creyente lo primero que brota, paradójicamente, es una acción de gracias. «Evidentemente, no se trata de dar las gracias por lo que ocurrió. Damos las gracias porque, a la luz de la tragedia, comprendemos y caemos en la cuenta aún más del valor de la vida, de tanta bendición que a menudo damos por sentada y nos pasa desapercibida». Así, ha dicho, «damos las gracias por el amor que nos unió y nos une a nuestros seres queridos. Por sus vidas. Por la huella indeleble que dejaron en nosotros. Y también por quienes, de modo a menudo anónimo, gastan su vida para que otros vivamos en paz.».

En segundo lugar, brota una petición de perdón: «Una vez más y especialmente en este tiempo. Perdón porque en un mundo como el nuestro, en el que el ser humano es capaz de tanta belleza y posibilidades, es también capaz de sembrar tanto dolor y destrucción. El terrorismo, el recurso a la violencia, es una forma equivocada y llamada a fracasar para afrontar los conflictos». Lo tercero, «es un compromiso por convertirnos». Coincidiendo con el tiempo de Cuaresma, «que para los creyentes es un tiempo que invita a cambiar el corazón y algunas veces implica cambiar de rumbo y modificar los hábitos del corazón: pasar de la actitud violenta a la paz, del odio o las descalificaciones sistemáticas a la misericordia, de la indiferencia a la cercanía, de la distancia y la asepsia a la convivencia amable y comprometida con el otro y sus necesidades».

Foto cedida por Ayuntamiento de MadridOtras veces esa conversión es crecimiento, ha insistido: «Porque nos podemos instalar en lo fácil, lo leve, y pactar con lo cómodo. ¡Y no basta! Necesitamos crecer en humanidad. No basta una política de vuelo rasante y mirada cortoplacista e interesada. Nos hace falta con urgencia el verdadero diálogo de quien está dispuesto a escuchar y a hablar. En ese orden. No es suficiente una liviana preocupación por el bien común».

Por último, ha concluido, «esta mirada al pasado no debe ser una mirada que se quede atrapada en él. Mirar al pasado nos tiene que comprometer con el futuro. Y a esto es a lo que llamamos esperanza. La memoria que estamos compartiendo hoy nos hace vibrar con una doble esperanza: que la gente de paz tendrá más fuerza que la gente violenta, y que la esperanza se basa no solo en esta historia de tejas abajo. Es virtud teologal. Por eso es también, y sobre todo, la esperanza en que la muerte no tiene la última palabra».

Al finalizar, ha querido hacer un llamamiento «a los creyentes, os pido que demos testimonio de una esperanza firme: «A todas las gentes de Madrid os invito a cuidarnos, a que seamos conscientes del regalo que somos los unos para los otros y que cuidemos amablemente cuanto sostenemos. A las autoridades y personas que ocupáis en este momento puestos de responsabilidad: no dejéis de tomar en serio vuestras propias palabras al servicio del bien común; convertidlas en herramienta activa para la paz, la justicia, la concordia y la convivencia. Y a las víctimas y a sus familias, queridos amigos, dejaros encontrar por Dios; El os regalará el consuelo, la sanación y la luz. Contad siempre, de su parte, con nuestro abrazo cariñoso y esperanzado».

Este lunes, la estación de Atocha en Madrid ha sido escenario del acto de recuerdo a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004, que convocan CCOO de Madrid, UGT Madrid, la Asociación 11M Afectados del Terrorismo y la Unión de Actores y Actrices, cuando se cumplen 20 años de los atentados.

Se ha abierto el acto con la actuación musical de Olga y Clara Castiblanque, que han interpretado “El cisne”, de la suite “El carnaval de los animales”, de Camille Saint-Saëns, en versión para dos violines.

Tras guardarse un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas y tras la intervención de Fátima Baeza, de la Unión de Actores y Actrices, la secretaria general de CCOO de Madrid, Paloma López, ha recordado un “crimen que destrozó la vida de tanta gente, que nos impactó y nos quebró por dentro, individualmente y como sociedad” y al que siguieron días de duelo, de tristeza y de llorar.

Paloma López ha querido denunciar también los “bulos y mentiras” que se difundieron después de aquel día y que 20 años después hay que seguir recordando lo ocurrido. Ese día tuvo lugar “un ejercicio de violencia indiscriminada contra personas inocentes, una violencia terrorista que atentó contra el corazón de las personas trabajadoras, de nuestra clase, que es la que viajaba en aquellos trenes”. “El pueblo de Madrid en su conjunto fuimos las víctimas de ese atentado”, recuerda Paloma López.

Por eso, 20 años después, hay que seguir mostrando “el cariño y solidaridad” con las familias de las víctimas. Y hay que seguir alzando la voz, en una respuesta “firme y sin fisuras”, para “tratar de impedir que los bulos, las mentiras y el odio se abran camino frente a la verdad”.

“En CCOO lo hemos tenido siempre claro: nuestro sitio está con las víctimas y en contra del terrorismo. Por eso no vamos a cejar en nuestro empeño por seguir recordando y conmemorando lo ocurrido hace 20 años cada 11 de marzo”, ha concluido la responsable sindical, reiterando el apoyo y la solidaridad del sindicato a las familias de las víctimas.

Posteriormente han tomado la palabra la secretaria general de UGT Madrid, Marina Prieto, y el presidente de la Asociación 11M, Eulogio Paz, finalizando el acto con la tradicional ofrenda floral. En el acto ha intervenido también la secretaria de Política Institucional de CCOO de Madrid, Paloma Vega.

D​on Felipe y Doña Letizia han presidido, en la Galería de Colecciones Reales de Madrid, la conmemoración del “Día Europeo en recuerdo a las Víctimas del Terrorismo”, un acto organizado por la Comisión Europea y el Gobierno, que coincide con el 20 aniversario de los atentados perpetrados en Madrid en 2004, en los que murieron 192 personas y 1.893 resultaron heridas.

Foto cedida por CAMAl inicio del acto, la directora de Seguridad Interior y coordinadora Antiterrorismo de la Comisión Europea, Floriana Sipala, que actuó como maestra de ceremonias, anunció las intervenciones del presidente del Gobierno y de la comisaria de Asuntos de Interior de la Comisión Europea, Ylva Johansson.

Seguidamente, Philippe Vansteenkiste y Ana Isabel Rodríguez, colíderes del Grupo de Trabajo Víctimas y Supervivientes del Terrorismo de la Red de Alerta frente a la Radicalización, presentaron los testimonios de víctimas del terrorismo, con la participación de Ana Cristina López, Rudolf Kaniski y Eliana Pavoncello, seguido de un minuto de silencio en memoria a las víctimas del terrorismo.

A continuación, el vicepresidente de la Comisión Europea para la Promoción de nuestro Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinás, dirigió unas palabras a los asistentes.

El Rey, para concluir este acto de recuerdo, en su intervención señaló que “…la historia del terrorismo en Europa es la historia de un sufrimiento compartido, pero también de solidaridad entre todos los europeos. Y, por ello, en este día de recuerdo quiero ponerla especialmente en valor. Porque allí donde ha habido un ataque terrorista, siempre ha habido una respuesta social extraordinaria; una actuación inmediata, un gesto amable, una actitud alentadora. Así sucedió en Madrid, que se movilizó por completo ante la tragedia y el horror…”

Finalmente, Don Felipe y Doña Letizia mantuvieron un encuentro con las víctimas del terrorismo que han dado su testimonio durante el acto conmemorativo, con los embajadores y con todos los asistentes.

Acompañaron a Sus Majestades los Reyes, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; la ministra del Interior, Reformas Institucionales y Renovación Democrática del Reino de Bélgica, Annelies Verlinden; el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín; la presidenta del Consejo de Administración del Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva; la víctimas del terrorismo y participantes en las diferentes sesiones; e invitados.

Cada año, el “Día Europeo en Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo” marca un momento de profunda reflexión y solidaridad global para conmemorar a aquellos que han sido víctimas del terrorismo en todo el mundo.

El respaldo a las víctimas de actos delictivos, incluidas aquellas afectadas por ataques terroristas, constituye una parte esencial del compromiso de la Comisión para abordar todas las dimensiones de la amenaza terrorista. La Unión Europea ha establecido un sólido marco jurídico destinado a proteger a las víctimas en toda Europa, mediante el sistema de compensación a escala de la Unión Europea, la Directiva sobre los derechos de las víctimas y la Directiva relativa a la lucha contra el terrorismo. En enero de 2020, el Centro Europeo de Asesoramiento para las Víctimas del Terrorismo, creado por la Comisión, inició sus operaciones con el objetivo principal de brindar apoyo a los Estados miembros para ayudar a las víctimas tras un atentado terrorista. El Centro también lanzó el Manual de la Unión Europea sobre las víctimas del terrorismo. En consonancia con este compromiso, la Comisión Von der Leyen adoptó la primera Estrategia de la Unión Europea sobre los derechos de las víctimas (2020-2025).

El principal objetivo de esta Estrategia es asegurar que todas las víctimas de delitos, sin importar el lugar de la Unión Europea donde se haya cometido el acto criminal, puedan ejercer plenamente sus derechos. La Estrategia busca capacitar a las víctimas para que denuncien los delitos, reclamen una compensación y, en última instancia, se recuperen de las secuelas del crimen.

En septiembre de 2020, la Comisión lanzó la Plataforma de la Unión Europea sobre los Derechos de las Víctimas y designó al primer Coordinador de la Comisión Europea para los derechos de las víctimas.

La Red de la Unión Europea para la Sensibilización frente a la Radicalización, a través de su grupo de trabajo sobre la memoria de las víctimas del terrorismo, comparte las experiencias de las víctimas, contribuye al recuerdo de todas ellas y resalta las consecuencias humanas del extremismo violento. Los derechos de las víctimas y el apoyo también son elementos centrales del trabajo de la Red Europea de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo, establecida por la Comisión.

Con el objetivo de prevenir los delitos de terrorismo en primer lugar, la Unión Europea está tomando medidas enérgicas contra la propaganda terrorista tanto en línea como fuera de línea, impidiendo que los terroristas cuenten con los recursos y la libertad de acción para planificar, financiar y cometer actos terroristas, y también combatiendo la radicalización. En diciembre de 2020, la Comisión presentó una nueva Agenda de Lucha contra el Terrorismo que establece el camino a seguir para las acciones de lucha contra el terrorismo a escala de la Unión Europea, con miras a anticipar, prevenir, proteger y responder de manera más efectiva a las amenazas terroristas. Esta Agenda representa uno de los resultados clave de la senda en materia de seguridad interior, un componente fundamental de la Estrategia de la Unión de la Seguridad adoptada por la Comisión en julio de 2020.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha inaugurado el acto del 20º aniversario del Día Europeo en recuerdo de las Víctimas del Terrorismo. El acto, presidido por SS.MM los Reyes, y organizado por la Comisión Europea ha contado con la presencia de su vicepresidente, Margaritis Schinas, y de la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson. Asimismo, han participado tanto representantes del Gobierno de España, como el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con Las Cortes, Félix Bolaños, y el Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, como la presidenta del Congreso, Francina Armengol, el presidente del Senado, Pedro Rollán, o la ministra del Interior de Bélgica, Annelies Verlinden.

Foto cedida por MoncloaEl presidente del Gobierno ha recordado que "hace ahora 20 años, esta era una ciudad conmocionada, profundamente herida." Ha hecho referencia a los atentados del 11 de marzo de 2004, en los que murieron 192 personas y casi 2.000 resultaron heridas y ha expuesto que, si bien España ya tenía una experiencia muy dura en terrorismo, "nadie puede acostumbrarse a esa violencia ciega, nadie debe acostumbrarse a convivir con la barbarie."

En este sentido, ha destacado la necesidad de recordar "por una cuestión de dignidad". Ha defendido que "ese recuerdo debe mantener viva la memoria sobre lo que ocurrió en el pasado, pero también ha de ser un acicate para el presente y para el futuro, para que no se repita, y para que las víctimas, supervivientes y familiares, cuenten siempre con nuestra solidaridad y nuestro afecto".

Durante el acto, se han podido escuchar los testimonios de tres víctimas supervivientes del terrorismo, de ciudadanos de España, Eslovenia e Italia, respectivamente. Ana Cristina López Royo, víctima de los atentados del 11-M, ha expuesto que "el suceso me dejó marcada para siempre, pero también me dejó la imagen de la solidaridad más increíble que nadie se pueda imaginar". También ha pedido reconocimiento para las víctimas y la necesidad de "no dejarlas solas, dignificándolas sin complejos ni sin miedos" y ha hecho énfasis en el hecho de que "terrorismo es también la sola intención de hacer daño".

Pedro Sánchez ha recalcado la importancia de recordar "para defender los derechos humanos que niegan los terroristas, y para reforzar el Estado de derecho, que es su principal vacuna". "Y, también, para proteger a Europa. No solo como un espacio físico, sino como un ideal de justicia y de libertad; de valores humanistas y civilizatorios", ha subrayado.

Asimismo, ha hecho hincapié en que "la democracia, el Estado de Derecho y los derechos sociales son las señas de identidad de una Europa unida que los fanáticos, sean del signo que sean, nunca podrán destruir".

El presidente ha puesto en valor el ideal europeo, "que se levanta sobre los éxitos colectivos alcanzados en estas décadas de unión. Pero también sobre el dolor compartido en la adversidad". Se ha referido a la comunidad de valores que unen a la UE, destacando entre ellos, la solidaridad, "el valor que más contribuye a crear conciencia de ciudadanía europea. Sobre ella, se levanta nuestra determinación de luchar juntos contra la barbarie, reforzando la cooperación en todos los ámbitos".

En este contexto, el presidente del Gobierno ha afirmado que "combatir el terrorismo es actuar también contra las causas que alimentan los conflictos regionales, la pobreza y el subdesarrollo. Es prevenir que los fanáticos transformen la desesperación en un arma para atacar los principios de libertad y respeto a los derechos humanos, tan asociados al ideal europeo".

También a las doce, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asistido al tradicional acto que organiza cada año la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) en homenaje a las 193 personas que perdieron la vida y más de 2.000 heridos en los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, que se ha celebrado en el Bosque del Recuerdo del Parque de El Retiro de la capital.

Coincidiendo con el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo y en el 20º aniversario de estos fatídicos atentados, la presidenta ha estado presente en la ofrenda floral dedicada a los fallecidos, sus familias, servidores públicos y todos aquellos que participaron altruistamente en esta jornada. También se ha realizado una suelta de globos blancos, uno por cada persona que falleció.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a varios miembros del equipo de Gobierno, ha participado en el parque de El Retiro, en el acto organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo que este 11 de marzo coincide con el 20º aniversario de los atentados del año 2004 en Madrid.

Los asistentes han guardado un minuto de silencio y tras las intervenciones de la presidenta de la AVT, Maite Araluce, y de la presidenta de honor de esta asociación, Ángeles Pedraza, se ha llevado a cabo la suelta de globos blancos en recuerdo de todas las víctimas del terrorismo. Posteriormente, los presentes han realizado una ofrenda floral formada por ramilletes de margaritas blancas en el Bosque del Recuerdo.

Previamente, el Ayuntamiento, con la vicealcaldesa, Inma Sanz, a la cabeza, se ha sumado al minuto de silencio convocado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como muestra del recuerdo solidario con los afectados por los atentados ocurridos el 11 de marzo de 2004 que costaron la vida a 193 personas.

Por la tarde la acción se trasladaba a los barrios. Puente de Vallecas ha rendido homenaje a las víctimas del 11 M cuando se cumplen dos décadas del mayor atentado terrorista perpetrado en la ciudad de Madrid, que provocó 193 víctimas mortales y más de 2.000 heridos. El acto, que ha tenido lugar en el monumento levantado en su memoria junto a la estación de Cercanías de El Pozo, ha estado presidido por el concejal del distrito, Ángel Niño, acompañado por miembros de los grupos políticos municipales, el presidente de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz, y representantes de las entidades vecinales del distrito.

El homenaje ha contado con la lectura de varios poemas, la interpretación de diversas piezas de música de cámara y coral y un minuto de silencio, tras el que se ha realizado una ofrenda floral.

Foto cedida por CAMÁngel Niño ha reivindicado la memoria “frente a aquellos que tiñeron de luto a todo el país ese día y en los que siguieron”. Ese momento histórico, que “cambió la vida de todos nosotros”, fue también “el mayor ejemplo de solidaridad del pueblo de Madrid, que se volcó en ayudar y apoyar a las personas que sobrevivieron. Ese es el mayor legado que podemos dejar a futuras generaciones, mostrándoles, además, el camino para que hechos como los ocurridos en aquel 11 de marzo no vuelvan a producirse”, ha dicho el concejal.

Cuando se cumplen 20 años de los atentados terroristas del 11M, Villa de Vallecas ha rendido homenaje esta tarde a las víctimas junto al monumento La ilusión truncada, construido en su memoria y situado frente a la estación de Santa Eugenia. En ese punto, los atentados se cobraron 16 víctimas mortales, aunque “fueron más los vallecanos que perdieron la vida en los otros escenarios donde también actuaron los terroristas”, como ha recordado el concejal del distrito, Carlos González Pereira, quien ha estado acompañado por representantes de la Comunidad de Madrid y de los grupos políticos municipales, así como por el presidente de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, Eulogio Paz, fuerzas y cuerpos de seguridad, vecinos y familiares de las víctimas.

El 11M es una fecha grabada en la memoria colectiva de la ciudad. “Todos recordamos perfectamente lo que estábamos haciendo a la hora en la que las bombas hicieron explosión, rompiendo la vida de muchos y dañando la de todos nosotros para siempre. Desde ese momento, la historia de Madrid cambió para siempre”, ha afirmado González Pereira, al tiempo que ha insistido en la necesidad de no “olvidar este terrible acontecimiento para que las nuevas generaciones no permitan que vuelva a suceder”.

El concejal ha transmitido también el agradecimiento de Villa de Vallecas a todos los profesionales que mostraron su solidaridad y dedicación durante las horas siguientes a los atentados y a toda la ciudadanía, que se volcó para ayudar a sus vecinos y amigos. “Así es Madrid y así se vive en nuestros barrios, como una sociedad solidaria y plural que defiende la libertad, la vida y que siempre busca la paz”, ha destacado. Diferentes piezas musicales han acompañado el desarrollo del acto, en el que se ha guardado un minuto de silencio y realizado una ofrenda floral.

Para terminar el día, la orquesta barroca Nereydas y el Coro de la Comunidad de Madrid presentaban en el marco del festival FIAS en la Basílica Pontifica de San Miguel uno de los encargos más especiales del festival, el Requiem de Jomelli, con motivo de los 250 años de su muerte. Previamente, coincidiendo con el aniversario del 11M, interpretaron Da pacem Domine, de Arvo Pärt, pieza que le fue encargada por el violagambista Jordi Savall para ser interpretada en un concierto de música para la paz celebrado en Barcelona en julio de 2004 en recuerdo de las víctimas de los atentados terroristas que tuvieron lugar en Madrid el 11 de marzo de ese mismo año.

El Requiem de Jommelli, por su parte, se convirtió en la misa de difuntos más interpretada en la segunda mitad del siglo XVIII, hasta que fue relegada a un segundo plano por el Requiem de Mozart. Laureado y reconocido como uno de los más exitosos compositores de ópera del siglo XVIII, Niccolò Jommelli también compuso música sacra a lo largo de su vida como la pieza que interpreta en el FIAS, pues ejerció como maestro de capilla en ciudades como Venecia, Roma o Sttutgart.

Este Requiem es precisamente de ese periodo en Stuttgart, el más próspero culturalmente en la corte de Württemberg. Jommelli lo compuso para el funeral de la duquesa María Augusta, madre del duque reinante Carlos Eugenio, y fue, junto a la obra Pietà Signore, compuesta en 1774, la obra más famosa de su autor.

 

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